La Unión
Europea
rechaza colza transgénica
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Organizaciones
ecologistas celebraron la decisión de un comité de
expertos de la UE de rechazar
una solicitud de Bruselas para importar colza
transgénica de la empresa estadounidense Monsanto. |
Los votos de seis de los 10
nuevos miembros que se incorporaron al bloque regional el 1
de mayo pasado hicieron posible una decisión mayoritaria
contra ese producto modificado genéticamente para resistir a
los herbicidas.
La votación marca un resultado
importante para la nueva Europa, destacó Geert Ritsema,
coordinador de transgénicos de la organización ecologista
Amigos de la Tierra/Europa.
"Esta votación demuestra que
Estados Unidos no puede contar con los nuevos países
miembros para promover sus políticas en el área de los
alimentos manipulados genéticamente", señaló.
"Los países miembros deben
anteponer la seguridad de los ciudadanos europeos y su
ambiente a los intereses financieros de gigantes de la
biotecnología como Monsanto y de sus amigos de la
Casa Blanca", exhortó Ritsema.
Los nuevos miembros Chipre,
Estonia, Hungría, Malta, Lituania y Polonia se unieron a los
antiguos miembros Austria, Dinamarca, Grecia, Italia, Gran
Bretaña y Luxemburgo para rechazar la colza conocida como
GT73, que fue modificada genéticamente para resistir al
herbicida Roundup de Monsanto.
Bélgica, República Checa,
Finlandia, Francia, Holanda, Letonia, Portugal, Eslovaquia y
Suecia respaldaron el lanzamiento de la semilla oleaginosa
transgénica, mientras Alemania, Irlanda, España y Eslovenia
se abstuvieron.
"El comité... representante de
los países miembros no alcanzó la mayoría calificada
necesaria para apoyar la propuesta de la Comisión de
autorizar la colza", anunció el miércoles la Comisión
Europea, órgano ejecutivo de la UE.
La votación fue la primera
prueba de la UE ampliada en el área de los organismos
modificados genéticamente tras la decisión de la Comisión el
mes pasado de introducir el primer alimento transgénico en
cinco años.
La Comisión prevaleció en mayo
en su propósito de importar una variedad de maíz dulce
transgénico. Los países miembros no lograron una mayoría
para destrabar la decisión y devolvieron el asunto de la
importación a la Comisión, que la aprobó.
El maíz dulce resistente a
pestes y herbicidas es el primer producto transgénico
autorizado en Europa desde la moratoria impuesta en 1999,
ante la creciente preocupación por el posible impacto de
esos productos en el ambiente y la salud.
La aprobación abarca sólo la
importación y venta del maíz en los países miembros, pero no
el cultivo.
Los críticos de la colza GT73
sostienen que Monsanto no ha respondido de forma
satisfactoria a las preguntas sobre su posible efecto
ambiental y en la salud humana.
Adrian Bebb, de Amigos de la
Tierra/Europa, dijo a IPS que el riesgo de polinización
cruzada es importante. "Las semillas de la colza son muy
pequeñas, fuertes y crecen muy bien en Europa... y pueden
cruzarse rápidamente con plantas silvestres", dijo.
El comité asesor del gobierno
británico sobre lanzamiento de nuevos productos al ambiente
(ACRE, por sus siglas en inglés) coincidió con Bebb. Los
científicos del comité advirtieron que si se importa la
colza transgénica "será muy probable la caída accidental de
semillas (durante el transporte) y esto resultará en... la
hibridación con plantas silvestres o con otros cultivos".
Autoridades británicas
exhortaron varias veces a Monsanto a elaborar un
programa de vigilancia adecuado y un plan de emergencia por
si ocurren esos accidentes.
La propuesta de importación de
la colza transgénica será tratada ahora por el Consejo de
Ministros, que tendrá tres meses para aprobarla o
rechazarla. Si el organismo no adopta ninguna posición en
ese plazo, el asunto volverá a la Comisión, que podrá
entonces tomar la decisión final como lo hizo en el caso del
maíz dulce.
Stefania
Bianchi
Nueva Europa
25 de junio de 2004
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