España
La UE podría
romper la moratoria
de transgénicos
|
La
Unión Europea podría poner punto final a la moratoria de
facto de transgénicos, a partir del próximo miércoles 18,
autorizando las importaciones y la introducción en la cadena
alimentaria del maíz NK 603, comercializado por la compañía
multinacional Monsanto, con genes de tolerancia al herbicida
Roundup de la misma empresa. Amigos de la Tierra,
Ecologistas en Acción, Greenpeace, CECU, COAG, Plataforma
Rural y SEAE temen que el Gobierno español pida a su
representante permanente en el Comité Regulador que vote a
favor de la aprobación del maíz en vista de que, como ha
vuelto a demostrar hoy mismo, el Ejecutivo es un ferviente
defensor de los OMG.
Madrid.- El Gobierno
español ha dado hoy luz verde al cultivo de otras 9
variedades transgénicas que se suman a aquéllas cuyo cultivo
está tolerando unilateralmente en territorio español desde
1998. Las organizaciones firmantes han pedido anteriormente
la suspensión de las variedades modificadas genéticamente
aprobadas en España porque no se cumplen los requisitos
técnicos y legales de coexistencia entre agricultura
transgénica y no transgénica (incluida la ecológica).
Con respecto al NK
603, será el Comité de la Cadena Alimentaria, compuesto por
representantes permanentes de los Estados Miembros, quien
examinará la solicitud de la empresa multinacional. Esta
aprobación reanudaría las autorizaciones para importar
nuevos transgénicos a Europa, paralizadas desde octubre de
1998 por la inseguridad científica y legislativa que
caracteriza a estos productos.
Las organizaciones
firmantes de este comunicado creen que, de aprobarse, sería
una decisión desafortunada y peligrosa, ya que no se puede
demostrar la inocuidad de este tipo de maíz. La UE no reúne
todavía las condiciones para garantizar que la liberación al
medio ambiente y la posterior introducción en la cadena
alimentaria de Organismos Modificados Genéticamente (OMG) no
tenga graves consecuencias ambientales y sanitarias.
Amigos de la Tierra,
Ecologistas en Acción, Greenpeace, CECU, COAG, Plataforma
Rural y SEAE afirman también que dar el visto bueno a este
maíz supondría negar la libertad de elección de agricultores
(con especial incidencia en los prodiuctores ecológicos, un
sector en auge) y consumidores. Además será un ataque a la
salud pública por varias razones, de entre las cuales
destacan:
-
El proceso europeo
de aprobación del maíz NK 603 concluyó antes de la entrada
en vigor del Reglamento Europeo de Alimentos y Piensos
modificados genéticamente. Es decir, el visto bueno para
introducirlo en los alimentos de todos los europeos se hizo
con arreglo al Reglamento anterior, una legislación obsoleta
y permisiva que ya no está en vigor.
-
El análisis de
riesgo presentado por Monsanto y el dictamen de la Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria dejan sin respuesta muchas
dudas sobre la seguridad de este maíz. Por ejemplo, no se
han estudiado los efectos tóxico-acumulativos, los efectos
sobre generaciones futuras o sobre la salud de consumidores
especialmente sensibles, tal y como exige la ley europea.
Tampoco se describen los posibles efectos de las secuencias
inesperadas e indeseadas de ARN que se han encontrado en los
genes de este maíz: se ha demostrado científicamente que
estas secuencias podrían bloquear genes vecinos. Así mismo,
las investigaciones presentadas por Monsanto sobre
alergenicidad del NK 603 son demasiado escasas y no cumplen
las solicitudes de científicos de la UE para que se analice
con más detalle el potencial alergénico de esta variedad.
-
La Unión Europea no
está preparada para introducir transgénicos a gran escala en
la alimentación. Por ejemplo, la nueva legislación de
etiquetado de alimentos y piensos modificados genéticamente
no entra en vigor hasta el próximo 18 de abril. En el caso
de España, la Administración ni siquiera está preparada para
garantizar la trazabilidad (seguimiento desde el campo hasta
el plato) de los alimentos, con lo cual no existen garantías
de que el etiquetado de los alimentos sea seguro. Antes de
dar cualquier paso para favorecer la introducción de nuevos
transgénicos es imprescindible que el marco legal garantice
información, derecho a elegir y protección de los ciudadanos
y del medio ambiente.
Este intento de la
Comisión Europea de reanudar las aprobaciones de
transgénicos se enmarca en una política más amplia de
fomento de los OMG y de su introducción masiva en el
territorio europeo. Los planes de la Comisión incluyen la
aprobación de numerosos transgénicos, la legalización de la
contaminación de semillas no transgénicas por semillas que
han sido modificadas genéticamente, la inclusión de
variedades transgénicas en el Registro Europeo de Semillas y
la apertura de expedientes contra aquellos países que
declaren en su territorio zonas libres de transgénicos. Sin
lugar a dudas, esta actitud responde a las presiones que
EEUU está ejerciendo sobre la Unión Europea, particularmente
a través de la Organización Mundial del Comercio, así como a
los poderosos grupos de presión transnacionales (lobbies).
Es lamentable
constatar que la Comisión Europea está priorizando los
intereses económicos de determinados Estados y compañías
frente a consideraciones sociales, ambientales y económicas,
haciendo caso omiso de una opinión pública que sigue
oponiendose a los OMG.
En el caso de
España, el Gobierno ni siquiera ha respetado la normativa
europea, permitiendo, por ejemplo, que se incumplan los
Registros de campos sembrados con transgénicos. Al mismo
tiempo ha demostrado su incapacidad para realizar controles
y tomar las medidas pertinentes que eviten los efectos
negativos de los transgénicos (están ampliamente demostrados
los daños del maíz transgénico cuyo cultivo está tolerando
el Ejecutivo español).
Convenio: La Insignia - Rel-UITA
17 de febrero de 2004
|