Víctimas del chantaje:
Relato de un despido
Los cuatro trabajadores que acaban de ser despedidos por la
empresa Parmalat-Nicaragua
se encuentran en la
acera frente a las
instalaciones donde
trabajaron hasta la
semana pasada. Llegando
al trabajo el pasado 3 y
4 de marzo, encontraron
una carta con la se les
cancelaban sus contratos
y de nada sirvió apelar
a sus derechos como
firmantes del Pliego
Petitorio. Ahora miran a
sus compañeros en huelga
a través de los barrotes
que delimitan la
propiedad de Parmalat y
están concientes de que
están luchando también
para que se revierta
esta decisión de la
empresa. Sirel dialogó
con Denis Espinoza
Zamora, uno de los
trabajadores despedidos.
-¿Porqué los
despidieron?
-Somos cuatro
trabajadores del área de
Agencia y tenemos ya
cuatro meses de estar
luchando porque nos han
estado chantajeando.
Tenemos un contrato con
la empresa por el cual
se nos paga nuestro
salario básico más el
incentivo de las ventas.
Ganábamos
aproximada-mente unos 12
mil córdobas mensuales
(680 dólares).
El Gerente de la
empresa, el señor
Borgogna, nos dijo que
ya no nos iban a pagar
así, sino que nos iban a
dar sólo el básico, por
un total de 5 mil
córdobas (290 dólares),
trabajando “horarios
especiales” y sin
reconocernos las horas
extras como prevé la
ley.
Nosotros ganamos un
salario justo, porque
dejamos nuestra vida en
esta empresa y somos los
que en la calle vendemos
el producto. Comenzamos
a trabajar a la 1 de la
mañana y terminamos a
las 11. Andamos en los
camiones casi dormidos y
ahora quieren pagarnos
salarios de hambre.
Entramos a negociaciones
con la empresa y nos
llegaron a plantear un
nuevo salario,
violentando el contrato
que teníamos. Nos
querían dar un 40 por
ciento de lo que
ganábamos y para no
entrar en conflicto con
la empresa, hicimos otra
propuesta que ellos no
aceptaron.
Borgogna nos dijo que
nos iba a despedir y que
no le importaban las
leyes nicaragüenses, y
así lo hizo.
-¿Qué pasó después?
-Tras rechazar nuestra
propuesta, nos aplicaron
el artículo 45 del
Código del Trabajo y nos
mandaron a la calle.
Sabíamos que al no
aceptar sus condiciones
podíamos enfrentarnos a
una represalia, pero
decidimos no ceder al
chantaje.
-¿Ustedes son firmantes
del Pliego Petitorio?
-Somos firmantes y
tenemos años de estar
trabajando para la
Parmalat, pero a
ellos no le interesa. En
esta empresa por años se
ha irrespetado al pueblo
nicaragüense, las leyes
y los derechos de los
trabajadores.
Es por eso que hoy se
está dando esta lucha,
porque hay un sindicato
que responde por los
intereses de cada uno de
nosotros. Por eso,
nuestra lucha es justa y
por eso la vamos a
ganar.
-¿Qué acciones van a
emprender?
-El sindicato es nuestro
negociador y vamos a
coordinarnos con la
Junta Directiva para dar
los pasos necesarios
para nuestro reintegro.
Hoy llegamos acá para
solidarizarnos con
nuestro compañeros que
están en huelga y no nos
dejaron entrar, ya que
no nos consideran
trabajadores de
Parmalat.
Hay represión sindical,
irrespetan a nuestros
líderes, los mandan a
callar, nos hacen tragar
mucha amargura y creemos
que ya es tiempo que el
pueblo nicaragüense abra
los ojos, para que mire
quién es quien en este
país.
-¿Qué opinan de la
reacción de los
trabajadores que se
están solidarizando con
ustedes?
-Estamos muy agradecidos
con ellos y queremos
dejar bien claro que los
más explotados son estos
trabajadores, porque
tienen salarios de
hambre. Ganan 700-800
córdobas quincenales
(45-50 dólares) que es
una miseria, y en esta
negociación van a salir
más fortalecidos que
nosotros que ganamos
mejores salarios.
Nadie va a aceptar el
chantaje de la empresa.
Quedamos unidos porque
sólo la unidad nos hará
más fuertes.
Desde Managua, Giorgio
Trucchi
© Rel-UITA
7 de marzo de 2006 |