No todos los oídos oficiales uruguayos están
sordos a la hora de recibir las demandas de los
grupos sociales que se enfrentan al agronegocio,
en su formato capitalista de desplazamiento de
la producción familiar y extensión transgénica.
Los vecinos de la zona de Cuchilla de Rocha, en
el departamento de Canelones -segundo en
población y primero en producción alimenticia
del país- han recibido el respaldo fundamentado
de la Junta Local (instancia de gobierno
municipal a nivel local) en su rechazo a la
implantación de soja transgénica en sus
inmediaciones.
Cuchilla de Rocha se ubica en la zona rural, a
cinco kilómetros al este de la ciudad de Sauce.
Según datos del último censo de población, viven
allí alrededor de 1.500 personas. Recorriendo el
paraje se observan predios pequeños y medianos
donde coexisten diversidad de rubros
productivos; huertas y viñedos, los frutales, la
cría de animales para carne, el tambo
(lechería), la horticultura a campo y bajo
invernadero, la apicultura; son tierras ricas en
cultura que involucra a sus músicas, sus
historias, sus espacios comunes y fiestas.
“Estas tierras las recibimos de nuestros padres,
y las tomamos prestadas de nuestros hijos…”,
gustan repetir los integrantes de la asamblea de
vecinos que, con sede en la capilla local, han
venido alzando su voz en rechazo a la
implantación de un cultivar de soja transgénica
por parte de las empresas CALPRYCA (una
avícola que será la consumidora del grano) y
Agronegocios del Plata (ADP). Radio Mundo Real
ha informado oportunamente sobre este proceso.
Una de las escalas en este proceso de
información, organización y denuncia fue la
convocatoria a autoridades municipales, del
Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y
de la Junta Local del centro urbano que es su
sede administrativa, Sauce. Esta Junta cuenta
con la representación de todos los partidos
políticos uruguayos.
Como resultado de este proceso, el pasado 4 de
agosto la Junta emitió un fundamentado apoyo al
reclamo vecinal, decidiendo asimismo elevar el
planteo a instancias nacionales de decisión. En
la misma pueden leerse, entre otros varios
argumentos, que se busca “la salvaguarda de
nuestro ambiente, por estar en riesgo nuestras
fuentes de agua de consumo, de riego, y de
cañadas y arroyos que utilizan para beber
nuestros animales y como recreación
fundamentalmente por nuestros niños, y se
derivan a cursos de agua mayores. Dicha
contaminación es a causa de la utilización de
herbicidas (como glifosato), que si bien hay
información de investigación que dice que no se
mueve con el agua, hay otros tantos estudios
técnicos que demuestran que sí lo hace. Si
consideramos que se aplicarán con equipos
agresivos (avión o “mosquito”), esta deriva irá
directo a nuestras aguas”.
En relación a la contaminación de especies
nativas y criollas con polen modificado
genéticamente, se señala que “puede llegar al
polen de otros cultivos y malezas, creando
nuevas genéticas y resistencia en nuestras
especies nativas”.
“Si bien es responsabilidad de los vecinos el
alquilar sus tierras para este fin, por la buena
oferta que ello les significa, muchos de ellos
lo realizan por desconocimiento de los efectos
secundarios que a largo plazo les acarreará a
sus predios y a la zona en general”, señala la
Junta Local, agregando que la relativa baja
rentabilidad del sector hortícola dominante en
la zona “hace tentador a los productores
alquilar sus predios pensando en un ingreso
rápido y sin riesgos a sus hogares”.
Asimismo, se expone que “socialmente, [la soja]
no es un rubro que mejore el uso de mano de
obra, dada su escasa necesidad de la misma, es
un rubro que se va del país a industrializar y
vuelve procesado con valor incorporado con mano
de obra extranjera. La renta queda en empresas
concentradoras de capital que no vuelven a la
población uruguaya”.
También preocupa a la Junta Local el hecho de
que se afecte directamente la salud de la
población consecuencia de “las derivas de
plaguicidas muy tóxicos (clorpirifos etil), dado
que si bien la legislación dice deriva cero, eso
se produce con menos de 8 km/hora de vientos,
que en nuestra zona es casi imposible que se dé
y si se da es por muy escaso tiempo, comenzando
a curar sin deriva pero al terminar
probablemente haya”.
Por último, señala la declaración de la Junta
Local de Sauce: “no debemos olvidar la libertad
de realizar cultivos biológicos por parte de los
productores orgánicos ya existentes en la zona,
quienes buscan un equilibrio ecológico y que se
verán perjudicados y a quienes se les negará la
certificación para ese tipo de producción por la
causa de este rubro extensivo y transgénico”.
Empleando todos los recursos para hacer sentir
su alarma e indignación por estos hechos, los
vecinos de Cuchilla de Rocha han colocado en
Internet un video al que se puede acceder
aquí .
Tomado de
Radio Mundo Real
28 de agosto de 2008