El Grito de la Tierra
es la más importante manifestación nacional coordinada
por la CONTAG
en apoyo al pliego de reclamos que está siendo
negociado con el gobierno nacional.
Las reivindicaciones de la
CONTAG, que fueron entregadas al presidente Luiz Inacio
Lula da Silva el 29 de abril, son el resultado de las
discusiones realizadas en las 26 federaciones
afiliadas y del plenario nacional de la confederación,
en el que participaron cerca de 200 dirigentes
sindicales.
El 11º Grito de la Tierra movilizó a más de 5.500
trabajadores y trabajadoras rurales de estados y
municipios de todo Brasil.
En el acto de instalación se destacó la lucha de la
CONTAG
por la “construcción de una nueva propuesta de
desarrollo que garantice el crecimiento económico con
la inclusión productiva, social y política de hombres
y mujeres. Un desarrollo económicamente viable, donde
predomine la solidaridad, la cooperación y la equidad,
ambientalmente sustentable y que supere las
subordinaciones de género, edad, raza y etnia. Un
desarrollo que apunte a la construcción de nuevos
caminos, ampliando los horizontes de las generaciones
presentes y futuras”.
“Queremos el fin de la lógica económica actual que privilegia
al sector financiero, desestimula la producción
interna, eleva el desempleo e incrementa los niveles
de desigualdad social”, agregó la declaración.
También se enfatizó en la necesidad de instrumentar de manera
urgente “una amplia y masiva reforma agraria, el
fortalecimiento de la agricultura familiar, el
estímulo a la agroecología y el pleno acceso a la
jubilación y más beneficios previsionales”. Asimismo
se reivindicó “el fin de la informalidad en las
relaciones de trabajo y del trabajo esclavo”.
Una fuerte ovación se escucho cuando se reclamó “el fin de la
violencia e impunidad en el campo y de las injustas
relaciones agrarias, sociales y laborales en el medio
rural”.
Por último, la CONTAG
manifestó su anhelo de que sea posible “el país de
nuestros sueños, sin hambre, sin miseria, sin
violencia, sin opresión. Con igualdad de derechos y
oportunidades. Están aquí mujeres y hombres que creen
en la construcción de un mundo con amor, solidaridad,
igualdad y esperanza en el futuro”, concluyó.
En Brasilia, Gerardo Iglesias
©
Rel-UITA
2 de
junio de 2005