El
miércoles 6 de abril fue una jornada difícil en Managua. El sector de
los bananeros afectados por el Nemagón convocó una conferencia de
prensa improvisada y ocupó la calle frente a la Asamblea Nacional,
donde están acampados junto a miles de personas.
Desde hace algunos días los trabajadores en lucha estaban
lamentando que después de un mes de permanencia en Managua, los
resultados obtenidos eran pocos, que los diputados continuaban
negándose a hablar con ellos y que dejaron de asistir a las reuniones
de negociación. Además, algunas de las 19 reivindicaciones ya habían
sido rechazadas.
Esta situación llevó a los sectores en lucha a incrementar la
tensión reponiendo las amenazas de desobediencia civil que vienen
anunciando desde que están en Managua.
Según Victorino Espinales, presidente de la Asociación de los
ex bananeros afectados (Asotraexdan), sólo la Ministra de Salud estuvo
dispuesta a escuchar nuestros reclamos, pero los demás funcionarios
fingen que no nos ven. Ante esta demostración de desinterés,
comenzaremos con lo que prometimos desde un principio. Empezaremos a
enterrarnos vivos, haremos huelga de hambre, y yo seré el primero.
Ya son 40 las personas que han salido de aquí hacia los
hospitales, debido a las graves condiciones en que se encuentran, pero
nadie dice nada. Hay diputados que nos convocaron varias veces, pero
nunca nos recibieron porque mandan decir que están muy ocupados.
Durante la Semana Santa se fueron de vacaciones a beber “guaro”, y
luego regresaron con tanta resaca que no quieren trabajar”.
La sociedad civil nicaragüense ha participado activamente en
la protesta, defendiendo la posición de los acampados.
Vidaluz Meneses, de la Coordinadora Civil, no pudo
contener las lágrimas al comentar la insensibilidad de las
instituciones nacionales ante el drama del Nemagón y la situación
dramática que está viviendo el país. “Los intereses económicos son
ahora más importantes que la vida de los nicaragüenses. ¿Qué puede
decirse del comportamiento de los diputados? Antes de Pascua hemos
acompañado la delegación de los trabajadores en lucha para presentar
ante la presidencia de la Asamblea Nacional una nota con las
reivindicaciones, explicando la gravedad de la situación. Finalmente
nos mandaron decir que nos recibirían, pero cuando fuimos no había
ninguno en sus despachos; estaban reunidos en sus partidos. Ayer
debían ser recibidos por el grupo parlamentario del Azul y Blanco, y
ellos también dieron marcha atrás a último momento. Sólo están
encontrando puertas cerradas y rechazo de escucharles. Como sociedad
civil buscamos siempre decirle a la gente que debe usar métodos
cívicos, respetuosos de los derechos humanos, pero somos testigos de
que esta gente afectada ya ha intentado todo, y de ahora en adelante
apoyaremos cualquier cosa que hagan porque tienen razón. Las
instituciones le están dando la espalda al pueblo y no se entiende
para quién están gobernando. Lo que más me preocupa es que ante esta
insensibilidad de las instituciones, pueda haber muertos en los
próximos días. No es posible seguir así. Ya empiezan a llegar hasta
aquí estudiantes y toda la gente que ya no puede soportar más los
aumentos, como el del transporte... No sé en qué está pensando esta
gente, estos políticos.
Los bananeros no están reclamando respuestas solamente para
sí y los cañeros, sino que plantean reivindicaciones integrales para
el futuro de Nicaragua. Si no se frena la contaminación de las aguas,
el uso indiscriminado de pesticidas, si no se reforesta, no habrá
futuro para Nicaragua. ¿En qué lenguaje debemos hablar para que estos
políticos lo entiendan? Apoyamos la desobediencia civil, e invitamos a
la gente a no pagar más los impuestos, ya que no se usan en beneficio
de la gente más pobre”.
Bayardo Izaba, del Centro Nicaragüense de Derechos
Humanos (Cenidh), ha denunciado que “la lucha de esta gente es
totalmente apoyada por la sociedad civil. Los 19 puntos que están
reclamando no son negociables y lo que ocurrió en la Comisión Nacional
de Pesticidas (CNP) fue un comportamiento vulgar e irrespetuoso por
parte del delegado del Ministro de Agricultura (MAGFOR), el señor
Denis Salgado. Uno de los puntos centrales de la propuesta de los
afectados es la prohibición de importación y comercialización de 12
pesticidas llamados ‘la docena maldita’. Después de una reunión de la
Comisión Interinstitucional se decidió que la CNP se debería reunir
con la participación de la sociedad civil para considerar la propuesta
de derogar una resolución del MAGFOR que permitía la presencia de
estos pesticidas en Nicaragua. Quiero denunciar que el gobierno ha
obstaculizado el proceso de negociación con los afectados, y que tiene
un motivo bien concreto. Uno de estos pesticidas, el Metamidofós, es
producido por el propio ministro de Agricultura, Augusto Navarro, en
su empresa ‘San Cristóbal’, en la zona de Chinandega. En la Comisión
Nacional de Pesticidas, en el momento de la votación, todas las
instituciones gubernamentales y los productores votaron en contra de
la eliminación. Como existía paridad en los votos, el delegado del
ministro Navarro que era el presidente de la Comisión y podía votar
doble, hizo valer esa prerrogativa y permitió que los 12 pesticidas
continuaran siendo importados y comercializados en Nicaragua, con gran
satisfacción de su Ministro. Este es uno de los tantos motivos que ha
llevado a la gente a ocupar la calle”.
