Cataluña - Un agricultor de Albons (Girona) quemó su cosecha de maíz, de unos 4.000 kilos, para reivindicar que la coexistencia entre los cultivos ecológicos y convencionales con los transgénicos no es posible.
 

El agricultor, Enric Navarro, se enteró el pasado diciembre a través de un análisis del Consejo Catalán de Producción Agraria Ecológica que su cosecha de maíz ecológico estaba contaminada por granos transgénicos en un 12,6 por ciento del total, la máxima concentración hallada en casos de contaminación, según las organizaciones naturalistas que le apoyan y el sindicato Unió de Pagesos (UP).

Ante esta circunstancia y que no podía comercializar su producto como ecológico, como él pretendía, decidió destruir la cosecha, lo que le comportará unas pérdidas de entre 2. 500 y 3. 000 euros. Navarro tiene intención de emprender acciones jurídicas contra los responsables de este hecho con la ayuda del sindicato Unió de Pagesos.

La procedencia del grano contaminado tiene dos hipótesis: de campos transgénicos de alrededor o que se encuentran a kilómetros de distancia -factible porque el Alt Empordà es una comarca de mucho viento- o, menos probable, porque hubiera granos modificados genéticamente entre los que compró como ecológicos.

Navarro y los colectivos que le apoyaron criticaron el Decreto de Coexistencia que quiere dictar la Generalitat según el cual la distancia mínima de seguridad entre cultivos transgénicos y tradicionales o ecológicos debe ser de, al menos, de 50 metros. «El campo de maíz más cerca del mío está a 70 metros, lo que ya demuestra que el decreto es erróneo», dijo Navarro.
 

Fuente: ABC

3 de marzo de 2006

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