El Supremo
Tribunal Federal de Brasil debe resolver si
acepta la extradición del coronel (R)
uruguayo Manuel Cordero solicitada por la
justicia argentina, que lo acusa de haber
participado en varias desapariciones
forzadas en el marco del Plan Cóndor. Desde
que comenzó la campaña internacional de la
UITA y el Movimiento de Justicia y Derechos
Humanos, la correlación de los votos cambió
a favor de la extradición. En diálogo con
Sirel, Jair Krischke, del MJDH, llamó a
redoblar el esfuerzo “porque la meta está
muy cerca”.
-¿Cuál es la situación en este momento con
respecto al trámite de la extradición de
Manuel Cordero en el Supremo Tribunal
Federal?
-Seguimos esperando la reanudación de la audiencia que fue
suspendida cuando el ministro Eros Grau
pidió el expediente para analizarlo. Es
interesante anotar que el pasado 11 de
septiembre, cuando empezó el juicio, Grau
ya había votado negando la extradición
diciendo, visiblemente contrariado, que
votaba a disgusto. Recordemos que en la
segunda sesión del pasado 30 de octubre, el
ministro Cézar Peluso manifestó su
voto favorable a la extradición y su
argumento constituyó una verdadera clase de
derecho, ya que el ministro relator,
Marco Aurelio, trató el asunto como si
se vinculara a un solo caso de desaparición,
el de Soba. Pero Peluso hizo
notar que hay más de diez casos de secuestro
con desaparición en los que Cordero
está implicado. Y además, incluyó en la
responsabilidad de Cordero el caso
del niño secuestrado en 1976 Simón
Riquelo, que recuperó su identidad hace
pocos años y por tanto el delito de
secuestro y desaparición contra él no
prescribió.
-¿Cómo había terminado la votación en
aquella primera sesión?
-El 11 de setiembre la votación nos era netamente
desfavorable: cuatro por la negativa a la
extradición y uno por la aprobación. Sin
contar al presidente -que desempata en caso
necesario- el STF tiene diez
integrantes.
-¿Qué consecuencias tuvo la exposición del
ministro Peluso en los demás miembros del
Supremo Tribunal?
-La magistral intervención del ministro Peluso provocó
que la ministra Lúcia cambiara su
voto de rechazo a la extradición, y que
ahora la aprobara. Y también ocurrió que
otros dos ministros pidieran anticipar sus
votos, ambos favorables a la extradición.
Ellos fueron Joaquim Barbosa y
Carlos Britto. Fue entonces cuando el
ministro Grau pidió vista del
expediente provocando la suspensión de la
sesión que se reanudará cuando él se lo
solicite al presidente del STF. No
tiene un plazo estipulado para hacerlo. Esto
es muy significativo, porque abre la
posibilidad de que Grau también
cambie su voto.
-¿Cómo quedó entonces la votación el 30 de
octubre?
-Veníamos de un cuatro a uno contra la extradición. El
ministro Peluso sumó un segundo voto
a favor, la ministra Lúcia le quitó
uno a la negativa y sumó el segundo a favor,
más los dos ministros que anticiparon sus
votos, en total la aprobación de la
extradición recibe ahora cinco votos. La
negativa, por su parte, ha quedado sólo con
dos votos firmes ya que el del ministro
Grau es por ahora indefinido. En
resumen, estamos cinco por la extradición y
dos en contra. Es importante tener en cuenta
que el ministro Grau es el relator en
una causa iniciada por el Colegio de
Abogados de Brasil ante el STF
con una sola pregunta: “¿La Ley de Amnistía
brasileña incluye los delitos de tortura y
de lesa humanidad cometidos por los
militares?”. En su argumento para pedir
vista del expediente de Cordero Grau
expresó que quiere estudiarlo bien porque
piensa que la causa de fondo es la referida
Ley de Amnistía brasileña. El ministro
Peluso intervino para aclarar que se
trata de dos causas completamente distintas
y que no se puede juzgar a una con base en
fundamentos relacionados con la otra.
-Quiere decir que con un voto más se aprueba
la extradición…
-Claro, porque son diez miembros más el presidente que vota
sólo en caso de empate. Cuando empezamos
esta campaña yo estaba muy esperanzado en
que lograríamos nuestra meta, pero debemos
reconocer que el resultado ha sido
espectacular, porque en cualquier país del
mundo un cambio de esta envergadura en la
votación de un Supremo Tribunal Federal es
verdaderamente remarcable. Es por eso que en
este momento debemos redoblar nuestros
esfuerzos para que la campaña se sienta en
el mundo entero, porque estamos muy próximos
de alcanzar nuestro objetivo. Incluso en la
explicación de su cambio de opinión, la
ministra Lúcia, al pasar, mencionó
que había recibido una gran cantidad de
mensajes relacionados con esta causa.
Vamos bien. Tenemos que continuar el esfuerzo.
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