Las
organizaciones campesinas y el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) de
Colón, amanecieron por tercer día consecutivo en la carretera del Litoral
Atlántico de Honduras, exigiendo el cese de la militarización y la represión en
el Bajo Aguán. Acompañados por más de 90 miembros de organizaciones y
periodistas nacionales e internacionales, entre ellas la Rel-UITA, centenares de
campesinos, campesinas y habitantes de la región paralizaron nuevamente la
circulación vehicular. Las fuerzas represoras se retiraron del lugar para
aparentar un clima de normalidad y tranquilidad.
En el lugar de los
acontecimientos, Sirel conversó con Esly Banegas, presidenta de la
seccional de Tocoa del Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional Agrario
(SITRAINA) y dirigente de la Coordinadora de Organizaciones Populares del
Aguán (COPA).
-¿Cuál es la
situación en estos momentos?
-Las
organizaciones campesinas y el FNRP del departamento de Colón decidieron
incrementar el nivel de la lucha, y se tomaron la carretera de forma indefinida
a la altura de la comunidad Guadalupe Carney, donde está asentado el Movimiento
Campesino del Aguán (MCA).
Están exigiendo la
desmilitarización inmediata de la zona y de las instalaciones del Instituto
Nacional Agrario (INA), el cese de la violencia, de la represión y de los
asesinatos de campesinos, y la entrega de la tierra.
Utilizaron armas
con miras infrarrojas y laser apuntando directamente a la gente. Era
impresionante ver los puntitos rojos en la cabeza de las personas
que permanecían en la toma. |
Hemos podido ver
la gran cantidad de campesinos y campesinas que han llegado desde las diferentes
comunidades a respaldar esta lucha, porque en el Bajo Aguán el conflicto agrario
es lo que predomina en la problemática de la zona.
Hay que legalizar
y entregar a las familias campesinas estas tierras que fueron usurpadas por los
grandes terratenientes. No hay otra solución para normalizar esta difícil
situación.
-Porfirio Lobo
dijo que ya no va a permitir tomas de carreteras. ¿Cuál ha sido la actitud de
los cuerpos represivos del Estado?
-Aunque se han
retirado de la carretera para aparentar un clima de tranquilidad, ante la
llegada de la delegación de la Plataforma de Derechos Humanos y los periodistas
nacionales e internacionales, la represión no ha cesado.
Durante la noche
del primer día de toma indefinida, los militares y policías rodearon la
comunidad Guadalupe Carney, hicieron disparos al aire y amenazaron a los
campesinos.
Utilizaron armas
con miras infrarrojas y láser apuntando directamente a la gente. Era
impresionante ver los puntitos rojos en la cabeza de las personas que
permanecían en la toma.
Durante el tercer
día detuvieron ilegalmente a dos miembros del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA). Su delito fue llevarle la comida a la gente que estaba en
la carretera, y fue sólo gracias a la presencia de la delegación solidaria que
los liberaron.
-¿Qué puede pasar
después de que se vaya esta delegación?
-Nuestro temor es
que la represión vuelva a ser brutal. El objetivo es siempre el mismo: demostrar
a punta de armas el poder de estos señores usurpadores de tierra y cultivadores
de palma africana.
El verdadero
objetivo del gobierno es cerrar esta oficina del INA y destruir el
Sindicato. |
Así quieren
reafirmar sus intereses en la región, y no hay ninguna autoridad que los
controle. Son ellos los que mandan.
Es por eso que
necesitamos organizar un observatorio permanente para garantizar la seguridad de
miles de familias campesinas, aunque no va a ser fácil por la total impunidad
que se vive en la zona.
-¿Cómo sigue la
situación en el INA?
-Llevamos 16 días
sin tener acceso a las instalaciones. El INA sigue tomado por militares y
policías, y la Comisión Interventora está revisando registros, documentos y
computadoras.
Además, tenemos el
temor de que puedan sustraer documentos valiosos, que demuestran el derecho que
tienen las organizaciones campesinas sobre las tierras usurpadas por Miguel
Facussé Barjum, René Morales y Reinaldo Canales.
Nos preocupa
también el silencio y el desinterés mostrado por el director del INA,
César Ham. Para nosotros, el verdadero objetivo del gobierno es cerrar esta
oficina del INA y destruir el Sindicato.
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