Con Luis Navarro
La unidad
de los trabajadores
nos
hizo triunfar
La huelga que paralizó a
Parmalat Centroamérica
S.A. en Nicaragua y las
negociaciones que
llevaron a las
trabajadoras y
trabajadores a apuntarse
una nueva victoria en el
camino hacia el respeto
de sus derechos
fundamentales, son
eventos que fortalecen
la convicción que sí es
posible impulsar cambios
en las relaciones entre
la dirigencia de las
transnacionales y la
organización sindical.
SIREL conversó con Luis
Navarro, Secretario
General del Sindicato
“Armando Llanes”, para
conocer la dinámica del
proceso.
En la
mañana del día 7 de
marzo la situación
parecía bien crítica. La
empresa no quería
diálogo con el sindicato
y los trabajadores
acababan de ser
desalojados por las
fuerzas policiales.
-¿Qué fue
lo que hizo cambiar la
situación?
-La
situación era bien
difícil. Los
trabajadores estábamos
muy resentidos con la
empresa y con su
Director General, el
doctor Vincenzo Borgogna,
por no querer negociar y
por seguir
desacreditando al
sindicato. Él intentó
sacar unos camiones para
aparentar que las
actividades seguían
normales, pero todo el
mundo sabía que se
trataba sólo de una
estrategia y que todas
las áreas estaban
paralizadas. También
promovió una maniobra
desesperada llamando por
teléfono a ex
trabajadores para
reactivar la
distribución.
Al
segundo día de huelga,
Managua amaneció con una
gran escasez de leche en
toda la ciudad y esto
metió más presión a la
dirigencia de
Parmalat.
Nos
quedamos firmes y
unidos, dispuestos a
llegar hasta el final.
Sabíamos perfectamente
que la empresa no podía
echar a perder toda la
producción y teníamos
contactos al interior
que nos avisaban de lo
qué estaba pasando.
Supimos
también que el grupo
financiero Lafise (dueño
del 49 por ciento de las
acciones de Parmalat
Centroamérica), estaba
presionando a la empresa
y que había dado un
ultimátum a Borgogna
para solucionar el
problema.
-¿Qué
pasó después?
-La
unidad y la resolución
que demostramos en la
protesta tomó de
sorpresa a la empresa.
No se lo esperaban,
pensaban que las
amenazas de despidos
masivos iban a
desmantelar la huelga.
Nosotros estábamos
reclamando sencillamente
el respeto a los
trabajadores y a sus
derechos.
Sabíamos
también que nuestra
acción estaba afectando
a toda la población y
que nuestro trabajo
tiene también una
función social, ya que
la leche y sus derivados
son un bien básico para
la gente.
Finalmente, el
Ministerio del Trabajo (MITRAB)
llamó a las partes y
nosotros aceptamos de
inmediato, porque
nuestro objetivo era
obligar a la empresa a
la negociación.
Parmalat tuvo que
aceptar porque no tenía
otra salida y estaba
siendo muy presionada.
-¿Cómo se
desarrolló la
negociación?
-Fueron
momentos muy difíciles
que dejaron en claro la
poca voluntad de la
empresa en buscar una
solución. La Gerente de
Recursos Humanos, Lic.
Norma Medina y el
Apoderado especial en
Materia Laboral, Dr.
Donald Alemán Mena,
fueron las personas que
más obstaculizaron la
negociación. No querían
negociar y estaban
cerrados a nuestros
planteamientos.
Al final
el mismo Vincenzo
Borgogna no pudo
replicar a nuestras
acusaciones de
violaciones a los
derechos laborales y
sindicales en la
empresa.
Con la
ayuda del señor Ministro
del Trabajo, Dr.
Virgilio Gurdián,
logramos acercar
posiciones y sacar un
acuerdo que es todo un
éxito para los
trabajadores. Por eso
hay que reconocer la
gestión del MITRAB,
porque salvó la
negociación frente a la
intransigencia de la
empresa.
-¿Cuáles
son los puntos más
significativos del
acuerdo?
-Se logró
el reintegro de los
cuatro trabajadores
despedidos y se paró el
despido de otros dos.
Además se estableció que
próximamente se van a
revisar las treinta
demandas de despido
presentadas en los meses
pasados por la empresa.
Otro
punto muy importante es
que se va a revisar en
la Comisión Bipartita
todo el proceso que nos
llevará a la firma del
Convenio Colectivo y la
situación de los
aumentos del 16,33 por
ciento por el personal
de planta, que ya
habíamos acordado y que
nunca fueron aplicados.
