México
¿Dónde quedó la bolita de la contaminación? *
La industria explota un nuevo estudio sobre maíz
transgénico |
Los defensores de la
biotecnología industrial están usando un nuevo
estudio científico –que no encontró evidencias de
contaminación de maíz transgénico en un área de un
estado de México (Oaxaca)– para afirmar que el maíz
nativo nunca estuvo amenazado y que si lo estuvo
alguna vez, la contaminación se evaporó
milagrosamente. Un representante de los agronegocios
en México declaró incluso que "con este estudio se
allana el camino para poder iniciar las siembras
comerciales de maíz genéticamente modificado"
(1) |
Según Silvia Ribeiro, del Grupo ETC en México "No sorprende
que la industria use los resultados del estudio para servir
sus propios intereses –como "prueba" de que la contaminación
ya no existe y que se deberían extender los cultivos
transgénicos a todas partes, incluso en los centros de
origen. Las comunidades indígenas y campesinas están
completamente en desacuerdo con esa interpretación que hace
la industria para justificar sus cultivos contaminantes."
Según las comunidades campesinas de Oaxaca, los nuevos
hallazgos tampoco son sorprendentes. Baldemar Mendoza, de
UNOSJO (Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de
Oaxaca), quien vive en la región a la que se refiere el
estudio, dijo: "Nosotros analizamos muestras de 3 de las 18
comunidades que menciona el reporte (San Juan Evangelista
Analco, Ixtlán y Santa María Jaltianguis) y nuestros
resultados también fueron negativos en esas tres
comunidades." Señala además que el área geográfica
muestreada por el nuevo estudio es un área pequeña y que las
18 comunidades son forestales, lo que significa que su
actividad principal no es cultivar maíz. Mendoza también
señala que "el nuevo estudio no habla de ninguna otra parte
de México donde se ha encontrado contaminación pero algunos
medios ya están asegurando falsamente que 'no hay
contaminación en todo el estado de Oaxaca o incluso en todo
el sur de México.'"
Hace cuatro años el gobierno de México comprobó por primera
vez que había contaminación transgénica en el maíz nativo
cultivado por campesinos indígenas en al menos dos estados
del país: Oaxaca y Puebla. En México es ilegal plantar maíz
transgénico (tanto experimental como comercial) desde 1999.
La contaminación, probablemente surgió debido a que los
campesinos pueden haber plantado, sin saberlo, pequeñas
cantidades de maíz transgénico mezclado en el maíz importado
(que se importa teóricamente para ser procesado, no para
semilla). Estudios posteriores confirmaron evidencias de
contaminación transgénica, que posteriormente ha sido
ampliamente reconocida. Los pueblos indígenas, los
campesinos y muchas organizaciones de la sociedad civil han
criticado fuertemente la falta de acciones gubernamentales
para prevenir la contaminación y para proteger el maíz
nativo.
El martes 9 de agosto, un nuevo estudio realizado por
científicos mexicanos e investigadores de Estados Unidos,
informa que no encontraron signos de contaminación de maíz
genéticamente modificado (transgenes) en el maíz nativo de
Oaxaca. El estudio, titulado "Absence of detectable
transgenes in local landraces of maize in Oaxaca, Mexico
(2003-2004)" fue publicado en la revista Proceedings of
the National Academy of Sciences de Estados Unidos.
(2) Los científicos mexicanos autores del informe (Ezequiel Ezcurra, Jorge
Soberón y Sol Ortiz) trabajan (o trabajaban anteriormente)
para el gobierno mexicano, y participaron en estudios
anteriores que comprobaron la contaminación transgénica del
maíz en México. Sin embargo, los estudios anteriores del
gobierno no han sido publicados.
Los autores aceptan que los estudios anteriores mostraron
contaminación, y advierten que los resultados de este nuevo
estudio "no deben ser extrapolados a otras regiones de
México sin datos cuantitativos y tampoco es probable que la
situación actual permanezca estática". Concluyen además que
"esperamos que la prevalencia y la variedad de los
caracteres transgénicos en el maíz aumenten porque el área
global de cultivos de maíz transgénico está aumentando
rápidamente."
En octubre de 2003, la red "En Defensa del Maíz", integrada
por campesinos, comunidades indígenas y organizaciones de la
sociedad civil, dio a conocer su propio estudio sobre la
contaminación transgénica en nueve estados de México.
Utilizando kits comerciales y una empresa para detección de
transgenes, representantes comunitarios muestrearon 5,000
plantas de 134 comunidades. Los resultados mostraron
diferentes grados de contaminación en los nueve estados.
(3)
Baldemar Mendoza de UNOSJO explica: "Todos sabemos que hay
contaminación del maíz nativo en México, en Oaxaca y muchas
otras partes. El gobierno lo sabe desde hace cuatro años, y
no ha hecho nada para parar las fuentes de contaminación, al
contrario, aumentó las importaciones de maíz de Estados
Unidos, levantó la moratoria sobre la siembra de maíz
transgénico en México sin siquiera consultar con las
víctimas de la contaminación, y con la Ley de Bioseguridad
que aprobó este año, las empresas responsables de la
contaminación, como Monsanto, van a seguir impunes.
