Cordero
en Brasil, por ahora, en prisión domiciliaria.
Asombro: Fuma y corre pese
a "afección cardíaca”
Argumento del
Procurador General de la Nación brasileño en la causa de extradición de
Manuel Cordero impulsó juicio a los coroneles Carlos Alberto Brilhante
Ustra y Audir Santos Maciel.
Establece que
la desaparición forzada es crimen permanente. El militar uruguayo sigue, por
ahora, bajo prisión domiciliaria.
El largo y
lento proceso de extradición del torturador Manuel Cordero comenzó a
incidir en la interna política brasileña y el Fiscal General de la Nación,
doctor Antonio Fernández de Souza, tomó el caso del militar uruguayo para
posibilitar el enjuiciamiento de represores brasileños por casos de desaparición
forzada de personas.
Un artículo
del diario O Globo informó días atrás que la fiscalía militar de Brasil
empezó a investigar la eventual responsabilidad de los coroneles retirados
Carlos Alberto
Brilhante Ustra y Audir Santos Maciel por la desaparición en Brasil de 26 presos
políticos entre 1970 y 1976.
Brilhante Ustra, quien ocupó un cargo de agregado militar brasileño en
Uruguay, y Santos Maciel, fueron responsables de la agencia de
inteligencia DOI-Codi de San Pablo en los años de mayor represión de la
dictadura que derrocó a João Goulart en 1964 y permaneció en el poder
hasta 1985.
Crimen permanente
Las primeras
acciones para el enjuiciamiento por crímenes de lesa humanidad contra los dos
militares retirados fueron realizadas por la procuradora Hevelize Jourdan
Covas Pereira, quien envió un oficio al comando del Ejército brasileño para
conocer cuál era la responsabilidad que ambos tenían al frente de aquel servicio
de la represión. La acción se basó en una manifestación del Fiscal General de la
Nación, Antonio Fernando de Souza, quien en la causa por la extradición
del uruguayo Manuel Cordero, requerido por Argentina y Uruguay,
opinó que el delito de desaparición forzada era un crimen permanente en tanto
que los restos continúan sin aparecer hasta la fecha. El artículo de O Globo,
firmado por el periodista Ricardo Galhardo, subraya que en opinión
del Fiscal General de la Nación "esos
crímenes continúan aconteciendo y no prescriben, al contrario de los
asesinatos".
El argumento
llevó al fiscal militar José García de Freitas Junior a considerar
que era posible investigar esas desapariciones.
¿Cesará la domiciliaria?
El coronel Manuel Cordero, en
tanto, continúa disfrutando -por ahora- de su prisión domiciliaria en Santana do
Livramento, alojado en la casa de su cuñado donde suele realizar reuniones y
asados con amigos y viejos camaradas de armas, o frecuenta un bar cercano en el
que bebe cervezas, según denunció La República.
Precisamente,
la confirmación de esa denuncia, filmada por un corresponsal de Telemundo 12,
provocó conmoción en el ámbito judicial brasileño durante un reciente seminario
internacional que bajo el título de "La Lucha por Amnistía: 30 años", se realizó
en la ciudad de San Pablo. El video, en el que -pese a su supuesta afección
cardíaca- Cordero aparece fumando y huye corriendo de la cámara, fue
exhibido por el activista Jair Krischke a fiscales federales, quienes no
salían de su asombro. Copias de la filmación se enviaron al Supremo Tribunal
Federal, que aún no ha fijado fecha para definir la extradición.
Roger Rodríguez
Tomado de La
República, Uruguay
1 de junio de
2009