Uruguay

Proyecto Sucroalcoholero

Inicio de gestión de Alcoholes del Uruguay

 

 Día de júbilo de cañeros y

jerarcas en Bella Unión

 

Varios jerarcas del gobierno vivieron ayer junto a los cañeros de Bella Unión un día de júbilo –que culminó con una fiesta para miles de personas sobre el río Uruguay– durante la presentación de proyecto sucroalcoholero que se impulsará a partir de la estatización del ingenio azucarero de Calnu y de sus millonarias deudas bancarias.

José Mujica - Ministro de Agricultura

 

Tras remarcar que se trató de una promesa electoral que se hacía realidad, los ministros José Mujica (Agricultura) y Jorge Lepra (Industria), además de los directores de ANCAP, alertaron que el emprendimiento enfrentará “dificultades” y pidieron apoyo de la sociedad para superarlas y asegurar el éxito que deberá traslucirse, aclararon, en rentabilidad.

 

Los jerarcas explicaron el plan que desarrollarán para esta zona empobrecida del país mirando de reojo la ocupación de un predio estatal que mantienen plantadores de caña de azúcar a cuatro kilómetros de Calnu, con los que el ministro Mujica mantuvo un ríspido diálogo.

 

Con recursos obtenidos de un impuesto al azúcar consumo que pagan los consumidores e inversión extranjera de Venezuela, el gobierno busca reactivar la producción de caña para abastecer de azúcar refinada al mercado local y producir alcohol para las naftas de ANCAP y para exportar. Eso implicará inversiones de US$ 12 millones en la planta de Calnu y en la construcción de la proyectada destilaría para la cual se estudian varias ofertas, corriendo con más chance una brasileña, dijo a El Observador, Daniel Martínez, presidente de la petrolera estatal.

 Jorge Lepra - Ministro de Industrias

La mayoría de los jerarcas de gobierno llegaron temprano en avión a Bella Unión para realizar un acto ante los trabajadores de Calnu que colmaron las instalaciones del salón de fiestas de lo que se conoce como el Hotel Calnu, hoy cerrado. Todos los discursos fueron saludados con aplausos sabiendo, autoridades y obreros, que están ante una “última oportunidad” de demostrar que la caña de azúcar es rentable, según recordó más tarde Mujica.

 

Estatización de Calnu deberá dar ganancias en base a “productividad”.

 

Los discursos tuvieron tono político, aunque todos los jerarcas dejaron en claro que se terminó la etapa de las “ineficiencias”, “angustias” y “desconfianzas” y que llegó para Calnu la hora de la buena administración y “productividad”, en un proyecto que apunta incrementar en tres años el área cultivada de caña de 3.000 a 10.000 hectáreas.

 

Mujica dijo anoche en la Junta Local de Bella Unión que “el camino de los subsidios no es defendible en esta época” y que sí lo es el de la “productividad”. “El proyecto deberá sobrevivir con sus propios recursos sin papá ni mamá. No se puede vivir del proteccionismo en este mundo injusto”, insistió el ex guerrillero tupamaro.

 

En el mismo foro, Lepra recordó que a Bella Unión llegó “muchísimo dinero” y que sin embargo existe hoy el barrio Las Láminas, uno de los más pobres del país. Por esa razón, el “dinero que venga habrá que gerenciarlo muy bien”, expresó.

 

Mujica fue el único de los jerarcas que en su alocución se refirió a la ocupación de tierras que sostiene un grupo de cañeros. La ocupación es “contra nosotros”, disparó Mujica, quien exhortó a los ocupantes a que le den “una mano y no pongan palos en la rueda porque esto no se arregla con 30, 50 o 200 hectáreas”.

 

“El gobierno está pelado y tiene que pagar cuentas. El compañero Astori tiene en la carpeta a quien hay que castigar y de dónde sacar para tener políticas de colonización pero estamos en un Estado de Derecho y no puedo salir con una bayoneta. Lo que preciso es respaldo y apoyo”, afirmó el ministro.

 

El director del Instituto Nacional de Colonización, Miguel Vasallo, afirmó que se apoyará a todos los quieran plantar caña pero que actúen “siempre dentro de la ley y la Constitución”.

 

“La tierra no se mendiga (...) si no la dan, se ocupa”

 

“La tierra no se mendiga, se gestiona, si no la dan, se ocupa” reza el principal cartel en la puerta de la precaria construcción levantada con pilotes de madera y techo de paja y nailon, donde se ubica una veintena de ocupantes de un predio estatal en Bella Unión. Por decisión de una asamblea, ayer, Jorge Rodas, vocero de los ocupantes, recibió a un grupo de periodistas a unos 50 metros del campamento. “La riqueza debe repartirse entre toda la sociedad y no como ha sucedido hasta ahora que se beneficiaron cuatro o cinco”, dijo.

