En la mañana del pasado jueves 6, el Supremo Tribunal Federal de Justicia dio luz verde por 6 votos contra 2 a la extradición del torturador y represor uruguayo Manuel Cordero, acusado de numerosos delitos contra los derechos humanos durante la “guerra sucia” en el Cono Sur.

 

El coronel Cordero está acusado de haber cometido secuestros, violaciones, torturas, asesinatos y desapariciones en el marco del “Plan Cóndor”. Vivía en Brasil desde julio de 2004, cuando huyó de un juicio que se le seguía en Uruguay.

 

En octubre de 2008, cuando la votación en el Supremo Tribunal se había paralizado y su resultado parcial era claramente desfavorable a la extradición, Jair Krischke, del Movimiento Justicia y Derechos Humanos, de Porto Alegre, presentó un informe de la situación en el Paraninfo de la Universidad de la República del Uruguay, y simultáneamente, junto a otras personalidades uruguayas vinculadas a los derechos humanos, se lanzó la Campaña Internacional por la Extradición de Cordero, promovida por la Rel-UITA.

 

Esta victoria de gran trascendencia moral, ética y política, tuvo en Jair Krischke a su protagonista esencial, cuya abnegación, inteligencia y tenacidad colaboraron de manera decisiva para llegar a este resultado.

 

Consultado por Sirel apenas minutos después de que se conociera el fallo del Supremo Tribunal -que deberá ejecutarse antes de 30 días- Jair confesó estar aún conmocionado por el resultado de la votación de los magistrados.

 

Comentando la sesión del STF, Jair relató que “La extradición de Cordero era el segundo punto en el orden del día del Supremo, pero sorpresivamente fue pasado al primer lugar. Inmediatamente el ministro Eros Grau, que en septiembre de 2008 había votado en contra de la extradición, y que luego, el 30 de octubre -ya con la Campaña de la UITA lanzada en todo el mundo-, solicitó “vista” del expediente para examinarlo, retomó hoy su votación cambiándola a favor de la medida. Fue el voto número seis que le dio mayoría absoluta a la extradición, por lo que no fue necesario continuar la votación. Una maravilla”, comentó Jair, conmovido.

 

“Es impresionante ver cómo meses y hasta años de lucha y afanes se concentran en 60 segundos, en algunas pocas palabras de un ser humano que liberan sentimientos de satisfacción, de alegría por el objetivo alcanzado colectivamente”, expresó Jair.

 

A pesar de esta emoción, Jair no perdió tiempo en autocomplacencias y alertó a la Policía Federal y la Policía Rodoviaria (de las rutas) sobre la decisión del STF para prevenir cualquier intento de escape de Cordero. “Claro que no puede huir a Uruguay y tampoco a la Argentina, pero sí podría hacerlo a Paraguay que está bastante cerca. Y ahí puede encontrar aliados. Así que estamos atentos a eso”, complementó.

 

“Estoy convencido de que este resultado es fruto de un proceso que tiene dos momentos sobresalientes: la sesión en la cual el ministro Cezar Peluso interrumpió la votación que venía toda en contra de la extradición, y solicitó el expediente. Eso abrió un  espacio para la incertidumbre. En esos días presentamos el caso en el Paraninfo de la Universidad en Uruguay y la UITA lanzó la Campaña Internacional por la Extradición de Cordero –recordó Jair-.

 

Al retomarse la votación sobre este caso, el ministro Peluso se pronunció en contra de la extradición con una argumentación jurídicamente brillante, tomando como ejemplo el caso de Simón Riquelo para ilustrar que no se puede decir que los desaparecidos están muertos, como razonaron otros Ministros. Esto provocó que la ministra Cármen Lúcia cambiara su voto y acompañara a Peluso. Luego los ministros Carlos Brito y Joaquim Barbosa anticiparon que también votarían a favor, y el ministro Grau pidió el expediente hasta hoy, cuando se pronunció -cambiando su voto anterior- por la extradición”, explicó Jair.

 

Este fallo del STF tiene una gran importancia también para la lucha por los derechos humanos en Brasil. “A partir de ahora se puede entender en Brasil que este crimen de la desaparición sigue vigente, no caduca, no prescribe, lo que significa que ‘nuestros’ delitos de lesa humanidad podrán ser juzgados –reveló Jair-.

 

Es una victoria muy importante para todos, porque en Brasil la impunidad para los crímenes de la dictadura está plenamente operativa. Este es el primer caso en el cual se reconoce que los crímenes de lesa humanidad son gravísimos, y que la desaparición es un delito permanente”.

 

En opinión de Jair Krischke “las cosas empezaron a cambiar a partir de la Campaña de la UITA. Tuvimos la prueba muy clara cuando la ministra Cármen Lúcia, que había votado en contra de la extradición, comentó públicamente en São Paulo que había recibido una gran cantidad de correos electrónicos expresándose a favor de la medida. Estas cosas no suelen ser admitidas en público, pero ella sí lo hizo. Nadie supone que ellos cambiaron su voto por la Campaña, pero sí que por ella le dieron la atención que el tema merecía –aseguró–.

 

Se dieron cuenta de que los ojos del mundo los estaban mirando. Y no es para menos: yo conté correos provenientes de casi 40 de países diferentes. Ellos comprendieron la responsabilidad que tenían entre manos, que no era un caso corriente de extradición, y afortunadamente estuvieron a la altura del desafío histórico”, concluyó.