Ecologistas en Acción ha iniciado una campaña que tiene como
objetivo conseguir la prohibición de la tecnología
Terminator. Esta tecnología vulnera claramente los derechos
de los agricultores, socava la soberanía alimentaria y
representa una grave amenaza para la subsistencia campesina
y para la biodiversidad.
Con el nombre de tecnología Terminator se conoce la
manipulación genética de plantas para que sus semillas sean
estériles. La tecnología Terminator –llamada también Sistema
de Protección de la Tecnología, o TPS por sus siglas en
inglés o Tecnología de Restricción del Uso Genético (TRUG)–,
fue desarrollada para evitar que los agricultores guardaran
y resembraran las semillas cosechadas. En la actualidad
todas las grandes multinacionales de ingeniería genética
están desarrollando este tipo de tecnología, y aunque
Terminator no se comercializa aún, ni hay ensayos de campo,
ya se han llevado a cabo pruebas experimentales en
invernaderos estadounidenses y se están tramitando más de 30
patentes en diferentes países, incluido el nuestro.
La tecnología Terminator ha sido condenada en todo el mundo
debido a sus graves repercusiones para los agricultores, los
pueblos indígenas, la biodiversidad y la seguridad
alimentaria. Su único objetivo es maximizar las ganancias de
la industria, impidiendo que los agricultores utilicen
semilla de su propia cosecha para la siembra, sin ninguna
contrapartida beneficiosa. Con ello se amenaza no sólo el
medio de vida de 1400 millones de campesinos que dependen de
sus semillas, sino el mantenimiento de la enorme diversidad
de variedades agrícolas conservadas en los campos de los
agricultores y fundamentales para la producción mundial de
alimentos.
Las multinacionales de las semillas y de biotecnología están
promoviendo el falso argumento de que Terminator puede
usarse para frenar la contaminación no deseada provocada por
los cultivos manipulados genéticamente. Pero esta tecnología
es compleja y poco fiable, no siendo posible garantizar su
estabilidad ni evitar la transferencia y dispersión de
genes. Los genes Terminator pueden introducir nuevos
riesgos, pudiendo pasar a otros cultivos o incluso a
parientes silvestres del entorno a través del polen. La
diseminación de genes estériles podría convertirse en una
catástrofe ecológica. Además, los agricultores que guarden
semillas de variedades contaminadas con el fin de
replantarlas pueden encontrarse que algunas de sus semillas
ya no germinan, ocasionándoles pérdidas significativas.
Ecologistas en Acción
Convenio
La Insignia / Rel-UITA
15 de
febrero de 2006
Volver
a Portada
|