Con
Denis Meléndez del CISAS
¿Quién tiene la responsabilidad?
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Reacciones a la
denuncia sobre la presencia de arroz transgénico
La semana pasada, la Alianza de Protección a la
Biodiversidad denunció públicamente la presencia en
Nicaragua de una variedad transgénica de arroz, denominada
LL601,
resistente a herbicidas y desarrollada por la empresa
alemana Bayer Crop Science. Esta variedad de arroz no
ha sido aprobado para el consumo humano y la Unión
Europea y Japón ya decidieron suspender las
importaciones procedentes de los Estados Unidos.
SIREL
conversó con Denis Meléndez del Centro de
Información y Servicios en Salud (CISAS), para
conocer nuevos detalles de la investigación y cuáles han
sido las reacciones en el país.
-El resultado de los análisis que presentó la Alianza
de Protección a la Biodiversidad ha despertado mucha
preocupación y sería importante profundizar más los detalles
de esta investigación. Se han nombrado las marcas de arroz
que salieron contaminadas, pero ¿cuáles son las empresas
importadoras y comercializadoras del arroz?
-Las marcas que salieron afectadas y que nombramos
públicamente son Carolina, Indiana, Gallo Dorado,
Continental, Canilla, Faisán, América, Sabemás e Imperial.
La empresa que importa y comercializa la mayoría de estas
marcas es la Corporación Agrícola S.A. (Agri-Corp),
una empresa casi monopólica en el sector. Compra el arroz en
el exterior y a algunos productores nacionales y lo
comercializa.
-¿Por qué las muestras fueron recolectadas sólo en los
supermercados y se obviaron los mercados?
-Esta variedad de arroz LL601 ya había sido detectada
en muchos países de la Unión Europea, en
Japón e inclusive en Estados Unidos hubieron
reacciones. Ya el año pasado teníamos información que estaba
circulando a través de la red comercial en determinados
países y se sabía que todavía era una variedad de arroz
genéticamente modificada en fase experimental y no apta para
el consumo humano. El hecho de que recolectamos las muestras
en los supermercados tiene que ver con algunas motivaciones
básicas. Queríamos tener la certeza de que no íbamos a tener
contaminación en el proceso de recolección de muestras. Se
tuvo el cuidado de seleccionar redes de distribución de
nuestro país que ofrecen un mínimo de garantías: bolsas
selladas, bolsas con etiquetas que indicaran determinada
información, incluyendo el lote de importación y marcas que
están debidamente registradas en nuestro país. Eso quiere
decir que deben tener su registro sanitario del Ministerio
de Salud (MINSA) y el registro del Ministerio de
Agricultura (MAGFOR).
-¿Cuáles son estos supermercados?
-Son la Colonia, la Unión y el Palí que están entre los más
importantes del país.
Denis Meléndez y Gerardo Iglesias |
-¿En Nicaragua no existe una ley que obligue a las empresas
comercializadoras, en este caso Agri-Corp, a controlar la
calidad del producto que están ofreciendo en el mercado?
-En el año 2005, diferentes instituciones del Estado, entre
ellas el MAGFOR, el MINSA, el Ministerio del
Ambiente y Recursos Naturales (MARENA) y el Instituto
Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), el
sector universitario, instituciones del sector privado y la
Alianza
de Protección a la Biodiversidad nos dimos a la tarea de
trabajar una propuesta de ley sobre la base de consenso. En
noviembre del 2005 se presentó en la Asamblea Nacional un
proyecto de ley que vendría a contribuir en materia de
bioseguridad. Actualmente está todavía en la Comisión Salud
y supuestamente está casi listo el dictamen para ser llevado
al plenario. De ser aprobada esta ley contribuiría en
reglamentar este sector.
-¿Qué piensan hacer para mientras que se apruebe la ley?
-Estamos demandando al Poder Ejecutivo que se declare de
inmediato una moratoria con relación a organismos
genéticamente modificados. Urgen las dos cosas: un marco
regulatorio y una moratoria.
-¿Una moratoria supone la existencia en Nicaragua de un
mecanismo de control y de una capacidad técnico-científica
para poder detectar la presencia de transgénicos?
-La moratoria implica que los productos procedentes de
países desarrollados que llevan en su etiqueta una clara
indicación de que han sido sometidos a una modificación
genética, no entren al país.
-Se ha denunciado un hecho muy grave y preocupante ¿quién
tiene la responsabilidad de lo que está pasando?
-Creemos que hay varias instituciones y personas que deben
responder a esta situación. Todas las importaciones
necesitan la autorización de las autoridades de agricultura
y de salud. Además de eso, una vez otorgada la autorización
para la importación, como son productos que se suponen estar
aptos para el consumo humano, ambas autoridades deben hacer
monitoreos permanentes en la red de distribución, de tal
manera de que haya garantía que estos productos no vayan a
ocasionar daños en la salud y en la vida de las personas.
-Actualmente está pasando exactamente lo contrario, porque
es la sociedad civil que realiza estos monitoreos y se lo
señala a las instituciones…
-Precisamente y es por eso que las autoridades deben
responder por lo que está pasando.
-¿Cuál han sido las reacciones después de la denuncia?
-La Ministra de Salud declaró públicamente que se iba a
proceder a la formación de una comisión para realizar un
monitoreo, hacer los análisis correspondientes y verificar
la información que hemos presentado. Por otro lado, hemos
tomado contacto con el sindicato de los trabajadores del
MAGFOR
y junto a ellos, estamos promoviendo un encuentro con las
autoridades de este ministerio para presentarles
directamente los resultados de la investigación, para
después tomar las medidas pertinentes. La ocasión va a ser
propicia para que una vez más presentemos nuestro
planteamiento y sobre todo es importante que las
trabajadoras y trabajadores del
MAGFOR
hayan tomado conciencia del problema y se estén
comprometiendo, desde la institución, a velar por la salud y
la vida de los nicaragüenses.
-¿Qué les aconseja a los consumidores?
-Estas marcas de arroz no se venden sólo en los
supermercados, sino en toda la cadena de distribución a
nivel nacional. La gente debe tener el cuidado de averiguar
si se están presentando algunas reacciones físicas después
de haber consumido arroz. En ese caso, deben recurrir a las
diferentes instancias del Sistema de Salud y solicitar que
el sistema deje debidamente registrado en el expediente los
malestares que presentan las personas a partir del consumo
de arroz. De tal forma que vayamos construyendo una base
sólida y consistente de diferentes episodios que se
presenten en la salud humana.
En Managua,
Giorgio Trucchi
© Rel-UITA
26 de febrero de 2006 |
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Fotos:
Giorgio Trucchi
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