Son 14 años de lucha y de negociación en una movilización que involucra a centenares de miles de familias rurales. Este ha sido un nuevo paso adelante en el proceso de conquistas de políticas públicas para los trabajadores y trabajadoras rurales. La importancia de este Grito va más allá de los intereses de la clase trabajadora rural y concierne a todo el país.

Este fue un Grito da Terra con un sentido especial, porque ocurrió en una coyuntura en la cual el mundo discute sobre agricultura, sobre producción de alimentos, sobre el modelo de desarrollo y la reestructura del sector industrial.

Es también especial porque una vez más hemos contado con una participación efectiva de nuestra Internacional, la UITA, que ha estado presente en todos los momentos de la movilización, registrando los principales hechos y ayudando en nuestro esfuerzo.

Ocurre en un momento especial, además, porque la movilización logró reunir a más de 10 mil trabajadores y trabajadoras rurales, en lo que ha sido uno de los Gritos da Terra más participativos en términos de movilización social.

Le fue entregada el Presidente de la República una pauta reivindicativa conteniendo más de 100 ítems concerniendo a 20 Ministerios del gobierno federal, que abordan temas como la política agrícola en general y las sectoriales referidas a la agricultura familiar, a los asalariados rurales, a los aspectos sociales como la salud y la previsión social, los asuntos ambientales, la reforma agraria, la soberanía alimentaria y el acceso a los recursos naturales del país. Hemos planteado con mucha fuerza el debate sobre el avance de la caña de azúcar para la producción de etanol, y sobre varios proyectos de ley muy importantes que están en discusión en el Congreso relacionados con la agricultura familiar y el desarrollo sustentable.

Tiene especial importancia en nuestros planteos el análisis sobre el modelo de desarrollo que queremos construir para el país. Se trata de un modelo con los pies en la agricultura familiar, frente a la agricultura de los grandes empresarios orientada exclusivamente a la exportación. Denunciamos la vergüenza del trabajo esclavo, la violencia y la impunidad en el campo brasileño.

Hemos vivido un Grito da Terra muy completo, que dialogó con la sociedad y con los más de 4 mil sindicatos que componen la CONTAG, en un proceso de discusión interna que fue construyendo, consolidando la pauta que le entregamos al presidente Lula.

Durante este año que pasó hemos atravesado momentos muy duros en nuestra lucha, momentos de máxima tensión en los que, inclusive, se estuvo a punto de decidir la ocupación de instalaciones públicas concernidas en la elaboración de la política agraria.

Finalmente hemos sido recibidos por el Presidente de la República junto a varios Ministros, y salimos victoriosos de estas jornadas porque muchas de nuestras reivindicaciones fueron respondidas positivamente.

Obtuvimos un fuerte incremento de los recursos dedicados por el gobierno al Programa Nacional de Apoyo a la Agricultura Familiar (PRONAF), mayor presupuesto para la asistencia técnica, casi se duplicó el presupuesto para nuestro programa de comercialización de la agricultura familiar, por primera vez logramos el compromiso del Presidente de que este año se modificarán los índices de productividad de las tierras potencialmente expropiables con destino a la reforma agraria, y obtuvimos mejoras en las áreas de juventud, mujer, y también el compromiso de que la base gubernamental en el Senado aprobará la medida provisoria sobre la jubilación de los trabajadores y trabajadoras del campo.

En esta oportunidad, además, en acuerdo con el Presidente, se integró un Grupo de Trabajo que analizará la situación de los trabajadores y trabajadoras rurales en las grandes plantaciones, ya sea de naranjas, de caña de azúcar y de otros cultivos que serán mecanizados en un futuro próximo. En ese espacio se discutirá sobre las consecuencias de esa reestructura productiva y de cómo se abordará la situación de los miles de trabajadores y trabajadoras cuyos empleos, muy probablemente, dejarán de existir. En algunos puntos se nos dio una respuesta que aún debemos analizar.

Por todo esto creemos que hemos salido victoriosos de este Grito da Terra Brasil 2008. No hemos resuelto todo, continuamos con problemas y amenazas, debemos seguir luchando por otro modelo de desarrollo, por la definición de un marco regulatorio para el sector agroindustrial y para los monocultivos como la caña de azúcar y la soja, por regulaciones referidas a la extranjerización de la propiedad de la tierra.

Hemos obtenido estas conquistas gracias a la capacidad de lucha y movilización de nuestra gente, de nuestras bases, de nuestra unidad y organización especialmente en la CONTAG. Esta victoria servirá también para templar el ánimo de todos nosotros y decirnos que vale la pena luchar, y que si nos mantenemos en este proceso estaremos acercándonos a la construcción de un país más justo, más soberano, en el cual el sol brille por igual para todos y todas.