-¿Qué
resultados primarios podrías destacar del Grito de la Tierra
2006?
-Ayer fuimos recibidos por el Presidente de la República,
Lula, y cuatro ministros, junto a una representación de 40 delegados
del Grito de la Tierra de todo el país. Estaba el ministro de
Desarrollo Agrario, Miguel Rosetto, el ministro de la Secretaría
General de la Presidencia, y altas jerarquías ministeriales de
Hacienda y de la Seguridad Social. Mientras esto ocurría, frente al
Palacio Presidencial se concentraron más de 4.000 personas desde las
14 horas hasta el fin de la audiencia, a las 21 horas.
-¿Qué ocurrió en
esa audiencia?
-Hay algunos anuncios presidenciales interesantes. Voy a
mencionar ahora sólo los más importantes. En el ámbito del
Ministerio de Trabajo lo central es que se implementará un grupo de
estudio para ver cómo se incluirá a los trabajadores rurales en el
seguro de desempleo, ya que la gran mayoría de ellos aún no tienen
este beneficio básico. Con respecto a la seguridad social, el
gobierno se comprometió a que si el Congreso nacional no vota el
proyecto -que ha sido ingresado hace tiempo- antes del 15 de junio,
el Ejecutivo lo retirará y decretará una medida provisoria que tiene
efecto inmediato. En ese proyecto de ley aún no votado hay varios
puntos esenciales para los trabajadores agrícolas que serían
contemplados por esta otra vía.
Detrás del Grito de la Tierra hay mucho
trabajo, mucha lucha, hay compañeras y
compañeros que han viajado más de 6 mil
kilómetros para estar aquí en Brasilia, con
casi 15 días viajando. |
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-¿Hubo alguna
acción por la reforma agraria?
-El presidente Lula firmó delante nuestro cinco decretos de
desapropiación de tierras y se comprometió a cumplir el Plan
Nacional de Reforma Agraria para el cual hay que asignar recursos
suplementarios. En relación con el Ministerio de Justicia,
se analizó la campaña nacional e
internacional que estamos implementando la CONTAG y la UITA
contra la violencia en el
campo, y señalamos la necesidad de una acción
inmediata sobre este tema en todo el país. Lula se comprometió con
varias iniciativas dirigidas a cohibir la violencia en el campo.
Por otra parte, se negoció la liberación de 10.000 millones
de reales para la próxima zafra de agricultura familiar 2006-2007.
Lo más interesante en esto es que se aprobó una ampliación de las
normas del Programa Nacional de Agricultura Familiar (PRONAF), ya
que las franjas que estaban estipuladas hasta ahora producían
ciertos desajustes que tornaban esta normativa muy confusa e injusta
para algunos agricultores. Esto quedó subsanado. Asimismo, otro
resultado muy positivo es que se comprometieron 112 millones de
reales para la asistencia técnica.
-¿Qué pasó con
respecto al endeudamiento agrícola?
-Mientras se desarrollaba el Grito de la Tierra, más de 20
mil agricultores del sur de Brasil tenían varias rutas cortadas con
el fin de llamar la atención sobre sus dificultades para hacer
frente a sus deudas, en virtud del derrumbe de los precios de los
productos agrícolas. El Presidente habilitó una negociación con el
Ministerio de Hacienda, donde estamos en este momento, para ver la
posibilidad de implementar un bonus que mejore los precios y así los
agricultores puedan pagar los financiamientos. Este es un punto
central de nuestra agenda que aún está siendo trabajado.
-¿Cuál es tu
evaluación general de este Grito de la Tierra?
-Es muy positiva, con algunos aspectos que avanzaron de
manera significativa, y otros que seguirán siendo negociados con los
diversos Ministerios. También creemos que ha sido muy positivo
porque detrás del Grito de la Tierra hay mucho trabajo, mucha lucha,
hay compañeras y compañeros que han viajado más de 6 mil kilómetros
para estar aquí en Brasilia, con casi 15 días viajando. Tuvimos
momentos de mucha tensión, como el de ayer por la mañana cuando
colocamos bolsas de maíz, porotos y mandioca a la entrada del
Ministerio de Hacienda, pero finalmente los resultados los
consideramos positivos y el balance final lo haremos cuando se
resuelvan los puntos que aún continúan siendo negociados como,
además del mencionado relativo al endeudamiento, otro muy importante
como es establecer una política de precios agrícolas que asegure una
renta sustentable para los pequeños productores.
-¿Hubo compromisos
sobre la lucha contra la violencia en el campo?
-Creo que hubo una gran sensibilización sobre este punto. Se
acordó redactar en conjunto un proyecto de ley que regule los
deberes y derechos de los ocupantes de tierra, ya que muchos de los
episodios de violencia ocurren cuando los ocupantes son desalojados
de las tierras que invadieron. Asimismo, el Presidente dio
instrucciones concretas para que se instituya una mesa permanente de
diálogo con el gobierno para definir e instrumentar acciones contra
la violencia en el campo. Valoramos esto como una puerta abierta que
utilizaremos de forma permanente.