Costa
Rica
Santa Cruz, segunda
municipalidad libre de transgénicos
Una cultura ajena al modelo de las transnacionales |
Desde hace más de dos años, la multinacional
Monsanto tiene acceso directo y privilegiado al
conocimiento y al germoplasma (semillas) de
teocintle –pariente silvestre del maíz–, gracias a
investigadores públicos mexicanos que se lo brindan
directamente desde un lugar único: la sierra de
Manantlán, Jalisco, donde los científicos
encontraron, a finales de la década de 1970, una
especie de teocintle, el Zea diploperennis, que es
endémica del lugar. Por su importancia, este hecho
fue argumento para que en 1987, se declarase esta
zona como reserva de la biosfera |
El Concejo
Municipal de Santa Cruz, en la provincia de Guanacaste, se
declaró el pasado 24 lunes como el segundo territorio libre
de cultivos transgénicos en Costa Rica, luego de que el
pasado 28 de marzo lo hiciera Paraíso de Cartago.
De forma
unánime, las y los regidores de Santa Cruz aprobaron una
moción municipal donde se prohíbe el cultivo de productos
genéticamente modificados (transgénicos) dentro de los
límites del municipio.
Las plantas
transgénicas son variedades vegetales que han sido
modificadas genéticamente en laboratorios para otorgarles
características genéticas diferentes a las que tienen de
forma natural.
Los grupos
ecologistas han pedido al gobierno de Costa Rica una
moratoria de este tipo de plantaciones debido a la
posibilidad de que contaminen las variedades naturales de
plantas, y porque no se han hecho estudios suficientes para
saber con certeza si producen efectos dañinos sobre el ser
humano.
"El Concejo
Municipal está con la gente de nuestra región y es gracias
al importante trabajo de diferentes organizaciones
comunitarias que la municipalidad ha acogido tan visionaria
propuesta", declaró Roger Matarrita, regidor suplente y
coordinador de la Comisión de Ambiente de la Municipalidad
de Santa Cruz.
Según el
regidor, los pobladores de Guanacaste disfrutan "el poder
consumir platos tradicionales elaborados con variedades de
maíz criollas, como el atol de maíz maiceno o el atol de
maíz pujagua, y no quisieran que en un futuro estas
variedades de maíz sean contaminadas con genes
transgénicos".
En ese
sentido, la moción estableció un compromiso serio por parte
de la Municipalidad para fomentar y promover iniciativas de
agricultura ecológica en la región.
Para Juan
Arriaga, representante de la Fundación Sol de Vida, "este es
un paso en firme de un proceso que apenas está empezando".
"Esto se
podría describir como una alforja de dos sacos: en uno
apostamos hacia nuestras semillas criollas, hacia la
agricultura ecológica y a la comida saludable, y en el otro
decimos un no contundente a los transgénicos por todos los
riesgos e impactos que representan".
A juicio
del ambientalista, "la privatización y alteración de la vida
no tiene cabida en nuestra cultura".
El pasado 28 de marzo, el municipio de Paraíso, en la
provincia de Cartago, se declaró como el primer territorio
libre de alimentos modificados genéticamente en Costa Rica,
por un acuerdo municipal similar al que fue adoptado por los
regidores de Santa Cruz.
Para Doña
Fátima Montealegre, vecina de la comunidad de Santa Bárbara
de Santa Cruz y miembro de la fundación Sol de Vida, la
moción aprobada por la municipalidad santacruceña representa
"la justa cosecha de un bello proceso de estudio y
reflexión".
"Esta no es
una decisión de unos cuantos regidores, ésta es una decisión
impulsada desde las bases mismas de las comunidades
santacruceñas que hoy deciden junto con otras comunidades",
agregó.
Foro
Emaús
28 de
octubre de 2005
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