La última medida, que pone
una vez más de manifiesto la clara actitud antisindical de la transnacional
japonesa, fue entrar con un pedido de “interdicción prohibitoria”, ante la
justicia laboral, para impedir que el Sindicato de Trabajadores de la Industria
de la Alimentación (STIA), realizara Asambleas con los trabajadores y
trabajadoras frente a la planta de la compañía en Limeira.
Sirel
conversó con Artur Bueno de Camargo Júnior, presidente del STIA - Limeira,
quien comentó esta nueva arremetida antisindical de la empresa.
-¿A raíz de
qué surge esta acción de Ajinomoto?
-Desde hace
un tiempo, la empresa viene intentando desconocer al Sindicato; ignorando su
capacidad de movilización y de convocatoria, tratando de criminalizar el derecho
a la huelga y el fuero sindical, garantizado por la legislación de nuestro país.
Las
negociaciones colectivas con la compañía japonesa han sido arduas y si bien
hacia el exterior, la filial de Limeira manifiesta que acepta al Sindicato, en
los hechos no es así y a las pruebas me remito. Recientemente la compañía entró
con un pedido de “interdicción prohibitoria”, que es un instrumento legal que ha
sido utilizado para prohibir o restringir los piquetes de huelga en base a
“salvaguardar la propiedad contra la interferencia o el expolio”.
Ajinomoto
alega que los dirigentes sindicales estarían amenazando el patrimonio de la
empresa, por el solo hecho de convocar a los trabajadores a asambleas
informativas.
-¿Cuál fue la
respuesta de la justicia laboral en el tema?
-El pasado 16
de julio, la justicia laboral de Limeira se expidió a favor del derecho de los
trabajadores a realizar Asambleas en la puerta de la fábrica.
El juez negó
el pedido liminar de la empresa, manifestando que el Sindicato no estaba
practicando ningún acto ilegal que atentara contra el patrimonio de
Ajinomoto.
Esta es una
victoria para todos los trabajadores organizados y una prueba de que no hay
victoria sin lucha.
-¿Cómo
continúa la relación con la empresa?
-En una
semana comenzamos nuevamente a movilizarnos para dar inicio a la discusión de la
nueva negociación colectiva que comenzará en el mes de septiembre. No será
fácil, pero considero que luego de este fallo, la empresa deberá rever su
postura frente a la organización sindical.
Ajinomoto
quiso callar a los trabajadores, pero fue la justicia laboral, que calló a la
transnacional.