En una reciente conferencia de prensa brindada en Managua de
forma conjunta por el vicepresidente de la Dole,
Michael Carter, y el presidente de Asotraexdan,
Victorino Espinales, el ejecutivo estadounidense
desconoció de hecho la existencia de personas afectadas
por el pesticida, pidió la derogación de la Ley Especial
364 y exigió la suspensión de cualquier tipo de demanda
en contra de su empresa.
Espinales, por su parte, no mencionó cuáles serían para ellos
los puntos irrenunciables en esta negociación, y tampoco
negó la posibilidad de llegar a un acuerdo final en el
que se aceptarían las exigencias de la Dole.
Sirel dialogó con Espinales para conocer cuál es la
estrategia de este sector de bananeros frente a un reto
que se perfila muy complicado y que está originando
muchas preguntas.
-¿Desde hace cuánto tiempo se está gestionando esta
propuesta de negociación con la Dole?
-Hay que aclarar que hemos aceptado explorar ese campo -que
todavía no es una negociación sino una exploración- en
virtud de la ruptura del vínculo con los abogados que
habíamos contratado anteriormente, por lo que tuvimos
que buscar una nueva ruta.
Se está hablando mucho en estos días sobre la Ley 364. Por un
lado, la Dole está pidiendo su derogación, y por
el otro los abogados ya entregaron cinco artículos de la
ley.
-¿Cómo que “los entregaron”?
-En los juicios contra las transnacionales iniciados el año
antepasado los abogados renunciaron formalmente a los
artículos 4 y 8, y consecuentemente al 5, 7 y 11.
-¿Cuál es el contenido de estos artículos?
-El artículo 4 es la columna vertebral de la Ley y dice que
si la empresa no deposita 100 mil dólares por cada
compañero demandante, no puede participar en el proceso.
Suspender este artículo, como hicieron los abogados sin
comunicarlo a nadie, significa que los juicios nunca van
a terminar.
Ese artículo, y los otros que están relacionados, son los que
más presionan a la empresa. Por ejemplo, el artículo 7
dice que si las empresas no depositan la cantidad
prevista en el artículo 4, tendrán que renunciar al
“Forum No Conveniente”, y tienen que someterse a la
jurisdicción de los tribunales en Estados Unidos.
Hay otros motivos. Por ejemplo que lo abogados, además de
renunciar a esos artículos, pusieron por escrito que
asumirían los costos procesales, lo que significa que se
los van a trasladar a los compañeros afectados.
-Regresando a la pregunta, ¿cómo se originó la idea de
una negociación con la Dole?
-Para nosotros es una primera oportunidad de explorar una
posibilidad de negociación. Por eso estamos hablando de
exploración y no de negociación. Ellos, como
empresarios, están pidiendo diferentes cosas, y nosotros
reclamamos otras cosas. Lo que queremos es que eso sea
simultáneo -“me das que te doy”-, hasta que lleguemos a
un equilibrio.
-¿Por qué sólo con la Dole y no con las otras
transnacionales demandadas?
-La Dole no asume la responsabilidad que tienen otras
empresas, y la posible negociación sería con ella y con
la Standard, que son la misma cosa. Si se llegara
a un punto de equilibrio y se comenzara una negociación
con la Dole, podríamos proponer una reforma de la
Ley 364 y no una derogación total, porque quedarían
pendientes las otras empresas. Sin embargo, la Dole
ya dijo que iba a hablar con las otras empresas para que
se involucren en el proceso.
-¿Ese proceso que está comenzando fue el resultado de un
contacto directo entre Dole y Asotraexdan, o
participaron también otras instituciones nicaragüenses?
-La gestión fue nuestra y el gobierno no participó de ninguna
manera. Hubo un primer acercamiento en 2004, pero no se
llegó a nada. Hubo otro intento de acercamiento por
parte de la Dole el año pasado, mientras
estábamos en el plantón en Managua, y comenzamos a
conversar hasta llegar a la decisión de intentar una
primera exploración.
-La
posición del vicepresidente de la Dole, Michael Carter,
ha sido muy clara: pide la derogación de la Ley 364, la
suspensión de todas las demandas y no reconocen que
existan afectados por el Nemagón en Nicaragua. ¿Qué
opina Asotraexdan al respecto?
