Después de una fuerte batalla que contó con la
participación de miles de consumidores que enviaron cartas a
la empresa informando que no consumirían sus productos hasta
que cambiara su actitud con los trabajadores agrícolas,
Burger King aceptó otorgar a
los jornaleros agrícolas del sur de Florida un incremento de
3.75 centavos de dólar por cada kilogramo de tomate
cosechado.
Para los jornaleros, la mayor parte de ellos de origen
mexicano, este acuerdo eleva significativamente su paga
(71%) y mejora sus condiciones de vida. Este es el primer
aumento sustancial de sus salarios en décadas.
“Si la industria del tomate desea ser sustentable a
largo plazo debe ser socialmente responsable”, declaró la
vicepresidenta de
Burger King,
Amy Wagner, quien estimó que el acuerdo costará a la
empresa 300,000 dólares al año.
Por su parte, John W. Chidsey, director
ejecutivo de
Burger King,
se disculpó por las declaraciones negativas que habían
dirigido contra el grupo de activistas de la Coalición de
Trabajadores de Immolakee (Immolakee es un pueblo del
suroeste de Florida donde los jornaleros viven en pésimas
condiciones).
McDonald’s
y
Yum Brands
(KFC, Pizza Hut, Taco Bell) ya habían aceptado este acuerdo, pero en noviembre de 2007
la negativa de
Burger King dio pie para que
la Asociación de Tomateros de Florida, que agrupa a los
propietarios de la tierra, estableciera una multa de 100 mil
dólares al propietario que otorgara este aumento a sus
trabajadores. Con la aceptación de Burger King, la
Asociación anunció el retiro de la multa.