Después del retiro de un financiamiento de
20 millones de dólares de la Sociedad
Alemana de Inversión y Desarrollo (DEG) a la Corporación Dinant, el
terrateniente y productor palmero Miguel Facussé recibió otro duro golpe. EDF
Trading, subsidiaria en Londres de la sociedad anónima francesa de capital
público EDF SA e integrante de EDF Group, decidió rescindir un contrato de 2,8
millones de dólares con la Exportadora del Atlántico SA, para la compra de
créditos de carbono en el Bajo Aguán, en el marco del
Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) de las Naciones Unidas. Para analizar esta
nueva situación, Sirel conversó con Eva Filzmoser de CDM Watch.
-¿Cómo se llegó a esta
decisión del coloso energético francés?
-Es el resultado de la
presión a nivel internacional. CDM Watch, Biofuelwatch y Salva
la Selva (Rettet den Regenwald), organizamos una fuerte campaña dirigida a
los actores involucrados en el proyecto del MDL en el Bajo Aguán.
Enviamos una carta abierta,
que fue respaldada por 76 organizaciones de todo el mundo, y miles de correos al
gobierno británico para que retirara su autorización al proyecto.
Además, enviamos una carta a
la Junta Ejecutiva del MDL, instancia que tiene la tarea de ejecutar el
proceso de registro del proyecto.
Al mismo tiempo, la
Asociación de Inversores en el Mercado de Carbono (CMIA, por su sigla en
inglés), emitió un comunicado en el que solicitaba a las partes terminar
inmediatamente la relación comercial con el proyecto mismo.
La decisión
de la DEG de retirar su financiamiento a otra empresa de Miguel
Facussé fue también otro de los elementos que, finalmente, convencieron a
EDF Trading
de distanciarse de un proyecto muy cuestionado.
Creemos que no quisieron
empañar su imagen pública.
-¿Hubo una comunicación
directa con el gobierno británico?
-Recibimos
una respuesta a nuestra carta abierta, informándonos que consideraban muy graves
las acusaciones formuladas sobre las violaciones a los derechos humanos en el
Bajo Aguán.
Además, nos dijeron que iban
a pedir aclaraciones al gobierno de Honduras, la opinión de EDF
Trading sobre el proyecto y solicitar a la Junta Ejecutiva del MDL
que tomara en cuenta esta situación, al momento de revisar el pedido de registro
del proyecto hecho por Exportadora del Atlántico.
Esperamos que la Junta
Ejecutiva investigue y rechace el registro del proyecto.
-¿Cuál es la importancia de
esta decisión de EDF Trading?
-Es un impacto político
fundamental. Nunca había pasado antes y va a sentar un precedente muy
importante, porque logramos que se tomara en cuenta el tema de los derechos
humanos en un proyecto del MDL.
Debemos aprovechar ese
resultado porque puede tener un fuerte impacto en otros inversores.
-Corporación Dinant dijo
públicamente que no hay ninguna evidencia que vincule la empresa a las
violaciones en el Bajo Aguán, y que existiría una campaña internacional en su
contra. ¿Cuál es su opinión al respecto?
-No me sorprende y es la
única cosa que pueden hacer. En el
Bajo Aguán hay un grave conflicto agrario y una constante violación a los
derechos humanos de las familias campesinas.
Con esta situación no se
puede aprobar un proyecto en esta zona de Honduras.
-¿Qué impacto positivo va a
tener esta decisión para las familias campesinas del Aguán?
-La comunidad internacional
tiene los ojos puestos en el Bajo Aguán. Las empresas que invierten en esta zona
saben ahora que la violación a los derechos humanos va a tener costos económicos
muy relevantes para ellas.
En el caso de Miguel
Facussé ya recibió dos golpes muy duros en pocos días. Creemos que tiene que
recapacitar y buscar como cambiar su relación con las organizaciones campesinas.
-¿Cuáles van a ser los
próximos pasos?
-Estamos en la espera de la
decisión de la Junta Ejecutiva del MDL y vamos a seguir presionando al
gobierno británico para que retire su autorización al proyecto.
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