El Sindicato Único de Trabajadores de
Industria Nacional de Refrescos SA (SUT-INARSA) -antes
conocido como
Sindicato Único de Trabajadores de la
Empresa Coca Cola (SUTEC)- está
denunciando que desde el pasado mes de
octubre, la empresa ha retomado un
actitud muy hostil, lo cual está
amenazando el proceso de acercamiento
entre las dos partes que se viene
desarrollando desde hace algunos años.
En vista del vencimiento del Convenio
Colectivo el próximo mes de mayo y del
inicio de una nueva negociación,
Sirel dialogó con Daniel Reyes,
secretario general del SUT-INARSA,
para conocer los últimos acontecimientos
que han puesto en duda las relaciones
con la patronal.
-¿Cómo evalúas el año que acaba de
terminar y cuándo comenzaron los
problemas con la empresa?
-A lo largo de casi todo el 2007 la
relación con la empresa fue positiva y
efectivamente venía cumpliendo con los
compromisos acordados con el sindicato
en el Convenio Colectivo. Fue en octubre
del año pasado que la empresa tomó una
decisión drástica y despidió a la
gerente de Recursos Humanos, licenciada
María Inés Zerón, con la
cual tuvimos una buena relación en los
últimos años. Es a partir de este
momento que comenzamos a entrever un
cambio de actitud por parte de la
empresa y en el mes de noviembre las
relaciones empeoraron rápidamente.
-¿Qué pasó exactamente?
-Llegó un nuevo responsable de Recursos
Humanos, el señor Emilio González
de nacionalidad costarricense, con una
actitud muy esquemática y manipuladora,
quien se aprovechó de la confianza que
al comienzo le brindamos. Los meses de
diciembre y enero fueron muy tensos y
ahora vemos que la empresa está tratando
de incrementar la presión hacia el
sindicato. Un ejemplo de esta nueva
actitud es el caso de las cuatro rutas
mayoristas que tenemos. Con la empresa
acordamos mantener un volumen de 17.400
cajas físicas mensuales, para que los
trabajadores de estas rutas tuvieran un
salario promedio aproximado de 650
dólares. A partir del mes de junio las
ventas comenzaron a bajar y ahora el
gerente general de Coca Cola
FEMSA, Fabio Robelo, quiere
desconocer el acuerdo y desaparecer una
ruta. Además de eso, la empresa sigue
presionándonos con una serie de
solicitudes como cambios de jornadas de
trabajo de bodegas, la firma de un
reglamento interno de manejo, que
comencemos a revisar el Convenio
Colectivo aunque falten varios meses.
Consideramos que se trata de una
estrategia para presionarnos y hasta la
fecha hemos tratado de dialogar para ver
hasta donde la empresa quiere llegar,
pero no estamos dispuestos a que nos
amedrenten, ni chantajeen. Esperamos que
reflexionen, porque el país está
viviendo una situación económica
complicada y no es el momento para
meterse en un conflicto laboral.
-¿Qué es lo que le reclaman a la
empresa?
-Los ejecutivos de Coca Cola FEMSA
en Nicaragua deben reflexionar
sobre lo que está pasando con lo de las
rutas mayoristas, porque es la empresa
que implementa la política comercial y
no el sindicato. A nosotros nos toca
defender los derechos laborales de los
trabajadores y los acuerdos que hemos
firmado. Hacemos un llamado a la
administración para que busque ser más
eficiente en lo que refiere a las venta.
Actualmente, en vez de estar buscando
como mejorar las ventas y encontrar más
clientes, se dedican a buscar problemas
que no existen. Tenemos el caso concreto
del jefe de seguridad, Alfredo Gálvez,
quien dedica un gran porcentaje de su
tiempo laboral para andarles tomando
fotos a los empleados en la calle,
supuestamente para controlarlos y esto
está prohibido si no hay consentimiento
de la persona.
-¿Por qué creen que la empresa haya
cambiado su actitud hacia el sindicato?
-Todavía no entendemos el por qué de ese
cambio. Lo que sí podemos decir es que
el nuevo responsable de Recursos Humanos
está tratando de desconocer todo el
trabajo de la antigua gerente y parece
que con esta actitud esquemática y
rígida quiera lucirse con los ejecutivos
de la empresa. Una vez más pudimos
comprobar que todos los ejecutivos que
tengan una buena relación con el
sindicato, en poco tiempo lo retiran de
la compañía. Desconocemos si son
directrices superiores, pero suponemos
que sí. Al contrario creemos que un
acercamiento entre empresa y sindicato,
que sea transparente y claro, beneficia
las partes y permite una buena gestión
laboral.
-En mayo se vence el Convenio Colectivo.
¿Ya se están preparando para la futura
negociación?
-El Convenio vence el 28 de Mayo de 2008
y en el mes de febrero tenemos previsto
reunirnos para comenzar a analizar todas
las cláusulas y posiblemente agregar
algunas nuevas, al tiempo que
analizaremos en cuáles se plantearon
problemas.
La negociación podría arrancar en el mes
de abril y la empresa ya ha manifestado
el interés de negociarlo sin la
necesidad de ir a las instancias del
Ministerio del Trabajo (MITRAB)
con lo que estamos de acuerdo. Creemos
que hay que mejorar algunas cláusulas
que se dejaron abiertas a diferentes
interpretaciones, especificarlas, para
que la empresa no se aproveche de
posibles ambigüedades. Un punto que va a
ser muy crítico tiene que ver con los
“cargos de confianza”. En el pasado
todos los prevendedores fueron
clasificados con este cargo, dejándolos
sin la posibilidad de afiliarse al
sindicato. Lo que vamos a pelear es que
puedan regresar a un estatus que les
permita volver a afiliarse. Nos vamos a
enfocar también en la parte económica
por la situación que hay en el país. En
el pasado hemos sido muy flexibles,
hemos aceptado reestructuraciones
internas, sobre todo en venta y en las
jornadas laborales y no entendemos el
por qué de este cambio de actitud.
Consideramos que si la empresa tiene la
voluntad no van a haber mayores
problemas.
-Un tema que se ha tratado en la pasada
asamblea general fue lo de la
tercerización en la empresa. ¿Hubo
avances significativos?
-Hay que destacar que la empresa ha
manifestado la voluntad de eliminar lo
que es la tercerización en los
departamentos de producción, carga y
venta, y efectivamente acaban de
contratar alrededor de 30 personas
fijas que antes eran tercerizados. Para
nosotros ha sido un paso muy importante
y hay que darle el crédito a la empresa
por haber cumplido con la promesa que
nos había hecho. Estas personas ya están
en proceso de afiliación al sindicato,
que actualmente cuenta con 417 afiliados
de 722 trabajadores presentes en la
empresa. Esta nueva contratación de
personal va a mejorar la estabilidad
laboral en la empresa y actualmente solo
quedan algunos departamentos, como
informática, telefonía y limpieza, donde
el personal no tiene todavía trabajo
fijo.