Centenares de productores,
consumidores y miembros de organizaciones y
redes que conforman la Campaña “Semillas de
Identidad”1
se movilizaron hacia
Managua, para reafirmar la necesidad de rescatar
las semillas criollas y acriolladas, rechazando
al mismo tiempo la entrada al país de semillas
transgénicas.
Una caravana conformada por 350 productores y
productoras de 14 departamentos del país y que
representan a más de 35 mil familias campesinas
organizadas, recorrió las calles de Managua
recientemente y entregó un pronunciamiento a las
autoridades competentes en materia de
Agricultura, Ambiente y Recursos Naturales,
Protección y Sanidad Agropecuaria, así como a
diferentes Comisiones Parlamentarias.
El pronunciamiento reafirma la
necesidad de rescatar,
multiplicar, mejorar e impulsar el autoconsumo,
la comercialización y el intercambio de semillas
criollas y acriolladas de diferentes cultivos,
“como estrategia para garantizar la soberanía y
seguridad alimentaria nutricional a nivel local
y nacional”.
También demandaron a las instituciones
nacionales promover e institucionalizar el
mejoramiento campesino de semillas criollas y
acriolladas para fortalecer el saber campesino e
indígena local, y aprobar una reforma a la Ley
de Semillas “que promueva la conservación, uso,
manejo e intercambio” de estas semillas
autóctonas.
En el documento, exigieron que no se permita la
introducción de transgénicos al país para la
producción, investigación, reproducción y
comercialización en el territorio nacional, así
como que se promueva, apruebe y reconozca la
declaración de Municipios Libres de
Transgénicos, ya adoptada por cinco municipios
nicaragüenses.
“Tenemos nuestras semillas
nativas que rescatamos, protegemos,
cultivamos e intercambiamos. Tenemos
bancos de semillas en todo el país y
seguimos luchando para garantizar la
seguridad alimentaria y la
protección de nuestra biodiversidad.
¿Para qué queremos semillas
transgénicas? No las necesitamos” |
No a los OGM
“Tenemos nuestras semillas nativas que
rescatamos, protegemos, cultivamos e
intercambiamos. Tenemos bancos de semillas en
todo el país y seguimos luchando para garantizar
la seguridad alimentaria y la protección de
nuestra biodiversidad. ¿Para qué queremos
semillas transgénicas? No las necesitamos”, dijo
a Sirel la productora Mayra Rodríguez,
integrada al Programa Campesino a Campesino (PCaC)
del municipio de San Ramón.
Nicaragua cuenta actualmente con más de 250
bancos de semillas en todo el país, y hasta fin
de 2010 el PCaC-UNAG había logrado clasificar a
141 especies diferentes de frijol, 127 de maíz,
30 de leguminosas comestibles y 38 de sorgo.
En el pronunciamiento que se entregó a las
autoridades, los productores y productoras
exigieron también la implementación de políticas
y programas de fomento a favor de la agricultura
orgánica y agroecológica.
Asimismo, pidieron la aprobación de la Ley de
Biodiversidad, que aún no ha sido dictaminada
por la Asamblea Nacional, la implementación de
mecanismos para la protección de los recursos
genéticos comunitarios y el conocimiento local,
y que los programas de ayuda alimentaria se
abastezcan con productos locales, sin presencia
de transgénicos.
“Para enfrentarnos a todos estos retos
necesitamos el aporte y participación de las
autoridades, porque es su deber proteger el
patrimonio genético del país y lo debemos hacer
de manera articulada y organizada”, aseveró
Rodríguez.
Según Francisco Gutiérrez, productor del
PCaC de Rivas, ya se ha demostrado que
las semillas nativas son resistentes y de
calidad.
“No
queremos que la entrada de semillas transgénicas
afecte nuestro patrimonio genético, nuestra
cultura, y que nos volvamos dependientes de las
grandes transnacionales de semillas. Éstas sólo
piensan en sus ganancias y no en las
consecuencias y los daños que ocasionan, sobre
todo a los pequeños y medianos productores.
Vamos a seguir impulsando el rescate y el
intercambio de las semillas nativas desde abajo,
desde las comunidades, desde las familias
campesinas que producen alimentos y defienden
nuestros saberes”, concluyó Gutiérrez.
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