-El señor Carter está haciendo un juego de doble vía. Él está
creyendo que puede engañarnos como si fuésemos niños, y
por eso pide que de antemano se derogue la Ley y se
suspendan las demandas.
Además, creo que el señor Carter piensa que nos va a
intimidar. Nosotros estamos preparados e inclusive ya
tenemos contactos con unos nuevos abogados. Si este
diálogo y negociación no funcionan, vamos a los juicios.
No hemos renunciado a ellos. Lo que hemos hecho es
entrar en un compás de espera, porque creemos que hay
que explorar esta oportunidad. Hay que tomar en cuenta
también que la gente está muy cansada y se está
muriendo.
Carter pide la derogación de la Ley y no reconoce a los miles
de afectados, pero al mismo tiempo quiere negociar.
Entonces, ¿cómo se le entiende? Cuando uno quiere
negociar con alguien es porque hay un problema y te está
dando la razón. Esta razón es la que nosotros vamos a
ampliar, y le vamos a demostrar al señor Carter que sí
hay problemas.
-La
Dole dejó en claro cuáles son sus puntos irrenunciables,
¿cuáles son para ustedes los puntos a los que no van a
renunciar por ninguna razón?
-No vamos a renunciar a decir que hay enfermedades producidas
por el DBCP y que van mucho más allá de los casos de
esterilidad. No vamos a renunciar a la Ley 364 si no hay
equilibrio y si no hay una propuesta satisfactoria que
llene los requisitos de ese mal que padecen los
compañeros y compañeras, como producto de la
contaminación. Tampoco vamos a renunciar a nuestros
principios. Buscamos una solución negociada y
simultánea, y siempre hemos dicho que si no hay
satisfacción en la propuesta que se haga o en la
discusión que tengamos, no hay arreglo. Vamos a mantener
nuestra posición hasta que aparezca realmente una
alternativa que sea satisfactoria para los afectados.
-¿Cómo sería posible técnicamente llegar a una
derogación o reforma de la Ley 364 si, al final, no va a
depender de ustedes, sino de las instituciones y tomando
en cuenta que hay otros grupos de afectados que todavía
están utilizando esta Ley para sus demandas?
-Nos quedan sólo dos caminos. Aprovechamos la oportunidad de
buscar una alternativa y una solución al caso, o dejamos
que esos casos se vayan lejos y para largo. ¿Cómo
podemos hacer que esto se arregle? Si llegamos a un
punto satisfactorio en la negociación, la propuesta la
vamos a hacer junto al Parlamento. Te adelanto también
algo que todavía no hemos dado a conocer. Vamos a
proponer en la mesa de negociación, como salvamento y
garantía para la futura generación de trabajadores,
cinco nuevos elementos.
De esa manera vamos a rescatar con otras leyes que sean de
corte nacional lo que vamos a dejar ir de la actual Ley
364. Si las instituciones nicaragüenses no van a querer
aceptar estas reglas del juego, entonces que nos paguen
los diputados y el gobierno. Estamos preparados para
cualquier circunstancia que se nos dé en esta
negociación. Los otros grupos no nos preocupan, porque
hace rato que dejaron morir la Ley 364.
-Esa
Ley ha sido el símbolo de la lucha de los afectados por
el Nemagón, y ustedes han marchado muchas veces para
defenderla. Permitió que por primera vez se condenara a
las trasnacionales e hizo que cayera el “Forum No
Conveniente”. En los “plantones” murió gente para
defenderla. ¿Cómo justifican que se pueda utilizar ahora
como objeto de intercambio para lograr las
indemnizaciones?
-Se puede decir de esta manera: cuando somos niños no tenemos
las capacidades para enfrentar al mundo, pero cuando
somos adultos sí que podemos enfrentarlo. Para llegar a
ser adulto hay una serie de condiciones que se tienen
que dar para que puedas defenderte. ¿Qué es lo que
haremos? Ahora vamos a utilizar capacidades más
adecuadas o de gran envergadura que antes, al comienzo
de la lucha, no teníamos. Aquí hay muchas cosas que no
se han dicho de parte de la dirigencia nuestra y por eso
anuncio que habrá sorpresas en la mesa de negociación.
