Este miércoles 23 quedó instalada la Mesa de Reforma Agraria
y Soberanía Alimentaria (MRASA), que está integrada por 22
organizaciones, como la Comisión de Reforma Agraria del PIT-CNT,
REDES-Amigos de la Tierra, Uruguay Sustentable, la UNATRA y
la Rel-UITA para promover cambios del modelo productivo
dominante en el país y revertir los efectos negativos que
éste genera. La consolidación de una Mesa permanente,
implica la coordinación de diferentes organizaciones
sociales que trabajan directa e indirectamente en el medio
rural: organizaciones sindicales, ambientalistas,
estudiantiles, políticas y sociales.
Se presentó un documento de “Declaración de Principios” en
el que se argumenta esta iniciativa y una serie de "Razones
para una Reforma Agraria en Uruguay".
Reforma
Agraria en Uruguay
El actual modelo productivo dominante en el sector
agropecuario genera una situación adversa para el país en
materia económica, social, ambiental y de soberanía. Los
integrantes de la MRASA destacan las razones principales que
“hacen urgente la necesidad de que el país comience a
transitar hacia una Reforma Agraria integral, sustentada en
la Soberanía Alimentaria del país”. Así destacan:
1- Con una superficie de 18,7 millones de hectáreas y un
poco más de 3 millones de habitantes, apenas 190.000
pueblan la campaña.
2- Más del 80% de la población vive en los principales
centros urbanos.
3- Uruguay es un país exportador de alimentos y cientos de
miles de uruguayos no reciben buena alimentación.
4- La desnutrición infantil en los hijos de los trabajadores
y asalariados rurales ha aumentado, llegando incluso a
registrarse varias muertes por esta causa.
5- En 30 años han desaparecido 20.000 establecimientos
rurales y 128.000 personas han sido obligadas a abandonar el
campo.
6- Del total de la población activa, el 20% se encuentra
totalmente desocupado. De estos desocupados permanentes,
22.000 corresponden a ciudades con menos de 5.000
habitantes.
7- Hay 57.000 explotaciones y apenas 157.000 trabajadores
rurales en total (o sea, un promedio de 2,75 trabajadores
por establecimiento).
8- Existen unos 55.000 trabajadores asalariados que carecen
de sindicato y derechos laborales; su jornal promedio es de
80 pesos.
9- De las 16,5 millones de hectáreas explotadas, más de la
mitad está concentrada en un poco más de 4.000
establecimientos dedicados a la ganadería extensiva (80% de
la producción agropecuaria).
10-Las 56 estancias más grandes abarcan una superficie
equivalente a la de los 36.000 predios más chicos del país.
11- En el último año y medio, 200.000 hectáreas divididas en
predios de más de 1.000 hectáreas, han cambiado de
propietario. El 90% ha pasado a manos de Sociedades
Anónimas, cuyos verdaderos dueños se desconocen.
12- Según datos del Censo Agropecuario del año 2000 y del
Instituto Nacional de Colonización, el 25% del territorio
nacional cultivado es propiedad de extranjeros.
13- Más de 660.000 hectáreas están dedicadas al monocultivo
de eucaliptos y pinos; 385.000 de ellas son propiedad de 9
Sociedades Anónimas extranjeras, que a su vez pertenecen a
grandes empresas multinacionales.
14- Entre 1988 y 2000 las empresas plantadoras forestales
recibieron 500 millones de dólares de subsidios de parte del
Estado.
15- El modelo productivo imperante se basa en la sustitución
de la mano de obra por la mecanización y el uso creciente de
agrotóxicos y transgénicos que (además de ser altamente
perjudiciales para el ambiente y la salud humana) aumentan
la dependencia del país con las multinacionales que los
producen, las que, a su vez, son extranjeras.
16- El Instituto
Nacional de Colonización creado por la Ley 11.029 es el
único organismo del Estado que tiene por cometido específico
darle acceso a la tierra a los trabajadores rurales pero su
finalidad se ha desvirtuado: apenas se han colonizado
500.000 hectáreas en 57 años.
17- En los mismos 57 años, han sido excepcionales los casos
de asalariados que han tenido acceso a la tierra mediante la
Ley 11.029.
18- La industrialización de los productos agropecuarios es
mínima: la mayor parte todavía se exporta casi sin
elaboración (por ejemplo: carnes, cueros, granos, frutas o
madera).
La Juventud
28
de febrero de 2005