La
estadounidense Kraft Foods Inc., la compañía de
alimentos y bebidas más grande en Estados Unidos y la
segunda a nivel mundial, con ingresos anuales de
aproximadamente 40 mil millones de dólares, figura entre
las principales transnacionales que operan en Brasil.
Aquí abordaremos sobre su gigante mezquindad.
Desde su ingreso al país en 1985 tras la
adquisición mundial de General Foods, no
ha dejado de crecer. Es dueña de varias de las marcas
más conocidas de alimentos en Brasil: Tang,
Maguary, Lacta, Trakinas, Royal,
Nabisco, Club Social,
Philadelphia, Clight (líder nacional del
segmento de bebidas en polvo dietéticas), entre otras.
El pasado año Kraft Foods Brasil SA
anunció la formación de una empresa de capitales mixtos
con Sadia, uno de los principales productores de
alimentos enfriados y congelados del mundo, líder del
mercado en Brasil con más de 600 productos en los
segmentos de carne, pastas, margarina y postres.
Una de las plantas de Kraft en
Brasil se encuentra en la ciudad de Piracicaba, a
unos 150 km de São Paulo. Cerca de 1.200 trabajadores y
trabajadoras producen galletas Trakinas y Club
Social, cabe destacar que Brasil es el
segundo productor mundial de galletitas detrás de
Estados Unidos, y que Kraft es líder
en este segmento.
Como suele decir nuestro querido
compañero Luis Alejandro Pedraza (Colombia),
“la Kraft Foods Inc. no es el viejito que vende
galletitas sobre la avenida, es algo más grande, aunque
ello no significa grandeza”. Y Luis Alejandro
tiene razón, mucha razón. Kraft, una de las
gigantes de la alimentación mundial, “chilla como
marrana atada” cuando el Sindicato pretende incluir en
el convenio una canasta de alimentos.
Fânio Luis Gomes,
presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria
de la Alimentación de Piracicaba, nos cuenta lo que está
sucediendo: “Nosotros estamos reivindicando desde hace
mucho tiempo una canasta básica de alimentos para los
1.200 trabajadores y trabajadoras de Kraft en
Piracicaba. Esta empresa, que es una de las gigantes de
la alimentación a nivel mundial, se ha negado
sistemáticamente a dar una canasta de alimentos para sus
trabajadores.
-¿Desde cuándo reclaman la canasta?
-Desde hace más de un año. Hemos tenido
varias reuniones con la empresa pero no hay avances. El
Sindicato está en alerta y los trabajadores y
trabajadoras están movilizados. Esperamos que el próximo
16 de marzo podamos acceder a este beneficio. De no ser
así, con seguridad nos encaminamos hacia la huelga. Es
bueno señalar que en la mayoría de los Convenios
Colectivos a nivel de la alimentación figura la canasta.
-¿Cuál es el argumento de Kraft?
-La empresa dice que tiene dificultades
de implantar un nuevo beneficio, porque cada mejora debe
ser trasladada a todos los trabajadores a nivel mundial…
-Algo absurdo…
-Totalmente. También alega que paga
mejores salarios que otras compañías. Si comparamos el
piso salarial con las demás empresas, la diferencia no
supera los 50 reales (22 dólares). Como verás, todos
estos argumentos no nos convencen.
-Esa canasta representa cuánto en dinero…
-Unos 120 reales (52 dólares).
Entre los principios de la
responsabilidad corporativa de Kraft figura: “Ayudar
a la gente alrededor del mundo a alimentarse y vivir
mejor”. Cuando Kraft niega
la canasta de alimentos, ¿será porque sus trabajadores y
trabajadoras en Brasil no son gente y Piracicaba está en
la Luna?