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Rómulo Ferreira |
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Técnicos de
la Facultad de Ingeniería están a la espera de que la
comisión estatal encargada de elaborar las políticas sobre
desarrollo de los biocombustibles les solicite un "estudio
de prefactibilidad", donde estarán reflejadas las ideas de
los promotores del denominado Plan Agroenergético Nacional
(PAN), que establece la elaboración de Alcohol Carburante
(AC) para ser mezclado con combustibles, utilizando la caña
de azúcar, remolacha azucarera y sorgo dulce como materia
prima.
Uno de los
impulsores de la iniciativa, el ingeniero químico Rómulo
Ferreira, dijo a LA REPUBLICA que si el gobierno
decide llevar adelante la propuesta "se podría erradicar la
mitad de los cantegriles del país" gracias a la mano de obra
genuina que generará el proyecto.
Ferreira
señaló que "si existe decisión política del gobierno de
Tabaré Vázquez, en 2011 habrá 40 mil hectáreas plantadas de
materia prima para elaborar AC, lo que generará un ahorro de
140 millones de dólares por año y 20 mil puestos de empleo
genuino", remarcó.
Los
promotores del PAN estiman que éste podría ser el "gran
proyecto quinquenal del gobierno" y convertirse en el plan
vedette de la izquierda cuando el Plan de Asistencia
Nacional a la Emergencia Social (Panes) culmine dentro de
dos años.
El proyecto
que está terminando de elaborar el grupo multidisciplinario,
y que luego será analizado por la Comisión Interministerial,
prevé la instalación de destilerías de alcohol en Bella
Unión, Paysandú, Treinta y Tres y Canelones. Además de otras
fábricas de elaboración de materia prima en Salto y Cerro
Largo, que su función será enviar mieles y jarabes a las
destilerías para finalmente ser transformados en AC.
El proyecto
"El PAN es
un sistema integrado que se compone de tres subsistemas: uno
agrícola, uno industrial y otro pecuario, que funcionan cada
uno por su lado, cumpliendo una determinada función, pero
los mismos están interconectados", dijo Ferreira.
La ventaja
del proyecto es que el PAN establece que el subsistema
agrícola funcione en base a "múltiples cultivos", como lo
son la caña de azúcar, la remolacha azucarera y el sorgo
dulce, "y si uno de los cultivos fracasa en su cosecha a
causa de la sequía o intensas lluvias, los demás cultivos
defenderán la producción" que estará destinada al alcohol
carburante para, en definitiva, "crear trabajo digno, todo
el año, y en todo el país", dijo Ferreira.
Otra de las
patas que sustentan al PAN es el subsistema Industrial que
será el encargado de elaborar, en destilerías ubicadas en el
Interior del país, el alcohol carburante con las materias
primas agrícolas que se hayan cosechado.
Este
subsistema estará integrado por fábricas que elaboren la
materia prima en mieles y jarabes y otras que transformen
esas mieles y jarabes en alcohol absoluto (sin agua), es
decir en AC.
Luego llega
la etapa del subsistema pecuario, donde todo el desecho que
se produzca durante la elaboración de AC servirá para la
fabricación de forrajes que alimentarán al ganado ubicado en
las cercanías de las destilerías.
El
integrante del grupo de técnicos que ultima los detalles
finales del PAN sostuvo que "el proyecto se financia con el
ahorro de divisas que el país obtendrá por la disminución
del consumo de petróleo".
Las
destilerías
En una
primera etapa, con 10 mil hectáreas plantadas de materia
prima se tendría que construir a un costo de 6 millones de
dólares dos destilerías de AC.
Una en
Bella Unión, de 30 metros cúbicos diarios, y otra en
Paysandú de 60 metros cúbicos por día, que recibirá materia
prima de una planta montada en el predio de El Espinillar
(Salto).
En total
tendríamos 90 metros cúbicos por día de AC y al año
llegaríamos a elaborar unos 30.000 metros cúbicos de alcohol
carburante que serviría para mezclar al 3% el gasoil que se
consume en el Uruguay y de este modo ahorrar divisas por
concepto de importación de crudo del orden de 23 millones de
dólares con el barril a un precio de 50 dólares, siempre en
la primera etapa del proyecto.
"La
fabricación de AC compite favorablemente con las naftas
desde que el barril de petróleo superó los 30 dólares, hecho
que se produjo hace ya mucho tiempo", dijo Ferreira.
En una
segunda etapa se instalarían plantas de destilación en
Canelones y en Treinta y Tres por un costo de 7 millones de
dólares y la plantación de materia prima tendría que
incrementarse en 14 mil hectáreas y se llegaría a una
producción de 60 mil metros cúbicos por año.
La tercera
etapa del proyecto aún no definió si se montará plantas de
destilación en otros departamentos del Interior del país o
se dotará de mayor capacidad de elaboración a las fábricas
ya existentes, pero lo que sí es seguro es que la plantación
llegaría a las 40 mil hectáreas, la producción de AC a 90
mil metros cúbicos de etanol por año y el ahorro de divisas
para el país sería de 140 millones de dólares en 2011.
El objetivo
El
ingeniero Ferreira sostuvo que "el proyecto tiene como
objetivo dar un trabajo digno y terminar con la zafralidad,
sobre todo en el Interior del país, y para ello hay que
establecer que al agricultor se le debe pagar en base al
precio del barril de petróleo, porque su labor es ayudar a
la elaboración de un combustible que sustituirá al crudo",
dijo.
"La
intención es que en 2011 se llegue a los 20 mil puestos de
trabajo creados y que el agricultor cobre por lo que cosechó
a través de un bono que canjeará en el Banco República
Oriental del Uruguay (BROU)", pero todo esto es lo que se
está regulando en el proyecto que ahora está en manos de la
Facultad de Ingeniería, dijo Ferreira. *
Fabián Laureiro
La
República
21 de
abril de 2005