Danone es líder mundial en productos lácteos frescos (Bio) y
número dos en el sector del agua embotellada (Evian) y en el
de las galletas. (LU) Todo empezó el pasado 19 de julio,
cuando el diario económico Les Échos, citando una fuente
“próxima a Danone” confirmaba la hipótesis de una Oferta
Pública de Adquisición (OPA) hostil sobre Danone por parte
del grupo agroalimentario estadounidense Pepsico.
El rumor tuvo dos consecuencias inmediatas. La primera: la
cotización de la acción de Danone en la Bolsa de París se
disparó en la jornada del martes, subiendo un 10,19%.
La segunda: la mera hipótesis de ver pasar a uno de los
buques insignia de la industria francesa bajo control
norteamericano ha desencadenado una serie de reacciones
entre la clase política y sindical, de las que se desprende
un claro tufillo patriótico, casi chovinista. Las críticas
hacen hincapié en el golpe a la ‘identidad nacional’ que
significaría semejante operación.
Culturalmente molesto
El presidente Jacques Chirac, de visita oficial en
Madagascar, dijo que no deseaba “hacer ningún comentario
sobre rumores bursátiles”, pero que “tratándose de una gran
empresa francesa como Danone” permanecía “vigilante y
movilizado”. El sindicato CGT ha llegado a pedir la
nacionalización del grupo agroalimentario. El ex ministro
socialista de Finanzas, Dominique Strauss-Kahn, con fama de
liberal reformista, lanzó un aviso a los accionistas de
Pepsico, diciéndoles que “deberían temer reacciones muy
vivas” si llevaban a cabo su OPA. Algunas de las reacciones
transmiten un claro aroma intervencionista.
Por ejemplo, la del ex primer ministro Laurent Fabius, líder
del no de izquierdas en el referéndum sobre la Constitución
Europea, que exigió al Gobierno “una actuación de urgencia
para que el grupo siguiera teniendo una base europea y
francesa”, subrayando la “importancia de Danone para la
proyección de nuestra economía”.
También en la derecha se han registrado comentarios
similares. El diputado Patrick Ollier, presidente de la
Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, afirmó que si
Pepsico comprara Danone, sería “culturalmente molesto” sin
dejar de alabar la “calidad del sector agroalimentario
francés”.
Ana
Hernández
Periodistadigital.com
2 de agosto de
2005