Lo que vamos a hacer es trasladar el espíritu de la Ley
364 a otras propuestas de leyes que vamos a hacer en la
mesa.
La Ley 364 no es el único instrumento que se puede utilizar
para proteger a los trabajadores, porque hay que
recordar que cuando esta Ley desaparezca y las
transnacionales regresen al país, hay que tener
condiciones para seguir defendiéndolos.
Al final, lo que se está haciendo es trasladar todo el poder
de la Ley 364 a un poder interno, exclusivo, para que la
transnacional que quiera invertir en el país tenga que
someterse a las reglas de juego. No estamos diciéndoles
a las transnacionales que se lleven la Ley 364 y ya,
porque eso sería traicionar mi propia sangre y mi propia
fe.
-¿Por qué creen que la Dole accedió a explorar la
posibilidad de una negociación? ¿No será también porque
le tiene miedo a los juicios?
-No creo que sea por los juicios que todavía están activos en
Nicaragua y en Estados Unidos, y tampoco porque le
tengan miedo a los abogados que los llevan adelante.
Creo que la Dole está trabajando nuevos métodos
de expansión en el mundo, relacionados con su política
económica neoliberal y a la globalización. El señor
Carter lo dijo claramente cuando afirmó durante la
conferencia de prensa que quieren que Nicaragua vuelva a
ser un país anfitrión para la Dole. Les interesa
regresar a Nicaragua porque es una tierra apropiada para
expandirse.
El segundo elemento es que saben perfectamente que el
problema no son los abogados y sus juicios, sino que
somos nosotros, porque hemos gritado al mundo el
problema que existe en Nicaragua y que hay que
resolverlo. Las dos cosas son viables. Es posible hacer
un arreglo satisfactorio que regule el futuro del
inversionista con los derechos de los trabajadores. No
están preocupados por los juicios, porque saben que los
pueden atrasar por otros 100 años.
-¿No
creen entonces que la Ley 364 tenga todavía un gran
valor y que la Dole quiera negociar porque le tiene
miedo a perder un juicio que manche definitivamente su
imagen?
-¿A qué le tiene más miedo la Dole? ¿A lo que estamos
denunciando todos los días o a la Ley 364? Creo que le
tiene miedo a las dos cosas, las dos piezas son vitales
para ellos y tienen que resolverlas. En este momento
creo que para ellos es más eficaz entrar primeramente a
un diálogo y a una plática directa con nosotros que
enfrentarse al problema de la Ley. Para nosotros, esta
Ley 364 va a tener el mismo valor desde el día en que se
aprobó hasta que se cierre con un broche de oro una
negociación satisfactoria para cada compañero.
-Pero hay efectivamente demandas radicadas en otros
países, como es el caso de Venezuela, donde fueron
aceptadas por las Cortes locales y se está esperando una
sentencia…
-Es mejor ganar un buen arreglo que perder un buen pleito. Es
cierto que los abogados han abierto juicios en todos
lados, pero repito, ¿qué hago yo si en los juicios
ganados en Nicaragua han renunciado a la columna
vertebral de la Ley 364?
-¿Por qué no intentar el camino de los juicios otra vez,
tal vez buscando, cosa que nunca han hecho, un organismo
internacional que trabaje por la defensa de los derechos
humanos y no por negocio personal, y que trabaje también
el aspecto legal de los casos?
-Sabemos que hay organismos como los que menciona, pero el
problema es que no tenemos los recursos, y para una
situación como la nuestra se necesitan muchos recursos.
Si los tuviéramos, y también un contacto directo con
estos organismos, te aseguro que nos iríamos por la vía
judicial. Hay diferentes organizaciones que nos han
apoyado, pero sobre todo en términos morales y no
económicos. Son muy pocas las organizaciones que nos han
apoyado también económicamente.
