La infame patente del frijol Enola,
denunciada por primera vez por el Grupo ETC hace
ocho años como un cínico ejemplo de biopiratería,
fue anulada el 29 de abril del 2008 por la
Oficina de Patentes y Marcas Registradas de
Estados Unidos. Siendo una de las patentes sobre
plantas más controvertidas de la historia, su
derrota no tiene precedentes, pues involucró a
naciones tanto como a organizaciones de la
sociedad civil e instituciones internacionales
de fitomejoramiento.
“Se podría considerar que la decisión de la
Oficina de Patentes de rechazar la patente del
frijol Enola es una victoria, pero nos
inclinamos a pensar que es una farsa”, dijo
Hope Shand del Grupo ETC. “En esencia, el
sistema de patentes de Estados Unidos otorgó una
patente flagrantemente arbitraria para
monopolizar legalmente los mercados y destruir
la competencia durante casi la mitad de los 20
años que establece el término de la patente.
¡Incluso ahora el dueño de la patente podría
apelar mediante el sistema federal de cortes!”
explicó Shand.
“Lo peor es que los agricultores mexicanos -e
incluso algunos estadounidenses- que sufrieron
daños, como resultado de este monopolio injusto,
nunca serán compensados por sus pérdidas. Por
supuesto, las leyes de patentes no prevén ningún
mecanismo para compensar a los campesinos y
pueblos indígenas que son víctimas de los abusos
cometidos con las patentes”, agregó Silvia
Ribeiro de la oficina del Grupo ETC en
México.
Según el Grupo ETC, el hecho de que la apelación
de la patente durara ocho años demuestra que el
sistema de patentes no sirve para “corregir” los
abusos que se cometen en su interior. La primera
apelación de esta patente se solicitó en
diciembre del 2000. La Oficina de Patentes y
Marcas Registradas de Estados Unidos declaró su
rechazo preliminar a la patente tres años
después. Mediante una serie de retrasos y
distracciones burocráticas, se le permitió al
dueño de la patente extender su monopolio
exclusivo sobre una variedad mexicana durante
más de ocho años.
“Ya vemos cómo se demoran las batallas contra
las patentes. El año pasado, la Oficina Europea
de Patentes anuló una patente de
Monsanto
de amplio espectro (sobre una especie entera:
todos los frijoles de soya modificados
genéticamente) pero el proceso de la apelación
duró 13 años”, explicó Kathy Jo Wetter
del Grupo ETC. “El sistema de patentes sólo
sirve para fortalecer los monopolios, en todas
partes del mundo.”
Antecedentes:
La patente del frijol Enola tiene un lugar de
honor en el “Salón de la infamia de la
biopiratería” debido a que se probó que este
frijol amarillo es genéticamente idéntico a una
variedad mexicana de la leguminosa, lo cual no
debe sorprender, pues el dueño de la patente,
Larry Proctor, comenzó a involucrarse con
frijoles amarillos cuando compró una bolsa de
éstos en un mercado en México. Después de
asegurar su patente monopólica, Proctor acusó a
los agricultores mexicanos de violar su patente
(número US 5,894,079) porque vendían esos
frijoles en Estados Unidos. En
consecuencia, los cargamentos de frijoles
amarillos de México fueron detenidos en la
frontera con Estados Unidos, y miles de
agricultores mexicanos perdieron importantes
mercados. En 2001 Proctor demandó a 16 empresas
y agricultores del frijol en Estados Unidos,
nuevamente acusándolos de violar su patente.
Apelación
intergubernamental de la patente
En enero del 2000, el Grupo ETC (entonces RAFI)
denunció la patente del frijol Enola como
“Biopiratería de frijoles mexicanos” y demandó
su apelación y revocación. El Grupo ETC pidió
que la Organización para la Alimentación y la
Agricultura de Naciones Unidas (FAO) y el Grupo
Consultivo para la Investigación Agrícola
Internacional (CGIAR) investigara la
patente, por ser una violación al Fideicomiso
del CGIAR de 1994 que obliga a mantener
el germoplasma de ciertos cultivos de origen
campesino en el dominio público y fuera de los
reclamos de propiedad intelectual.
En acuerdo con el Grupo ETC, el Centro
Internacional para la Agricultura Tropical, con
sede en Colombia (CIAT, uno de los
centros del CGIAR), con apoyo de la FAO,
solicitaron oficialmente la apelación de la
patente predadora del frijol Enola en
Washington, D. C. “Reconocemos al CIAT y la FAO
por su actuación y por darle seguimiento a la
apelación de la patente durante ocho años”, dijo
Pat Mooney del Grupo ETC. “Joachim
Voss, anterior director general del CIAT,
merece reconocimiento especial por liderar la
apelación de la patente”, agrega Pat Mooney.
El Grupo ETC advierte que las patentes
monopólicas sobre semillas, genes y
características genéticas no son cosa del
pasado. En mitad de una crisis mundial
alimentaria que se profundiza, con el caos
climático como telón de fondo, las patentes
predadoras representan una amenaza mayor que
nunca. ¡Tenemos que seguir alerta!
Grupo ETC
5 de mayo de 2008