Con
Adolfo Tigreros
¡Se
acabó la huelga de los corteros!
Los
ingenios aceptaron la mayoría de las reivindicaciones
Después de 56 días de una emblemática huelga que
movilizó a la sociedad colombiana, a la Central Única de
Trabajadores (CUT) y al movimiento sindical
internacional, los trabajadores y trabajadoras corteros
han alcanzado un acuerdo satisfactorio con la mayor
parte de los ingenios, y el resto firmaría compromisos
similares en los próximos días. La tenacidad, la
resistencia y la visión estratégica de los trabajadores
organizados lograron una victoria histórica que
reverdece al sindicalismo colombiano. Sirel dialogó con
Adolfo Tigreros, secretario de relaciones
intersindicales del Sindicato Nacional de Corteros de
Caña (SINALCORTEROS).
-¿En
qué ingenios se ha llegado a un acuerdo?
-En cinco de ellos -del Cauca, Central Castilla, Pichichí,
Providencia y Central Tumaco- ya se han firmado los
acuerdos y aún se continúa negociando en otros tres
-Manuelita, Mayagüé y María Luisa-. Esperamos que en
algunos días todos los ingenios hayan adoptado la base
general que ya fue aprobada por las partes.
Esto significa que
aproximadamente el 75 por ciento de los trabajadores ya
logró condiciones para levantar la huelga.
-¿Cuáles son esas condiciones?
-Se logró un aumento salarial promedio del 15 por ciento, que
los ingenios reconozcan y paguen los tres primeros días
de enfermedad que la Previsión Social no remunera, se
iniciarán planes de vivienda para los trabajadores y
trabajadoras en todos los ingenios, siendo el del Cauca
el más significativo con el compromiso de entregar 120
viviendas por año, se consiguió también la concreción de
un fondo de educación en todos los ingenios, y en este
caso también el más importante es el del Cauca, con mil
becas para trabajadores, trabajadoras y sus hijos e
hijas.
Se estableció que la jornada laboral no podrá extenderse más
allá de las cuatro de la tarde, lo que significa que se
trabajará ocho horas más un máximo de dos extras por
día, frente a las 12 o 14 horas que se trabajaba hasta
ahora; las empresas se comprometen a respetar el
derecho a la libre asociación de los trabajadores y
trabajadoras, y se dejó constancia de que los
corteros seguiremos luchando por lograr la contratación
directa y el abandono definitivo del sistema de
cooperativas de trabajo asociado. En la caña está apenas
el 1 por ciento de estas cooperativas, y solos es muy
difícil romper el modelo. Será necesario un movimiento
más amplio. Asimismo, se logró que las empresas
asuman los costos de la Seguridad y la Previsión social,
lo que deja a los corteros en la misma situación que los
demás trabajadores y trabajadoras colombianos.
-Se
avanzó mucho. ¿Qué otros puntos se acordaron?
-Estaba olvidando uno esencial: el control del pesaje de la
caña, sobre el cual siempre hubo discusión porque los
ingenios y sus mandos medios hacen muchas maniobras para
burlar el verdadero peso de la caña cortada, y roban al
trabajador. Ahora habrá una veeduría de los corteros en
este aspecto. Hubo conquistas grandes, y algo muy
importante es que se fortaleció mucho la organización
sindical: de
900 trabajadores que teníamos afiliados llegamos al
final del conflicto con más de 3.000, lo que significa
que los trabajadores están entendiendo la importancia y
la necesidad de la organización sindical, lo que nos
coloca en una mejor posición para enfrentar futuras
luchas.
-O
sea que el ánimo de la gente ha quedado muy fuerte…
-Estamos todos muy animados. Esperamos que los ingenios que
faltan reconozcan en pocos días que ya se ha logrado un
marco general en el sector y lo acepten para construir
sobre esa base una relación constructiva con los
trabajadores y trabajadoras organizados.
-¿Qué importancia ha tenido la solidaridad internacional
en el desarrollo de este conflicto?
-Sin duda que este paro de 56 días no hubiese sido posible
sin la decisión de los corteros y la solidaridad del
pueblo colombiano, pero también de las organizaciones
internacionales, no sólo en lo material sino también en
la presión que se ejerció sobre el gobierno colombiano
para que sentara a las partes en conflicto y obligara a
estos empresarios a negociar, a que abandonaran su
posición intransigente.
El gobierno ya había optado por ejercer la fuerza en contra
de nuestro movimiento, y la solidaridad internacional
fue vital para que esto no ocurriera y pudiésemos
avanzar con nuestras conquistas laborales. Valoramos
enormemente esta ayuda, y esto nos impulsa a establecer
los mejores lazos de colaboración y solidaridad con
todos los compañeros que estuvieron acá, atentos y
dispuestos a apoyarnos. Entre ellos el secretario
regional de la UITA, Gerardo Iglesias y
Luis Alejandro Pedraza del Comité Ejecutivo
Latinoamericano de la UITA, que estuvieron en las
carpas con nosotros y se reunieron con la Junta
Directiva de SINALCORTEROS. Pudimos conocer de
primera mano lo que significa la UITA y la
campaña internacional de solidaridad que llevan adelante
a favor de nuestra lucha. La UITA ha jugado un
gran papel en este combate, y esperamos seguir
manteniendo una relación cercana, de colaboración e
intercambio. Incluso, en la Asamblea que esperamos
celebrar la próxima semana junto a todos los nuevos
afiliados y delegados, pondremos en consideración
nuestra afiliación inmediata a la UITA para
integrarnos al gran movimiento internacional sindical y
conocer lo que otros sindicatos y luchadores están
haciendo en los demás países.
-Este ha sido para ustedes un conflicto de
características históricas…
-En Colombia este conflicto es histórico para la clase
obrera, muy golpeada por este gobierno neoliberal que ha
pretendido acabar con el sindicalismo. Esta lucha de los
corteros ha reanimado al movimiento obrero, para que nos
reorganicemos y, mediante la movilización,
reconquistemos los derechos que nos arrancaron y
alcanzar otros nuevos.
|