Sobre el
Convenio Colectivo hay
que denunciar que la
Directora de Negociación
Colectiva y de
Conciliación del MITRAB
había acordado con la
empresa algo totalmente
ilegal.
El
sindicato ya presentó su
Pliego Petitorio y se
estuvo trabajando con la
empresa para definir
todas las cláusulas que
van a formar parte del
Libro del Convenio
Colectivo. Esas
cláusulas fueron
firmadas por la empresa,
pero nosotros no nos
presentamos todavía a
finiquitar el Convenio,
porque el artículo 376
del Código de Trabajo
establece que todos los
firmantes del Pliego
Petitorio están
protegidos y no se les
puede aplicar el
artículo 45 (despidos
sin causa justificada)
hasta la firma del
Convenio.
Nuestro
temor era que una vez
finiquitado el Convenio,
iba a comenzar el
despido masivo de los
trabajadores afiliados
al sindicato.
Aparentemente, la
empresa y el MITRAB
acordaron para
certificar las
diferentes cláusulas
como si ya hubiéramos
finiquitado el Convenio,
dejando desprotegidos a
los trabajadores.
Estaban convirtiendo el
Convenio Colectivo en un
instrumento para acabar
con el sindicato. En las
negociaciones pusimos en
la mesa todo esto y
ahora lo vamos a
discutir gracias al
acuerdo firmado.
-¿Qué
ambiente encontraron
volviendo al trabajo?
-Un
ambiente muy hostil. Los
encargados de Gerencia
de Ventas y Producción,
más los supervisores,
siguieron amenazando a
los trabajadores. Les
decían que les iban a
aplicar tal ley o tal
norma interna, que con
la huelga no habían
ganado nada y que
estaban en una situación
peligrosa. Fue todo un
día de amenazas
psicológicas. Está claro
que la empresa está
dolida por lo que pasó y
por la muestra de unidad
y firmeza que los
trabajadores
demostramos.
A mi me
cambiaron de ruta sin
llenar los
procedimientos
establecidos y se
respira un aire que
anuncia nuevos despidos.
Los trabajadores me
avisaron de lo que
estaba pasando y le
expresé a los
supervisores que si
seguían con esa actitud,
el sindicato iba a
avisar a las autoridades
firmantes del acuerdo.
Ojalá la empresa
reflexione sobre lo que
ha pasado y no intente
otra maniobra sucia,
porque ahora los
trabajadores están más
unidos que nunca.
-¿Cuál
fue la enseñanza que
deja esta protesta?
-La
empresa se dio cuenta
que al tratarnos como
esclavos obtuvieron una
respuesta firme y sin
vacilaciones. Que unidos
podemos doblegarlos y
meterlos en serios
problemas. Con
Parmalat siempre
tuvimos problemas, pero
con la llegada del Dr.
Borgogna la represión se
incrementó.
Esa gente
no entiende que somos
trabajadores y merecemos
respeto. Hemos
demostrado que sabemos
trabajar, que somos
buenos trabajadores, que
tenemos interés en que
la empresa siga
adelante, progrese, pero
parece que no entienden
y siguen tratándonos
como esclavos. No somos
estúpidos y conocemos
nuestros derechos.
Para los
trabajadores, esta lucha
deja como enseñanza que
la unidad de los
trabajadores es
necesaria e
imprescindible, que
somos capaces de
resistir y sabemos como
doblegar al empleador.
Lo demostramos en los
días pasados y lo vamos
a seguir demostrando. La
fuerza de los
trabajadores es
indiscutible y queremos
que se respete nuestra
dignidad.
-¿Qué
importancia tuvo el
apoyo internacional y la
cobertura periodística?
-Tuvo una
gran importancia.
Diferentes medios
locales manipularon la
información aduciendo
que la nuestra era una
protesta partidarizada y
se pusieron del lado del
empleador. Otros medios
supieron analizar los
acontecimientos y
sacaron notas de prensa
que dieron a conocer
nuestras razones.
A nivel
internacional quiero
agradecer a los
compañeros que se
hicieron presentes en
los días de la huelga.
Especialmente a la UITA,
por su apoyo y por haber
circulado la información
a nivel internacional.
Dio a conocer nuestras
justas demandas y todo
lo que estaba
ocurriendo, diciendo la
verdad sobre la protesta
y permitiéndonos llegar
al mundo entero. Por eso
estamos muy agradecidos
y esperamos tenerlos
siempre a nuestro lado.
Desde
Managua, Giorgio Trucchi
© Rel-UITA
13 de
marzo de 2006
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