 

Raúl Sendic*: “Quizás ellos no soñaban esto de hoy”

 

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Raúl Sendic

Llamarse Sendic en esta zona del país tiene todo un simbolismo. ¿Usted también lo siente así?

-Parte de la historia de mi familia está acá, entre esta gente que se acuerda de mi viejo y de mi vieja. Me trajeron siendo un bebé a la primera marcha cañera. Hoy se concreta el sueño de muchas generaciones gracias al esfuerzo de mucha gente que luchó para defender la producción azucarera.

 

-¿Siente que cierra un ciclo que inició su revolucionario padre?

-Es una etapa nueva que tiene que ver con aquella historia. No creo que podamos ir hacia delante solo mirando hacia delante. Hay que mirar permanentemente hacia atrás y recorrer nuestras raíces e historia. En aquellos momentos quizás ellos no soñaban esto de hoy, que pudiéramos poner en manos de una empresa del Estado el corazón de esta zona que es Calnu.

 

-¿Le duele que haya un predio ocupado por “peludos”?

-No. Hay que entender que a veces los tiempos que tenemos para resolver los trámites no son los de los cañeros con sus necesidades. El proyecto (sucroalcoholero) prevé tierras para que las administren los cañeros.

 

 

Por Leonardo Luzzi enviado a Bella Unión

El Observador

3 de febrero de 2006

 

 

* Presidente de Alur S.A. y Vicepresidente de Ancap

 

 

 

 

Fue inaugurada ayer ALUR SA que refinará azúcar y destilará alcoholes en Bella Unión

 

Ante la presencia masiva de los trabajadores de la ex Cooperativa Agrícola Limitada Norte Uruguayo (Calnu), el Poder Ejecutivo inauguró oficialmente ayer en Bella Unión la firma Alcoholes del Uruguay (ALUR SA) que refinará azúcar y destilará alcohol mediante una sociedad anónima integrada en un 90% por la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Pórtland (Ancap) y en un 10% por la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND).

 

Un acuerdo con la República Bolivariana de Venezuela permitirá que el ingenio industrial pueda contar con petróleo barato que Ancap convertirá en combustible y ya existen varios fabricantes, en especial brasileños, que ofertaron la caldera necesaria para reacondicionar una planta que está en estado de casi abandono, y que acarrea un fuerte pasivo financiero.

 

El gobierno pretende propiciar que en tres años haya al menos diez mil hectáreas de caña de azúcar ya plantada, y así generar seis mil puestos de trabajo. Los jerarcas destacaron que "el proyecto sucro alcoholero" evidencia que el Frente Amplio ya está cumpliendo con las promesas electorales que realizó a una de las zonas más empobrecidas por "las políticas neoliberales" de los anteriores gobiernos militares y de los partidos blanco y colorado.

 

El titular del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), el ejecutivo Jorge Lepra, afirmó que "el gobierno está en el buen camino para la recuperación real de la zona", tal como lo había prometido el presidente Tabaré Vázquez, incluso al asumir el 1° de marzo.

 

"La agricultura de la energía"

Ernesto Agazzi

 

Por su parte, el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), el ingeniero agrónomo Ernesto Agazzi, dijo que estuvo "siguiendo el proceso de Bella Unión desde hace muchos años", y "en particular", desde el inicio "del proceso de desregulación del mercado azucarero, cuando se empezó a desmantelar después de la firma del Tratado del MERCOSUR, hasta la entrada de las políticas neoliberales, que llevaron a las últimas etapas" en las que todo el complejo agroindustrial de la ex Calnu "ya no era sostenible".

 

"Todos los pueblos tienen energías históricas que afloran en cierto momento y permiten hacer cosas importantes", comentó el subsecretario Agazzi, para subrayar la participación de los vecinos de Bella Unión y de los propios trabajadores de la ex Calnu para diseñar el proyecto que se inauguró con notoria expectativa entre los medios nacionales y regionales.

 

"Es cierto que hubo una etapa larga de políticas de diversificación, pero terminaron en las políticas de reconversión que dejaron de lado el cultivo de la caña de azúcar con el argumento que era más barato importar el azúcar de otro lado. Si hubiéramos razonado eso con la carne o con el trigo, o cualquier otra cosa, no sé dónde estaríamos ahora como país".

