“Algunos compañeros no querían creerlo, otros le daban gracias a Dios”; así reaccionaron los trabajadores de Parmalat al enterarse de que el Ministerio de Trabajo certificó oficialmente al sindicato. Una proeza alcanzada con la lucha y la solidaridad de muchos.

Después de soportar la persecución de una patronal encarnizada, el despido masivo de –según la prensa local– unos 150 trabajadores  de un total de 600 funcionarios y las evasivas y respuestas intrigantes a la campaña de solidaridad iniciada para apoyar a los trabajadores y trabajadoras organizados/as de Parmalat-Nicaragua, finalmente estos han conseguido que el Ministerio de Trabajo certifique formalmente la existencia del Sindicato “Armando Llanes” de Trabajadores de Parmalat, así como su personería jurídica.

“Ya no podrán decir que desconocen la presencia de un sindicato dentro de la empresa”, manifestó Marcial Cabrera, dirigente de la Federación de la Alimentación de Nicaragua y representante de la UITA en la región.

“Desde que despidieron a los dos compañeros, Luis Manuel Mejía y Carlos Sanarrusia, secretario general y de organización respectivamente del sindicato entonces en formación –relata Cabrera–, introdujimos una acción legal en el Juzgado de 2do. Turno Laboral solicitando el reintegro inmediato de ambos despedidos. Entre tanto, y para certificar al sindicato, el Ministerio nos exigía que sustituyéramos en la Comisión Directiva a los dos compañeros antes mencionados, porque los considera despedidos. El pasado domingo hicimos una asamblea entre los trabajadores, y con acuerdo de los dos compañeros en cuestión, se procedió a la designación de otras dos personas en la Directiva. El lunes muy temprano en la mañana presentamos todo en el Ministerio y 24 horas después, afortunadamente, ya teníamos la resolución formal del Ministerio, donde se reconoce que las gestiones comenzaron a principio de septiembre”.

En la sede de la Federación se sacaron rápidamente fotocopias de la resolución y a la salida del segundo turno de la planta los trabajadores recibieron la noticia de que el sindicato ya estaba oficializado. La mayor parte se resistía a creerlo, tanto esfuerzo ha costado.

Para Marcial Cabrera, de ahora en adelante las próximas acciones serán: “Reunir a la Directiva el próximo domingo para elaborar un pliego de peticiones que conduzca a la firma de un convenio colectivo. Para ello se solicitará la semana próxima una entrevista con la licenciada Medina, gerente de Recursos Humanos de la empresa, y con el señor Borgogna, propietario de la planta, para entregarles la documentación y hacerles conocer nuestras propuestas. También empezaremos a coordinar acciones entre el sindicato y la Federación tanto desde el punto de vista interno como externo. Los procesos judiciales seguirán su curso y en estos días hemos presentado aún más pruebas sobre cuál fue la característica de los despidos. Además, iremos a Roma con uno de los compañeros despedidos para entrevistarnos allá con la Federación de la Alimentación italiana, con la Asociación Italia-Nicaragua y con todas las organizaciones que nos están apoyando. Allá denunciaremos los manejos autoritarios de esta empresa para que los compañeros sean reintegrados a sus puestos de trabajo. Finalmente iniciaremos un fuerte e intenso trabajo organizativo interno en paralelo a toda la lucha actual. Hoy es también muy importante ver el rostro de alegría de nuestros compañeros y compañeras frente a la documentación oficial de que, finalmente, después de 12 años, Parmalat-Nicaragua vuelve a tener un sindicato”.

Carlos Amorín

© Rel-UITA

21 de octubre de 2004