-¿No
han pensado que detrás de la llegada de la Dole pueda
haber una estrategia para desprestigiar a Asotraexdan
frente al país? Ya han surgido muchos rumores y
preocupaciones sobre esta negociación, y esto podría
debilitar la imagen de Asotraexdan, lo que para la Dole
sería un gran resultado…
-Puede ser que exista esa estrategia, pero hay una verdad y
nadie quiere verla. Si no nos sentamos con los dueños de
la empresa que es responsable del mal que nos han hecho,
¿con quién nos vamos a sentar? Estamos obligados a
sentarnos.
Los que están diciendo que estamos traicionando la lucha son
los más haraganes, los que nunca salieron a luchar. Si
comenzamos a tenerle miedo a cualquier cosa, nunca vamos
a resolver el problema. Es un gran monstruo, pero hay
que enfrentarlo. Ese es el reto: enfrentar al monstruo
en el campo que sea. Si hay que ir al infierno para
arreglar ese problema, voy a ir.
-Se
van a enfrentar a un gran monstruo, con grandes
capacidades y gran experiencia, ¿están listos para eso?
-Es la pregunta del millón. Estos señores son bien
intelectuales y nosotros somos intelecto. Son cosas
distintas. El intelecto lo da Dios y lo intelectual lo
da la Universidad.
Vamos a pelear con un gran monstruo y estamos dispuestos a
reducirlo al mínimo. Ya obtuvimos un punto importante
que nunca se había dado. Logramos que aceptaran la
presencia de observadores externos como religiosos, la
sociedad civil y un organismo de derechos humanos.
No lo aceptaron porque quisieron, sino porque tienen sucia la
cara y quieren lavársela. No podemos ir solos,
necesitamos llevar a nuestros mejores amigos para que
nos fortalezcan moralmente y también para que aporten y
nos vigilen.
-Todo el proceso que llevó a los acuerdos con las
instituciones en el 2005 fue elaborado con la sociedad
civil, ¿por qué no se hizo lo mismo en esta nueva etapa
tan importante?
-Es que no estamos negociando todavía, estamos en una etapa
de exploración. Ya tuvimos una primera reunión con la
sociedad civil para informar sobre lo que estábamos
planeando y próximamente vamos a tener otra reunión para
recibir los mejores consejos.
-El
planteamiento de Asotraexdan de llegar a un arreglo con
la Dole y de hipotecar la Ley 364 ha despertado muchas
inquietudes a nivel nacional, pero también a nivel
internacional. ¿Quiere decir algo a todos estos grupos y
organismos que han apoyado la lucha de los bananeros
afectados por el Nemagón en todos estos años?
-Quiero enviar un mensaje muy claro. En una de mis respuestas
decía que sólo con el apoyo moral no vamos a ganar esta
pelea legal y que son muy pocas las organizaciones que
nos han ayudado económicamente.
Si todos los grupos del mundo quieren que sigamos peleando
con más fuerza y que nos fajemos y que ganemos en los
tribunales, que nos den los recursos económicos. Con
oraciones no se gana el cielo, sino con oraciones y con
hechos. ¿Qué harían ellos en una pelea tan desajustada
como ésta? Yo les digo: miren, hermanos, vamos a hacer
un arreglo, pero no estamos entregando el cuerpo y el
alma. Por el momento estamos sólo explorando.
¿Quieren que sigamos peleando a fondo y no importa que
tengamos una pelea larga? Hay tres problemas que
resolver: problemas de salud para los afectados, que
estamos comenzando a resolver con el gobierno a través
de los acuerdos. El segundo problema es el sostenimiento
económico a esta organización, que no lo tiene, y el
tercero es el sostenimiento económico a los juicios.
Si alguien resuelve estos problemas vamos a dar la pelea a
las transnacionales, pero como nadie los resuelve,
estamos intentando por otra vía para sentar un
precedente a nivel mundial.
-¿Asotraexdan
es sólo Victorino Espinales?
-Asotraexdan no soy sólo yo, pero tenemos un acuerdo entre
nosotros de que hay una vocería oficial y me han
delegado a mí. Frente a las instituciones hay una
comisión de 12 miembros que representa a los diferentes
grupos. En la negociación con la Dole van a estar
presentes los ocho integrantes que representan a los
afectados por el Nemagón.