-¿Cuáles son las razones de esta
movilización?
-Son varias. La fecha prevista para la firma del nuevo
acuerdo era septiembre, por lo que ya estamos fuera de los
plazos convenidos y eso no es bueno. La negociación se
refiere sobre todo al reajuste de salarios y condiciones
laborales de los trabajadores de la empresa ARCOR que
cuenta con dos unidades: una en Campinas, con 600
operarios, y otra en Río das Pedras con cerca de
1.000, ambas en el estado de São Paulo.
Ya tuvimos tres rondas de negociación y aún no hemos
alcanzado un acuerdo porque el sector patronal está creando
muchas dificultades
-¿Dónde
están los principales desacuerdos?
-Como el país tiene una inflación baja –en los últimos 12
meses superó apenas el 4 por ciento- los aumentos salariales
tienden a ser muy escasos. Nuestra demanda es de un reajuste
que incluya recuperación salarial, y para eso estamos
planteando un incremento de 7,5 por ciento, cuando la
patronal llegó a ofrecer un 6 por ciento. A partir de ese
punto la empresa prácticamente detuvo la negociación.
Por otra parte, ARCOR tiene la obligación legal de
presentar cada año una propuesta a la Comisión de
Participación en los Lucros que acompaña los procesos para
alcanzar las metas establecidas. Pero la empresa recién vino
a cumplir con ese requisito en septiembre, ya con ocho meses
corridos de 2007, lo que es completamente inútil para los
trabajadores que ni siquiera pudieron integrar adecuadamente
esa Comisión. Obviamente, esto está formando parte de la
resistencia de la empresa a la negociación.
-¿Cuál
ha sido la respuesta del sindicato?
-En la mañana de hoy hemos realizado un paro de dos horas
en la planta de Campinas, con asamblea en la puerta de la
fábrica, y a partir de las 14 horas ocurrirá lo mismo en la
unidad de Río das Pedras. Esto es una preparación de
nuestra gente, porque vemos que si la negociación no avanza
tendremos que recurrir a una paralización por tiempo
indeterminado.
-¿Qué
otro punto de fricción se está viviendo en ARCOR?
-Una de las complicaciones más importantes que estamos
padeciendo es que la empresa trajo un gerente argentino cuyo
estilo de gestión es francamente irritante, grosero, ya que
maltrata y hasta le falta el respeto a la gente. Esto
provocó que ya advirtiéramos a la empresa que si esta
persona continúa con ese comportamiento vamos a parar la
fábrica sólo por esa razón. Aquí en Brasil el
trabajador debe ser respetado; él vende su mano de obra y no
su vida, y esto lo vamos a defender con toda nuestra fuerza.
-¿Cuáles
serán los próximos pasos?
-Esperamos que para el próximo miércoles 17, cuando está
marcada la próxima ronda de negociación, estos dos aspectos,
el salarial y el de las relaciones de respeto dentro de la
fábrica, hayan tenido algún avance concreto, porque de lo
contrario estaremos preparados para movilizarnos a fondo.
En Montevideo,
Carlos Amorín
© Rel-UITA
4 de octubre
de
2007 |
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