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El dirigente sindical hondureño y miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la UITA, Carlos H. Reyes, representó a la Regional Latinoamericana de la Internacional durante el desarrollo de la Audiencia Pública y el Seminario Internacional sobre la situación de derechos humanos de las comunidades campesinas en el Bajo Aguán, que se llevó a cabo del 28 al 30 de mayo en la ciudad de Tocoa. Sirel conversó con él sobre esta importante experiencia.

-¿Cómo evalúas estos días de intenso trabajo en el Bajo Aguán?

-Ha sido una experiencia muy importante durante la cual no sólo pudimos escuchar y conocer más a fondo todo lo que los campesinos y campesinas organizadas del Bajo Aguán sufren a diario en cuanto al total irrespeto de sus derechos humanos fundamentales, sino que ampliamos la reflexión y el análisis sobre lo que se está viviendo en todo el país.

En este sentido, se analizó también la situación de los derechos humanos después de casi tres años del golpe de Estado y se compartieron experiencias y procesos que se están desarrollando a nivel local, nacional, regional e internacional sobre la defensa de los derechos humanos de las comunidades campesinas.

-Durante tu intervención en el Seminario subrayaste la importancia de que la comunidad internacional siga monitoreando la situación de Honduras

-Es fundamental. Con el secretario Regional de la UITA, Gerardo Iglesias, estuvimos en las oficinas del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, y más recientemente nos reunimos con personal de la Cancillería y diputados de Suiza para expresarles nuestra preocupación sobre la situación de los derechos humanos en Honduras.

Hay un deterioro constante debido a las acciones de los cuerpos de seguridad del Estado que han sido penetrados por el crimen organizado. Toda Honduras, y de manera especial el Bajo Aguán, vive una situación de Estado fallido, y esto está siendo usado por los poderes fácticos del país para exigir una mayor intervención extranjera y la consecuente pérdida de soberanía.

La comunidad internacional sigue sin mirar hacia a Honduras, y esto es muy preocupante. Debemos exigir mayor atención a lo que ocurre en el país y al mismo tiempo, activarnos como Frente de Resistencia para ser un interlocutor valido ante estas problemáticas.

-¿Qué impresiones te llevas del conflicto agrario que se ha desatado en el Bajo Aguán?

-Es evidente que se trata de un asunto que requiere soluciones políticas que resuelvan las causas del conflicto, o sea la forma de tenencia de la tierra y la falta de acceso a ella para la inmensa mayoría de la población. Los efectos de esta situación los hemos visto y escuchado a través de la voz de las víctimas y sus testimonios de violencia y terror.

-Además, hay una falta total de institucionalidad y reina la impunidad…

-Lo dijo muy bien la presidenta de la Audiencia Pública, la ex comisionada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) María Silvia Guillen, cuando expresó que si hubiese institucionalidad en el Bajo Aguán no habría necesidad de realizar un evento como éste.

-La Rel-UITA fue parte de este importante evento…

-En calidad de miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la UITA me pidieron representar a la Regional en este Seminario, y para mí fue una gran experiencia y un honor. La Rel-UITA ha sido parte activa de todo este proceso de monitoreo, acompañamiento y denuncia de la situación en el Bajo Aguán, al lado de las comunidades campesinas. Me parece muy importante y necesario seguir con este compromiso asumido junto con las otras redes y organizaciones internacionales.