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Cultivar semillas transgénicas significa ceder
sectores estratégicos, dicen en foro |
El cultivo de productos modificados genéticamente y las
patentes sobre la diversidad biológica significan el control
de la salud y la alimentación, sectores estratégicos, por
parte de empresas trasnacionales. Al mismo tiempo se
propicia la desaparición de especies, ya que son unas
cuantas las que llegan a monopolizar el ambiente.
En la mesa Conocimiento tradicional y pueblos indígenas, en
el contexto del seminario de aniversario del Centro de
Estudios para el Desarrollo Rural, Sustentable y la
Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados,
especialistas presentaron un panorama del control
empresarial que se pretende establecer sobre la diversidad
biológica para obtener patentes con propiedades medicinales
o de alimentos.
Manuel Soria, investigador de la Universidad Autónoma
Metropolitana, se refirió a que en la Cámara de Diputados
están congeladas las iniciativas sobre conocimientos
tradicionales (correspondiente a 2004) y sobre propiedad
industrial, donde se aborda también el tema (2003). Destacó
que la Constitución Política no reconoce los derechos de los
indígenas sobre su territorio y sus recursos naturales.
Señaló que entre las dificultades para la protección del
conocimiento tradicional están las distintas concepciones
que existen sobre esta acepción, así como la que tienen los
pueblos sobre los recursos naturales y el hecho de que en
ellos predomina la acción colectiva sobre la individual.
Estimó que las empresas trasnacionales cuentan con décadas de
trabajo en las comunidades campesinas con la intención de
buscar la riqueza biogenética y el conocimiento tradicional
a fin de obtener ganancias. Además, advirtió que esa
presencia se profundizará. "Liberar al ambiente nuevas
variedades y las patentes sobre especies biológicas,
significa controlar sectores claves, como los alimentos y la
salud", expresó.
Sumado a ello se presentará la bioerosión, ya que mientras se
liberan al entorno nuevas plantas, se afecta la
biodiversidad, la cual se reduce con el monopolio que
propician las nuevas variedades.
Patrimonio biogenético
Por su parte, Víctor Toledo Llancaqueo, de la Universidad de
Artes y Ciencias Sociales de Chile, señaló que los gobiernos
han prestado más atención al régimen de derechos humanos de
las comunidades indígenas, que al patrimonio biogenético y
cultural, aspecto que ha sido descuidado.
Detalló que por conducto de los tratados de libre comercio de
Estados Unidos con países de la región y con las
negociaciones de la Organización Mundial del Comercio se
establecen las bases para apropiarse y controlar la
diversidad biológica mediante las patentes.
Pérdida de germoplasma
Por su parte, Aída Luz López, representante de la Comisión
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, se
refirió a que los modelos de política agropecuaria han
llevado a que la agricultura se base en pocos cultivos y a
la pérdida de germoplasma -material genético que constituye
la base física de las cualidades heredadas de un organismo-,
como es el caso del maíz.
Agregó que en las regiones del país donde se obtienen mayores
rendimientos del grano, la variedad es mínima, mientras en
las zonas aisladas y marginadas es donde se encuentra la
mayor cantidad de diversidad y alcanza a ocupar 92 por
ciento de estos cultivos.
Angélica Enciso L.
La
Jornada
12 de
diciembre de 2005