Con la misma lógica que utiliza el señor presidente de El Salvador, nosotros enfatizamos en que las políticas de discriminación sindical y violación de elementales derechos humanos que está implementando la transnacional española Calvo en su planta en La Unión, constituye una afrenta, no sólo para el sindicalismo salvadoreño, lo es también para el movimiento obrero internacional.

Calvo parece convencida de que vencerá en sus propósitos de eliminar a nuestra afiliada, el Sindicato General de Trabajadores de la Industria Pesquera y Actividades Conexas (SGTIPAC), y que el silencio cómplice y abyecto de algunas organizaciones contribuirá para acallar nuestra campaña internacional de solidaridad. Calvo se equivoca, en uno y otro punto.

En la víspera se desarrolló una reunión entre la Rel-UITA y parte de la dirección de Fuerza Sindical de Brasil: Neuza Barbosa de Lima, secretaria del Departamento de la Mujer; Antonio Acasio Moraes de Amaral, presidente de la central en el estado de Rondonha y Ortelio Palacio, de la secretaría de Relaciones Internacionales. Al término de la misma, Neuza comentó: “El sindicato que representa a los trabajadores y trabajadoras de Calvo en Brasil, pertenece a nuestra central. Dos compañeros de esa organización estuvieron en El Salvador el pasado año y llegaron horrorizados. Nosotros vamos a intervenir con todas nuestras fuerzas, en respaldo a la lucha de las compañeras y compañeros del SGTIPAC, hasta que CALVO entienda que no hay alfombra que cubra tanta basura.”

Antonio Acasio Moraes de Amaral, Neuza Barbosa de Lima y Ortelio Palacios