Representantes de más de
1.800 pobladores de comunidades indígenas de Chihuahua
solicitaron al Congreso local declarar a la Sierra
Tarahumara zona libre de transgénicos, para asegurar la
pureza de la semilla de maíz y otros granos que consumen las
etnias locales.
Pedro Turusuachi, miembro de la organización no
gubernamental Asesoría Comunitaria, que participó en un
estudio sobre el maíz transgénico en comunidades de la
Tarahumara, indicó que en 11 municipios de la región se
detectó el uso de granos alterados genéticamente, por lo que
se hace necesario que el gobierno del estado y el Poder
Legislativo local tomen medidas para preservar la zona libre
de variedades de granos modificados.
La solicitud fue apoyada por organizaciones como el Frente
Democrático Campesino, la Comisión de Solidaridad y Defensa
de los Derechos Humanos y el Grupo Interdisciplinario de
Tecnología Rural, además de la firma de organizaciones de
Estados Unidos y Europa que han apoyado los esfuerzos
ecologistas en la región.
Los indígenas entregaron la solicitud en la oficina del
gobernador José Reyes Baeza y a la presidencia del Congreso
estatal. En ella piden acciones concretas para evitar que en
la zona serrana de Chihuahua, donde habitan rarámuris,
tepehuanos, pimas y guarojíes, que utilizan el maíz como
alimento básico, se extienda la contaminación de los granos
transgénicos.
En Puebla, organizaciones sociales y campesinas calificaron
de "grave retroceso" la determinación de los diputados
federales del Revolucionario Institucional y Acción Nacional
de aprobar la Ley de Bioseguridad de Organismos
Genéticamente Modificados, la cual, dijeron, atenta contra
la salud humana, el medio ambiente, la biodiversidad y
varios tratados internacionales signados por México.
Dicha norma, denunciaron, fue elaborada sin la participación
de la sociedad civil, pasó por alto el principio precautorio
y las recomendaciones que la Comisión de Cooperación
Ambiental, creada a raíz del Tratado de Libre Comercio, hizo
al gobierno federal para evitar la introducción de los
transgénicos y puso en manos de trasnacionales la soberanía
alimentaria del país.
Integrantes de la Unión Campesina Emiliano Zapata Vive, Red
Ciudad de Apoyo Mutuo, Frente Zapatista de Liberación
Nacional, Mujeres por la Esperanza Zapatista y de la
Asociación de Arquitectos Ecologistas alertaron que la
aprobación de esa ley demostró que las trasnacionales son
quienes realmente gobiernan el país, pues los legisladores y
autoridades federales actúan como sus "empleados" sin
importarles las afectaciones que sufra la población, sobre
todo los campesinos.
Argenpress
20 de diciembre de 2004