Veto
presidencial abre la puerta a las semillas
“Terminator”
El 18 de febrero
de 2009, la Asamblea Nacional de Ecuador aprobó
una flamante Ley Orgánica de Soberanía
Alimentaria, que entre otros puntos importantes,
declara al país “libre de cultivos y semillas
transgénicas”.
Sin embargo, a pesar de una amplia oposición
popular, la legislación dejó una puerta abierta
para la aprobación de cultivos transgénicos en
casos “excepcionales”. Posteriormente, el
presidente Rafael Correa ejerció un veto
parcial a esta ley y la mandó de nuevo a la
Asamblea legislativa, con una serie de
modificaciones.
Los cambios que
hizo el presidente debilitan peligrosamente la
ley y abren la puerta a las semillas Terminator.
La tecnología Terminator
se refiere al diseño genético de semillas
“suicidas”, programadas para ser estériles en su
segunda generación. La tecnología ha sido
rechazada ampliamente en todo el mundo por
movimientos campesinos e indígenas, gobiernos,
instituciones de investigación y agencias de
Naciones Unidas, como inmoral e indeseable.
Los cambios propuestos por el presidente
Correa, han alarmado a organizaciones de la
sociedad civil, que lo conminan a renunciar a
sus enmiendas y a prohibir explícitamente la
tecnología Terminator.
“Es muy
preocupante que en una ley que pretende afirmar
la soberanía alimentaria, se deje una puerta
abierta para una tecnología que fue diseñada
para impedirla”, afirma Silvia Ribeiro del Grupo ETC. "El
Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA
por su sigla en inglés)
y las empresas trasnacionales diseñaron esta
tecnología de semillas suicidas, explícitamente
para sustituir lo que llamaron las 'semillas
obsoletas' de los campesinos, pero desde que se
declaró la moratoria internacional contra
Terminator en el Convenio de Diversidad
Biológica (CBD) en el año 2000, las
empresas cambiaron su discurso y alegan que es
una medida de ‘bioseguridad’. Justamente ésta es
la interpretación que podrían usar con la
formulación que propuso ahora el presidente.”
Ribeiro agrega: “nos preocupa que este tipo
de lenguaje está apareciendo en varios países
del Sur global, lo cual interpretamos como el
nuevo intento de la industria biotecnológica
para anular la moratoria sobre Terminator
durante la próxima reunión del CBD el año
entrante en Japón.”
El artículo 26 de la Ley Orgánica de Soberanía
Alimentaria de Ecuador, titulado “Regulación de
la Biotecnología y sus productos” permite la
importación y procesamiento de materia prima
que contengan insumos de origen transgénico
siempre y cuando “cumplan con los requisitos de
sanidad e inocuidad y que su capacidad de
reproducción como semillas sea inhabilitada por trozamiento (…)”
La aclaración explícita de que las semillas
deben ser “inhabilitadas por trozamiento” se
incluyó para asegurar que si se importaran
granos transgénicos, sea como ayuda alimentaria
o para procesamiento, el flujo genético
accidental de esas semillas no contaminara los
cultivos en Ecuador, como trágicamente ha
ocurrido con el maíz en México y otros
países.
El texto del veto parcial del presidente
Correa elimina la frase “por trozamiento”
en el artículo 26, argumentando que trozar los
granos incrementaría los costos. El resultado es
que la nueva redacción permite ahora la
importación de materiales transgénicos siempre y
cuando su “capacidad de reproducción como
semillas sea inhabilitada”. Tal lenguaje
equivale a la aceptación de granos que contengan
tecnología Terminator.
Elizabeth Bravo de Acción Ecológica, una organización ambientalista de la
sociedad civil ecuatoriana que cuenta con gran
reconocimiento internacional, comenta: “Desafortunadamente,
los cambios que hizo el presidente a la
legislación reflejan la influencia de asesores
ligados a la industria biotecnológica.
Terminator es una tecnología experimental, que
nunca ha sido probada. Informes científicos
enviados al Convenio de Diversidad Biológica
demuestran que la complejidad y la inestabilidad
de las semillas Terminator significan que en la
práctica, seguirá habiendo escape de rasgos
transgénicos. En ese caso estaríamos frente al
peor escenario: que Ecuador permita tanto
la contaminación transgénica como las semillas
suicidas. Sería una amenaza directa a los
campesinos y a la biodiversidad agrícola,
elemento fundamental de la soberanía alimentaria
en Ecuador.”
Bravo
agregó que “el texto va contra las previsiones
del artículo 73 de la Constitución de Ecuador,
que establece que ‘se prohíbe la introducción de
organismos y material orgánico e inorgánico que
puedan alterar de manera definitiva el
patrimonio genético nacional.’"
María José
Guazzelli
de Brasil, de la Campaña Internacional
Terminar Terminator (integrada por cientos de
organizaciones en todo el mundo), también
expresó preocupación. “Sería vergonzoso que el
Ecuador, que siempre ha apoyado la
moratoria internacional contra Terminator,
abriera la puerta a esta terrible tecnología a
nivel nacional. En lugar de eso, debería
prohibir en su legislación la importación,
desarrollo, experimentación y comercialización
de las semillas Terminator, como ya lo hizo
Brasil.”
Silvia Ribeiro
Grupo ETC
21 de abril de 2009
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