Cerca de 25 mil integrantes de la industria cañera
provenientes de 15 estados de la República marcharon
ayer por la mañana en el Distrito Federal en demanda
de que el gobierno federal no vete la ley cañera,
lo que afectó las principales arterias de la ciudad.
A
las 8:40 horas del miércoles, la Secretaría de Seguridad Pública
del Distrito Federal contabilizó alrededor de 10 mil cañeros.
Conforme la manifestación transcurría, los participantes
aumentaron a 25 mil, según los últimos reportes de las
autoridades.
Debido a que el contingente avanzaba a paso lento y alcanzó una
longitud de un kilómetro y medio aproximadamente, miles de
ciudadanos se vieron afectados.
La
movilización fue en protesta porque el gobierno Federal decidió
vetar el decreto cañero que, según los dirigentes cañeros,
consiste en garantizar un buen precio a los productores de caña
y tener un contrato de compra-venta, para no quedar directamente
en manos de los industriales.
La
Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar fue aprobada
el pasado 17 de marzo del presente por la Cámara de Diputados,
aunque el jefe del Ejecutivo anunció que la vetaría.
Organizaciones de cañeros han acusado al primer mandatario de
pretender con la no publicación de la ley "darle entrada a
organismos extranjeros para introducir alta fructuosa para dañar
a la industria azucarera nacional".
Por su parte, el secretario de Agricultura, Javier Usabiaga,
llamó a los cañeros que se manifestaron frente a la dependencia
federal y a sus dirigentes, privilegiar el diálogo y la
negociación, y abandonar la "cultura de la presión" como
mecanismo para resolver los problemas.
Dijo que el gobierno federal estará "siempre" para escuchar sus
planteamientos y construir con ellos, aseveró, un instrumento de
certidumbre, que dé seguridad al sector cañero.
Dijo que expresiones hechas por algunos de los oradores en la
manifestación del miércoles fueron de carácter "eminentemente
políticos", y por ello demandó anteponer el interés nacional al
de cualquier otro tipo. "Sobre todo, tratándose de un sector tan
sensitivo en la estructura social y tan amenazado por la
apertura comercial y por la competencia de sustitutos del
azúcar", aceptó Usabiaga, en conferencia de prensa, en Los
Pinos.
"Al Poder Legislativo le corresponde la elaboración de leyes,
sin embargo, la responsabilidad del Ejecutivo es su
promulgación, siempre y cuando éstas satisfagan el interés
nacional y cumplan en todos sus puntos con las leyes
fundamentales y secundarias de nuestro marco jurídico", explicó.
Dijo que las marchas y manifestaciones son formas de expresión
que han sido comunes en el sector cañero nacional, pero conminó
a abandonar la "cultura de la presión".
Argumentos
El
Presidente de la República ha señalado inconsistencias de la ley
cañera.
En
diversas reuniones ha quedado de manifiesto el grave riesgo que
para la viabilidad y supervivencia de la agroindustria del
azúcar tiene el proyecto de Ley de Desarrollo Sustentable de la
Caña de Azúcar.
La
ley provocó que 10 de los 11 inversionistas que adquirieron las
bases de la licitación de los primeros cuatro ingenios puestos a
la venta por el gobierno decidieran no presentar ofertas por la
desconfianza que les generó la posible aplicación de ley cañera.
La
ley reinstala las "aberraciones legales", económicas y sociales
que contenía el derogado Decreto Cañero, que en las últimas tres
décadas llevaron a la quiebra en dos ocasiones a los ingenios
privados.
La
ley aparenta proteger a los productores a través de esquemas
paternalistas del pasado, sin considerar productividad y
eficiencia.
Alejandro Baltazar y José Luis Ruiz
El Universal
28 de julio de
2005