Brasil fue responsable por 12% de los cultivos
genéticamente modificados en el mundo en 2007,
según informó un estudio de la organización no
gubernamental Consejo de Informaciones sobre
Biotecnología. Fueron plantados cerca de 16
millones de hectáreas de cultivos transgénicos,
quedando atrás sólo de Estados Unidos y
de Argentina.
El asesor técnico de la Asesoría y Servicios a
Proyectos en Agricultura Alternativa (ASPTA),
Gabriel Fernández, ve con recelo el
crecimiento de la plantación de transgénicos:
“Quien gana ciertamente son esas pocas
multinacionales. Son las empresas que venden las
semillas y que venden los venenos para aplicar
sobre las semillas. Creo que quien pierde es la
agricultura brasileña en general. En lugar de
caminar en el sentido de una mayor
sustentabilidad, una agricultura más viable del
punto de vista ambiental y económico, estamos
entrando de cabeza en el proyecto de esas
grandes corporaciones.”
La soja es el transgénico más plantado en
Brasil, responsable por 14 millones de
hectáreas, y le sigue el maíz, con casi 1,5
millones de hectáreas. Fernández también
lanza un alerta:
“Además,
también pierden los consumidores. Eso va a
desembocar en la alimentación y son productos
que llevan las mayores dosis de veneno.”
La investigación de la organización no
gubernamental informó que en todo el mundo el
área de plantaciones transgénicas creció en más
de 10 millones de hectáreas en 2008. El
equivalente a cerca de 9% del área plantada en
2007.
Silvia Adoue
Radioagencia NP
18 de febrero de 2009
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