La empresa monta un
sindicato Frankenstein
La Compañía Española de
Financiación al Desarrollo (COFIDES), financista de Calvo en El Salvador, se
niega a difundir el resultado de una auditoría social que ella misma solicitó.
Mientras tanto, Calvo arrecia en su persecución sindical para liquidar al
sindicato obrero y montar un sindicato Frankenstein, hecho a su “imagen y
semejanza” y dirigido por su personal de confianza.
El pasado 26 de marzo dirigentes sindicales de la Seccional
Calvo Conservas del Sindicato General de Trabajadores de la Industria Pesquera y
Actividades Conexas (SGTIPAC) presentaron dos solicitudes al Ministerio
de Trabajo: una para denunciar el recrudecimiento y la sofisticación de la
campaña antisindical de la empresa, y la otra para impugnar la negociación de un
Contrato Colectivo entre la empresa y un sindicato que ella misma controla.
Ambas peticiones fueron remitidas ese mismo día al Comité de Libertad Sindical
de la OIT para engrosar el expediente No 2.571 que dicha oficina
mantiene abierto en este caso.
Conviene refrescar un poco la memoria. La Compañía Española
de Financiación al Desarrollo (COFIDES) recibió en junio de 2007 una
solicitud de intervención en el caso
Calvo, en función de
que la conservera española recibió un préstamo de 52 millones de euros, al
tiempo que se comprometió a cumplir los derechos humanos y laborales, de acuerdo
al código de ética que deben respetar quienes reciben fondos COFIDES.
Según las organizaciones sindicales salvadoreñas e
internacionales que firmaron la solicitud (anexada a una copia de la queja a la
OIT), Calvo
está violando el Código de Ética por lo que debería rembolsar los fondos a
COFIDES si no corrige sus prácticas.
En enero de 2008 COFIDES envió una auditoria social a
El Salvador, encargada a COVERCO, una organización con sede en
Guatemala, especializada en temas relativos a los códigos de conducta.
Durante la investigación los representantes de COVERCO
recibieron una importante cantidad de pruebas documentales y testimoniales de
trabajadores y trabajadoras de Calvo
apoyando las denuncias de las organizaciones laborales. Sin embargo, a dos meses
de realizada la “Auditoria Social”, COFIDES se ha negado a comunicar la
versión completa de la investigación de COVERCO. Y a pesar de que
COFIDES afirma estar haciéndole sugerencias a
Calvo
para mejorar los
problemas laborales, lo que se ha visto en la práctica es todo lo contrario.
Calvo
sigue tan
antisindical como antes, sólo que más sofisticadamente. Ahora creó un sindicato
bajo control patronal con el que pretende sorprender a la opinión pública,
diciendo que ha negociado un Contrato Colectivo. Al mismo tiempo, hace todos los
esfuerzos para que los trabajadores se afilien forzosamente a esa organización
pro patronal, y reprime a los afiliados y afiliadas del sindicato obrero, la
Seccional Calvo Conservas del SGTIPAC.
Algunos de los
hechos denunciados
Las organizaciones
sindicales no quisieran pensar que COFIDES está ganando
tiempo para que Calvo neutralice totalmente al sindicato
obrero |
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El 13 de marzo de 2008 a las 2 a.m. el secretario general de
la Seccional Calvo Conservas se encontraba desarrollando sus labores como
suministrador de pescado, cuando identificó que del departamento de “Cocción”
habían pasado a las líneas de producción 64 bandejas pescado caliente en dos
anaqueles sin señalizar. Como parte de sus labores, identificó rápidamente este
hecho y avisó a los suministradores que pararan de pasar este pescado a
limpieza, debido a que en ese momento los jefes se encontraban departiendo en
una fiesta de cumpleaños.
Al regresar la jefa de producción, Cristela Vides,
procedió a acusar al compañero Mariano, pese a que él había detectado a
tiempo la anomalía que se había originado en el departamento de “Cocción”.
Vides, junto con Erasmo Suárez, jefe de Planta, procedió a imponerle
una carta de amonestación por el hecho, citando como testigo a José Leonidas
Valladares. Posteriormente, Erasmo Suárez ordenó difundir entre las
trabajadoras que por culpa de Mariano se había procesado pescado
caliente.
Es de hacer notar que José Leonidas Valladares,
Cristela Vides y Erasmo Suárez son representantes de la organización
sindical bajo control patronal, y esto a pesar de estar expresamente prohibido
por la ley.
Se trata de una clara acción de represalia contra el
secretario general del sindicato obrero, el SGTIPAC, por parte de los
representantes patronales de la empresa
Calvo
Conservas, quienes
ilegalmente ostentan un cargo en el sindicato bajo control patronal.
Asimismo, los mencionados jefes han aprovechado su posición
de jerarquía dentro de la empresa, y han coaccionado a trabajadoras y
trabajadores, especialmente del turno diurno, para que firmaran documentos que
acreditan como voluntario el apoyo o afiliación a dicho sindicato, cuando
ciertamente se trata de firmas obtenidas bajo coacción. En realidad, a las
trabajadoras y trabajadores que han firmado no se les ha permitido conocer el
contenido íntegro de los documentos que han suscrito, y menos aún se les
facilitó una copia. Fuera de los oídos de la patronal y sus bienmandados, en su
mayoría manifiestan que firmaron por temor a sufrir represalias de parte de sus
jefes.
El pasado 5 de marzo, el jefe de Recursos Humanos de
Calvo Conservas,
Eduardo Meléndez, haciendo uso de los altavoces se dirigió a los
trabajadores de la fábrica en la cafetería, afirmando que el SGTIPAC es
una organización desestabilizadora que atenta contra las empresas, que sólo
quiere cerrarlas y que el único sindicato que tiene el visto bueno de la empresa
es el que tiene como dirigentes a las jefaturas de la planta, a las que ubicó
junto a él durante el discurso.
¿Y qué hace
COFIDES?
Mientras todos estos alegatos y denuncias han sido remitidas
ya al Comité de Libertad Sindical de la OIT, bajo el expediente No
2.571, COFIDES parece estar ganando tiempo para
Calvo
¿Tiempo para qué?, es la gran pregunta. Las organizaciones
sindicales no quisieran pensar que COFIDES está ganando tiempo para que
Calvo neutralice totalmente al sindicato obrero y, luego, a la
manera de un ventrílocuo, exhiba al sindicato bajo su control fingiendo ante la
comunidad internacional que en Calvo todo esta bien.
No quisieran pensarlo. Pero por el momento eso es lo que
parece.