 

"Acá se junta la cola con la cabeza", explicó Agazzi. "Las primeras plantaciones de caña de azúcar las hizo el ingeniero Alfredo Mones Quintela, en Rivera, pero luego se trasladaron para Bella Unión, porque los promedios de temperaturas y lluvias eran mucho más favorables". "Y las primeras plantaciones en Artigas eran de Ancap para producir alcoholes de boca, una producción que tuvo un desarrollo importante. Ahora la vamos a continuar a través de este ente autónomo dedicado a producir combustibles", aseguró el subsecretario.

 

Luego indicó que "las reivindicaciones sociales tomaron formas políticas que llevaron a que se hicieran inversiones; hoy el gobierno está acá, con ustedes, diciendo que hemos cumplido lo que prometimos: el presidente Vázquez dijo cuando asumió que se iba a plantar más caña en Bella Unión. Ahora decimos: se plantó más caña y se va a plantar más".

 

El ingeniero Agazzi señaló que "los problemas energéticos que tenemos como sociedad también pueden tener respuesta por el lado de la generación de puestos de trabajo en el campo y en la industria para una matriz energética diferente", sin continuar con una dependencia absoluta de los hidrocarburos que Uruguay debe comprar en el exterior.

 

"Empieza una nueva etapa después de una trabajosa negociación y muchísimas horas de discusión de detalles, como debe ser en una sociedad democrática, y se llegó a firmar el arrendamiento transitorio de todo el complejo industrial, luego se verá otra salida definitiva, y se convino que ALUR SA se hiciera cargo del pasivo y del activo porque no había otra".

 

Agazzi sostuvo que "se acabó la etapa de los incumplimientos, de las inconformidades y de los entreveros por las deudas que no se sabía quien las iba a pagar. Hoy empieza una nueva etapa que incluye nuevas responsabilidades de todos nosotros. No será un problema sólo de productores y trabajadores rurales e industriales, sino de toda la sociedad. Tiene que ver con el comercio, con el transporte, y con el latir de una zona por la que queremos apostar".

 

"Un nuevo polo de desarrollo en el norte"

Álvaro García

 

El presidente de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), el contador Álvaro García, dijo por su lado que "el proyecto sucro alcoholero es uno de los puntales para esta Corporación que está pretendiendo cambiar su cara después de un largo historial de los últimos 20 años". "Estábamos esperando esta oportunidad hace bastante tiempo", agregó.

 

"En Calnu se termina una etapa de ineficiencias, patrimonios negativos y angustias y se empieza una etapa de producción y comercialización de alcohol, a través de Ancap, para alcanzar la rentabilidad que todos queremos, en un emprendimiento productivo del cual todos los uruguayos somos accionistas, para crear un nuevo polo de desarrollo en el norte".

 

"Hubo durísimas presiones de intereses personales y grupales"

para abortar el emprendimiento

 

En una intervención que culminó con una cerrada ovación aprobatoria por arte de los numerosos trabajadores presentes, el presidente del Sindicato de Obreros de Calnu, Carlos Píriz, señaló reiteradas veces que el proyecto sucro alcoholero fue una víctima de múltiples "presiones" para que el gobierno de Vázquez fuera impedido de lanzar el emprendimiento.

Carlos Píriz

 

"Después de una larga lucha en la que hemos tenido presiones de todo tipo, hoy estamos reivindicando el anhelo de todos los trabajadores por seguridad laboral y más empleo, que es lo que vimos en el proyecto sucro alcoholero que está presentando el gobierno", afirmó. "El proyecto es mucho más ambicioso de lo que la gente sabe porque hay mucha gente esperando que lo que pase en Bella Unión sea viable para iniciar otros proyectos en otras partes del país para generar puestos de trabajo, que es lo que está

faltando en Uruguay".

 

Recordó que los trabajadores sindicalizados reclamaron la intervención estatal de Calnu cuando se desarrolló una sesión del Consejo de Ministros en Bella Unión. "Era la única forma de salvar el patrimonio que teníamos para salir de la miseria en la que cayó Bella Unión en los últimos años por la desnutrición infantil, el desempleo y las enfermedades".

 

"Queremos manifestar nuestra alegría porque el gobierno que entró nos ha escuchado y hoy estamos trabajando en conjunto. Hubo durísimas presiones en los últimos meses por los intereses personales y de grupo. Ahora vamos a demostrar que este proyecto es viable y que era este el proyecto que necesitábamos para Bella Unión. Por eso nos comprometemos los trabajadores.