Las acciones continuarán, cada vez más duras, en tanto parece
ser la única manera de hacerse sentir verdaderamente, y mientras la
gente está muriendo, los diputados suspendieron toda la agenda
parlamentaria hasta la próxima semana a causa de la muerte del Papa.
El tiempo pasa velozmente. Hace 45 días que partimos de
Chinandega, un período largísimo para las condiciones que nos rodean,
y no se ve en el horizonte ningún puerto seguro. La necesidad de
hacerse visibles podría incluso provocar acciones desesperadas, y el
comportamiento de la clase política de este país es VERGONZOSO,
incluyendo a los sectores de la izquierda nicaragüense que continúan
hablando en nombre de los pobres, pero con estos pobres no gastan
siquiera el tiempo de intercambiar algunas palabras.
A nivel internacional es importante destacar que la Unión
Internacional de Trabajadores de la Alimentación se unió a la campaña
lanzada por Italia-Nicaragua, y ha comenzado el envío de mensajes de
protesta de todo el mundo desde su sitio
www.rel-uita.org.
Mientras los bananeros manifestaban en medio de la calle,
llegó una macha de estudiantes contra el aumento del transporte y para
reclamarle al gobierno un inmediato plan de emergencia energética.
Millares de estudiantes universitarios atravesaron Managua y se
solidarizaron con los bananeros en lucha con saludos, puños en alto,
abrazos y decenas de explosiones de “morteros caseros”.
La marcha, a la cual adhirió inclusive el Frente Nacional de
los Trabajadores (FNT), y muchas otras organizaciones de la sociedad
civil, fue absolutamente pacífica, a pesar de algunos momentos de
tensión cuando unos estudiantes salieron directo hacia la Casa
Presidencial que estaba custodiada por fuerzas especiales de la
Policía, pero la situación volvió rápidamente a la normalidad. El
líder estudiantil, Yasser Martínez, declaró que “la responsabilidad de
todo lo que está ocurriendo recae sobre un gobierno incapaz de
prevenir el desastre económico y los aumentos que están golpeando a la
población, sobre todo a los más pobres que es la inmensa mayoría.
Permaneceremos en las calles de Managua todo el tiempo que sea
necesario hasta que sea retirado el aumento del pasaje de autobús y
hasta que el gobierno presente un plan de emergencia energética,
porque en los próximos días aumentará todo. Sabemos que Hugo Chávez,
presidente de Venezuela, le ha propuesto al presidente Bolaños la
venta de petróleo a bajo precio, pero Bolaños no aceptó, porque tiene
vinculaciones con las transnacionales estadounidenses con presencia en
nuestro país. Por tanto, él es el responsable de todo esto, y
continuaremos nuestra movilización hasta tener una respuesta
concreta”.
Los estudiantes, inclusive, invitaron al dirigente bananero,
Victorino Espinales, a subir a su estrado. “Hace años era y éramos
jóvenes como ustedes –dijo Espinales–, tomábamos las calles como
ustedes para combatir contra una dictadura. Estábamos llenos de
energía, sanos. Vean ustedes lo que ocurrió después... Hace cerca de
media hora llegó hasta mis manos el nombre del compañero 901 muerto a
causa del Nemagón. Murió luego de estar cuatro días en el hospital de
donde fue dado de alta y llevado hasta su casa donde quería morir.
Muerto, como estamos muriendo todos nosotros. Quiero ser sincero con
ustedes, comunidad universitaria: los diputados y el gobierno son
responsables de este problema. No nos quieren recibir. Estamos
muriendo, señores, y queremos decirles esto. Somos padres y madres que
tenemos hijos en la Universidad. Hemos apoyados vuestras recientes
luchas hasta que conquistaron sus objetivos. Los llamamos hoy a
permanecer con nosotros en la calle, a luchar con nosotros, ¡los
viejos! ¡Los invitamos a quedarse con nosotros en este campamento de
forma permanente, luchando juntos!
Simultáneamente, los taxistas manifestaban su desacuerdo con
la política del Ministerio de Transporte, Pedro Solórzano, y ocupaban
varias partes de la ciudad chocando con la Policía. Algunas versiones
aseguran que hay decenas de arrestados.
Así termina una de las jornadas más tensas del año, que vio
coincidir la lucha de varios sectores, aunque cada uno con sus
reclamos y reivindicaciones. Mientras el presidente Bolaños se apresta
a volar a Roma para asistir a los funerales del Papa, el país parece
estar un paso más cerca de una grave crisis, y en los próximos días es
probable que se intensifiquen las acciones de lucha y de protesta.
Fotos y texto, en
Managua: Giorgio Trucchi
Traducción: Carlos
Amorín
12 de abril de 2005