Después de 36 días de
huelga, los trabajadores de la empresa chilena Calaf
decidieron retomar sus tareas sin haber logrado sus
objetivos de mejorar las condiciones laborales y un
aumento salarial digno.
El pasado 6 de octubre 200 trabajadoras y trabajadores de la
empresa Calaf SA decidieron retomar sus tareas,
después de 36 días de huelga y sin haber logrado su
objetivo de obtener una mejora sensible de sus
condiciones de trabajo y sus remuneraciones. Desde las
negociaciones previas, durante la huelga y en las
instancias de mediación, la empresa se mantuvo en una
posición de rechazo a los reclamos sindicales.
En enero de 2004, Calaf, una compañía tradicional de
galletas y confites que inició sus actividades en 1897
en Talca, fue adquirida por Compañías Cerveceras
Unidas SA (CCU) que de esta manera diversificaba
sus actividades, originalmente cerveza y bebidas
gaseosas, hacia los confites. Como parte de la misma
estrategia CCU compró también la empresa
Bortolasso.
Después de que Calaf incorporara la marca Natur
-y con ella el negocio de confites de cereales- se creó,
a inicios de 2008, Foods Compañía de Alimentos CCU,
que desde entonces integra las marcas comerciales
Natur y Calaf.
CCU,
por su parte, está mayoritariamente en manos del holding
chileno Luksic y de la holandesa Heineken.
El pasado 1º de septiembre, los 200 trabajadores se habían
declarado en huelga en las plantas de la empresa en
Talca y La Reina (Santiago), luego de
que la negociación colectiva que incluía un aumento
salarial de 40 dólares no produjera resultados, ya que
la empresa ofreció apenas 1,60 dólares.
Actualmente, el
sueldo base de la mayoría de los trabajadores en la
planta de La Reina se ubica en unos 250 dólares
mensuales, el mínimo legal, a lo que se agregan bonos de
producción y gratificaciones, que llevan el total a unos
315 dólares.
Las reivindicaciones de los trabajadores incluían, entre
otras cosas, la equiparación de las condiciones
contractuales en las dos plantas de Calaf en
Talca y Santiago, ya que, por ejemplo, los
trabajadores de La Reina reciben un aguinaldo
navideño que ni siquiera llega al 40 por ciento del
otorgado en Talca. Otros reclamos incluían una
gratificación para los trabajadores participantes en las
negociaciones, pago extra de 50 por ciento para los
turnos nocturnos, así como un reajuste de los salarios
equivalente al IPC más 1 por ciento al 1º de
septiembre de 2008 y otro tanto en 2009.
En la mediación de oficio del Centro de Conciliación y
Mediación de la Dirección del Trabajo de la Región
Metropolitana realizada entre el 15 y el 25 de
septiembre, la empresa rechazó el pliego de reclamos y
no accedió a una reunión directa con el sindicato,
frustrándose la posibilidad de negociar un acuerdo. La
mediación, a la postre sin éxito, fue iniciada en
respuesta a la creciente tensión entre la dirección de
la empresa y los trabajadores que resistieron el ingreso
de personal externo que venía escoltado por la fuerza
policial, en violación del artículo 381 del Código del
Trabajo, como lo reconoció la Inspección Comunal de
Trabajo Santiago Sur Oriente en su Resolución
Nº45 del 9 de septiembre.
Esta política de confrontación, así como la negativa a
entablar negociaciones serias, muestran una actitud de
los dueños de Calaf que, hasta cierto punto,
podrá estar conforme con la legislación laboral
existente en Chile, pero por cierto descartó el
camino de la negociación para solucionar el conflicto.