Es ridículo que el único estudio publicado de fuentes
gubernamentales sea para minimizar el problema."
Mendoza continúa: "si el nuevo estudio dice que no
encontraron contaminación tal vez es porque el nivel de
contaminación siempre ha sido muy bajo en esa área
particular ya que tampoco a nosotros nos dio positivo. Pero
podría ser también que el trabajo de descontaminación que
hemos hecho muchos en las comunidades sí ha servido, y eso
serían buenas noticias. En todo caso, si los esfuerzos para
descontaminar hubieran dado resultados, no es debido a la
'campaña de educación' del gobierno, sino al esfuerzo de las
comunidades para recuperar nuestras semillas, controlar las
que vienen de fuera, de las que justamente es responsable el
gobierno, eliminar las plantas extrañas o deformes que vemos
y muchas cosas más."
Silvia Ribeiro del Grupo ETC enfatiza que "El estudio no
explica cómo la contaminación pudo desaparecer en tan poco
tiempo. Podría demostrar que la tecnología de detección de
transgenes es tan poco confiable como la tecnología de
modificación genética –ya que el comportamiento de los
transgenes muchas veces no es predecible."
Para muchos, otro factor de inquietud es el hecho de que la
editora del estudio publicado esta semana sea Barbara Schaal,
que trabaja en el Laboratorio Monsanto de la
Universidad de Washington en St. Louis. Monsanto, que
controla el 90% de la tecnología de los transgénicos
cultivados en el mundo, es uno de los principales
financiadores corporativos de la investigación
biotecnológica en la Universidad de Washington.
Otros cuestionan el valor de los resultados. Según Peter
Rosset, doctor en ciencias biológicas y anteriormente
profesor de estadística, actual investigador del Centro de
Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano, (Ceccam), las
estadísticas del estudio dejan mucho que desear: "Los
investigadores no dan muchos detalles de su metodología,
pero al parecer inflaron erróneamente el tamaño del
muestreo, lo que da a sus resultados una apariencia de
exactitud que no está garantizada en los hechos" Y agrega
que "como acudieron a compañías de detección genética que de
por sí usan test bastante conservadores, es decir de baja
resolución, es muy posible que a esa resolución no se puedan
detectar los niveles de contaminación bajos, pero quizá muy
extendidos, que otros investigadores encontraron cuando
usaron métodos de resolución más altos."
Baldemar Mendoza concluye, "Nos preocupa mucho que este
estudio se esté utilizando para dar 'luz verde' al cultivo
de maíz transgénico en México, y nos carguen aún más a los
campesinos y pueblos indios con el trabajo de controlar los
problemas que causa. El único control real es no plantar
transgénicos. No necesitamos más estudios o campañas de
educación. No queremos semillas transgénicas, solo sirven
para aumentar las ganancias de las compañías trasnacionales
y poner en peligro nuestra herencia más importante, el maíz,
producto de trabajo de los campesinos indígenas durante los
últimos 10,000 años.
Grupo ETC **
15 de agosto de 2005
(1)
Elizabeth Velasco, "El maíz criollo de Oaxaca, libre de
contaminación genética: científicos". La Jornada, México, 10
de agosto 2005.
http://www.jornada.unam.mx/2005/ago05/050810/047n1soc.php
(2)
S. Ortiz García, E. Ezcurra, B. Schoel, F.Acevedo, J.
Soberón y A.A. Snow: "Absence of detectable transgenes in
local landraces of maize in Oaxaca, Mexico (2003-2004)",
Proceedings of the National Academy of Sciences, 9 de agosto
2005.
http://www.pnas.org/cgi/content/abstract/0503356102v1
(3)
Para más información, consultar:
http://www.etcgroup.org/article.asp?newsid=407
Los
nueve estados donde se encontró contaminación fueron:
Oaxaca, Puebla, Chihuahua, Morelos, Estado de México, San
Luis Potosí, Durango, Tlaxcala y Veracruz.
* En el juego "¿donde quedó
la bolita?" se esconde una bolita en un recipiente que se
mezcla con otros dos y se mueve rápidamente sobre una mesa.
El espectador debe adivinar dónde queda finalmente la
bolita.
** El Grupo de Acción
sobre Erosión, Tecnología y Concentración, Grupo ETC (antes
RAFI) es una organización internacional de la sociedad
civil, cuya secretaría internacional está en Canadá. El
Grupo ETC se dedica a la promoción de la diversidad cultural
y ecológica y de los derechos humanos. El Grupo ETC es
miembro del proyecto CBDC (Conservación y desarrollo de la
biodiversidad con comunidades de pequeños agricultores), una
iniciativa experimental de colaboración entre organizaciones
de la sociedad civil e instituciones públicas de
investigación en 14 países. El proyecto CBDC tiene como
objetivo la exploración de programas dirigidos por las
comunidades en la conservación y promoción de la diversidad
agrícola. Más información en
www.cbdcprogram.org
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