 

Acá nunca se paró una zafra por culpa de los trabajadores, a pesar de todas las situaciones que hemos pasado. Y seguiremos siendo responsables porque hay un país entero que espera que este proyecto sea viable para que se pueda lanzar en otras partes".

 

"Comenzamos a dar un paso de gigantes"

 

El presidente de Ancap, ingeniero Daniel Martínez, tomó la palabra en nombre de la empresa pública que controlará el 90% de las acciones de ALUR y señaló que la caña de azúcar tiene ahora "proyección propia" sin necesidad de subsidios anuales, y destacó la importancia vial de terminar con la dependencia que Uruguay tiene con los hidrocarburos.

 

"Cuando firmábamos el arrendamiento sentíamos que estábamos cumpliendo con lo que habíamos prometido respecto al Uruguay Productivo por el que mucho luchamos. Ahora podemos usar la planta a través de ALUR y comprar en breve la maquinaria necesaria para la destilación del alcohol. Y si estamos en esto es por un compromiso de vida y de ideas, tratando de llevar a la práctica lo que siempre hemos predicado durante nuestras vidas".

 

"Creo que tiene un futuro promisorio porque, por primera vez, se puede unir la producción de azúcar con la destilación de alcohol. Tal vez no nos demos cuenta de lo que estamos haciendo para el país. Tener un proyecto de biocarburantes, empezar a romper la dependencia de los hidrocarburos, es fundamental para ahorrar divisas, y nos permite empezar a sustituir la matriz energética, a través de nuestra gente y nuestra inteligencia, y con recursos propios. Comenzamos a dar un paso de gigantes; tenemos un gran desafío".

 

"Nada hay más angustiante que no saber lo que va a pasar el año que viene. Hoy sabemos que hay políticas de Estado que proyectan viabilidad y rentabilidad en el largo plazo. Y la caña de azúcar no necesitará más ayudas todos los años, porque tiene proyección propia".

 

"Nos querían convencer que era más rentable

importar azúcar que refinarla"

 

El vicepresidente de Ancap y presidente de ALUR SA, Raúl Sendic, ridiculizó planteos de gobiernos anteriores que destruyeron la cultura agropecuaria y que propusieron importar el azúcar y eliminar las plantaciones y las refinerías nacionales, "políticas neoliberales" a las que atribuyó la violenta pauperización que padece la zona norte hace ya muchas décadas.

 

"Si llegamos a este momento fue por el esfuerzo que se hizo tantos años desde Bella Unión para defender la plantación de la caña de azúcar. Y se logró llegar a pesar de los intentos, a través de los años, de hacer desaparecer la plantación de caña y la refinación de azúcar. Se nos quería convencer que era más rentable la importación. Recuerdo las discusiones que teníamos con algún ministro que me preguntó si había sacado la cuenta de lo que costaría proteger la caña azucarera, y yo le respondí que sabía cuánto cuesta no protegerla de tanta pobreza que había visto, de ver tanto peludo reconvertido en peón de construcción o en jardinero en el sur del país, de tantas enfermedades y de tantos gurises muertos de hambre".

 

"Sabemos con exactitud cuánto ha costado no defender la industria azucarera", recriminó Sendic, quien recordó que el proyecto de reactivación "ya estaba comprometido" con el Frente Amplio "desde elecciones pasadas cuando no logramos el Gobierno Nacional", y que ahora es "urgente ponerlo a andar antes que todo esto se terminara de caer del todo". "Era imperioso ponerse a trabajar con urgencia y avanzar en un camino de diálogo y de convencimiento que logramos transitar", remarcó el presidente Sendic con entusiasmo.

"Es el resultado de un enorme esfuerzo del gobierno uruguayo y del Estado porque pocos proyectos han aglutinado el esfuerzo de tantas instituciones estatales", indicó. "Nunca será cuestionado el proyecto si es verdaderamente rentable", agregó, al señalar que la iniciativa podría extenderse a otras partes del país con otros tipos de producciones agroindustriales.

 

"Lo triste sería que las generaciones futuras dijeran de nosotros que pudimos pero que no nos atrevimos. Nosotros decimos que acá estamos porque podemos y acá estamos porque nos atrevemos a soñar con un Uruguay de trabajo, dignidad y justicia para todos", indicó.

 

 

Gerardo Agosto

La República

3 de febrero de 2006

 

 

    Cobertura Fotográfica: Rubén Yizmeyián

 

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