Miles de
campesinos que a diario sufren la represión y el hostigamiento de las fuerzas
militares y policiales, se tomaron carreteras y puentes en el Bajo Aguán,
exigiendo el cese inmediato de la militarización y de la impunidad en la región.
Hay un nuevo llamado de las organizaciones campesinas a la solidaridad nacional
e internacional, para que se haga presente en la zona.
Después de la
masacre de los cinco miembros del Movimiento Campesino del Aguán (MCA),
la toma del Instituto Nacional Agrario (INA) por parte de militares y
policías, y la militarización de todo el territorio del Bajo Aguán, las
organizaciones campesinas y el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP)
de Colón decidieron iniciar una serie de acciones, como respuesta a la
estrategia de terror.
“Nos tomamos por
más de nueve horas la carretera del Litoral Atlántico a la altura de la
comunidad Honduras Aguán, en el municipio de Trujillo -explicó a Sirel,
Wilfredo Paz, del Comité Ejecutivo del FNRP-.
Manifestamos
nuestro rechazo al proceso de militarización que implementa el régimen de facto
de Porfirio Lobo, para favorecer a los terratenientes que se encuentran
en una guerra declarada contra el movimiento campesino.
Asimismo -continuó
Paz- condenamos la militarización del INA, la intervención militar
en los asentamientos campesinos y la muerte de más de 20 compañeros en lo que va
del año.
Es por eso que, a
partir de hoy, martes 7 de diciembre, vamos a iniciar acciones de tomas de
carácter permanente en toda la región. No estamos dispuestos a permitir más
militarización y represión en el Aguán”, aseveró el representante del FNRP.
La jornada de
movilización fue considerada un verdadero éxito por parte de Juan Chinchilla,
directivo del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), quien
denunció el hostigamiento inicial por parte de los efectivos militares y
policiales.
“Comenzaron a
disparar al piso para intimidarnos, pero cuando llegó el grueso de la
movilización se retiraron y no tuvieron el valor de desalojarnos. No vamos a
parar hasta que se acabe la militarización y el hostigamiento en contra de las
organizaciones campesinas”, dijo Chinchilla.
Observatorio internacional
Ante la escalada
de violencia en todo el Bajo Aguán, las organizaciones campesinas y el FNRP
pidieron urgentemente la instalación de un observatorio internacional en la
zona.
“En las próximas
horas va a llegar una nutrida delegación de organizaciones nacionales e
internacionales de derechos humanos y periodistas.
Pedimos que se
instale un observatorio permanente en el Aguán, para romper el cerco informativo
que tienen montado el régimen de facto, la oligarquía hondureña, los
terratenientes y los principales medios de comunicación.
En este momento
-continuó Paz- es fundamental que el mundo se dé cuenta de lo que está
ocurriendo. No es posible reconocer a un gobierno que sigue con esta política
represiva, asesina, de violación de los derechos humanos”.
Según el directivo
del FNRP, en los próximos días podría haber una profundización de la
represión. “Ya hemos perdido a más de 20 compañeros, y todo indica que va a
haber un recrudecimiento de la represión militar.
Estamos haciendo
un llamado a la solidaridad internacional para que vengan a la zona, nos
respalden y así evitar un nuevo derramamiento de sangre”, alertó Wilfredo Paz.
Ante esta
situación, Paz responsabilizó a los terratenientes Miguel Facussé
Barjum, René Morales y Reinaldo Canales, al gobierno de
Porfirio Lobo, y al alto mando de la Policía y el Ejército por lo que pueda
ocurrir en las próximas horas.
“Exigimos la
inmediata desmilitarización de la zona, de las instalaciones del INA, la
no intervención militar en los asentamientos campesinos, el cumplimiento de los
acuerdos firmados con el MUCA y una solución definitiva del conflicto
agrario, entregando las tierras que fueron usurpadas”, concluyó.
La UITA
estará integrando la delegación de organizaciones de derechos humanos y
periodistas que se trasladarán a la zona.
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