Brasil |
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CONTACTO
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con
Elton Weber |
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Secretario General de la Federación de Trabajadores de
la Agricultura de Rio Grande do Sul, FETAG. |
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Fomentar
el sector cooperativo
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¿Qué novedades tienes sobre Parmalat y los productores
lecheros vinculados a esa transnacional del estado de Rio
Grande do Sul?
- En primer lugar la semana pasada recibimos la noticia de
que despidieron a funcionarios en la planta de Goiás, donde
más de 100 trabajadores de la industria ya han perdido su
trabajo. Esto también afectará a cientos de productores de
esa región.
En Rio Grande do Sul, para nuestra sorpresa, las noticias
son otras, mejores. Parmalat pagó al 90 por ciento de los
productores la leche remitida en diciembre. Esto nos deja un
poco más aliviados, pero la preocupación subsiste.
- ¿Cuántos productores del Estado remiten a Parmalat?
- Los que están directamente vinculados a la firma superan
los 3.500, pero hay un gran número relacionados
indirectamente, a través de las cooperativas, de
asociaciones. Por eso es que la crisis de Parmalat puede
afectar a miles y miles de personas.
- ¿Y cuál es la posición de Parmalat en el mapa lechero
del Estado?
- Es la segunda empresa procesadora de leche, luego de Elegê.
Llegó a industrializar cerca de un 17 por ciento del total,
pero ahora oscila en un 9 por ciento, unos 155 millones de
litros anuales.
- ¿La concentración del sector en grandes empresas ha
impactado negativamente en el número de productores?
- Por supuesto. En los últimos 5, 8 años, se registró una
drástica reducción del número de productores, especialmente
en las regiones donde actúan las dos mayores empresas
captadoras de leche. Hoy, con la crisis de la transnacional
italiana, muchos productores pueden verse arruinados. Según
evaluaciones de la FETAG, en diez años han desaparecido unos
30 mil productores.
- Esta situación nos lleva a reflexionar acerca de la
necesidad de promover un modelo de producción y
comercialización fuera del circuito de las transnacionales.
- Claro. La reflexión que viene desarrollando UITA sobre un
modelo productivo que genere trabajo y no lo extermine,
también forma parte de nuestro quehacer. Nuestro mercado
está en manos de dos grandes compañías compradoras de leche,
y tres hipermercados concentran el 70 por ciento de la
comercialización. Esta situación es dañina para el
productor, para el trabajador de la industria, para el
consumidor y para la economía local. Por ello continuamos
intentando fomentar la actividad de las cooperativas, que sí
tienen en cuenta al productor familiar y las condiciones de
desarrollo locales.
La
semana próxima nos reuniremos con representantes del sector
cooperativo independiente, no ligado a ninguna
transnacional, y de algunas otras empresas menores, para
estudiar una forma de intervenir ahora, ya que Parmalat está
en problemas, y asumir una nueva política hacia el sector
lechero, fortificando nuestro sistema asociativo.
Gerardo Iglesias
© Rel-UITA
22 de enero de 2004
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