Entre las 500 mayores empresas de América Latina, la explotación de recursos naturales mantiene una enorme importancia. Se destacan las de hidrocarburos, con ventas de más de 250.000 millones de dólares.

Entre las 20 empresas que registraron las mayores ganancias, más de la mitad se dedican a exportar recursos naturales.

El sector primario continúa siendo fundamental en las economías de América Latina. Entre las mayores 500 empresas de la región, el primer lugar lo ocupa una translatina: Petrobras, la petrolera estatal brasileña. Esta empresa alcanzó el primer puesto en 2004 luego de haber estado en el segundo el año anterior. También fue la que registró las mayores ganancias, superando los 6.000 millones de dólares. El volumen de sus ventas alcanzó más de 33.138 millones de dólares. Estos y otros datos resultan de analizar el listado de las grandes empresas de la región elaborado por la revista América Economía.

Se puede observar que entre esas empresas, 270 son de propiedad nacional y capitales privados, las privadas extranjeras representan 181, y las estatales sólo suman 49, aunque en términos relativos ofrecen altos niveles de ventas (especialmente por las petroleras Petrobras de Brasil, PDVSA de Venezuela y PEMEX de México). Brasil y México concentran la mayor cantidad de las grandes empresas (194 en el primer caso y 170 en el segundo), seguidos por Chile (48), Argentina (36) y Colombia (18). Dentro de cada país muchas de estas empresas tienen enorme importancia en las economías nacionales. Por ejemplo, en México las diez mayores empresas suman un total de ventas que equivale prácticamente a un tercio del PIB de ese país.

A continuación de Petrobrás, los siguientes 11 lugares los ocupan transnacionales de Estados Unidos y Europa, y en el puesto 13 aparece una empresa latinoamericana, América Móvil de México. Otras dos compañías de la región que se ubican entre los 20 primeros lugares son también mexicanas: CEMEX (16) y FEMSA (18). Entre ellas se intercala en el puesto 17 la hispanoargentina Repsol YPF. Entre las 20 mayores transnacionales, las de Estados Unidos tienen siete representantes. General Motors, Esso y Wal-Mart ocupan el tercer, cuarto y quinto puesto respectivamente, reflejando la importancia de los capitales estadounidenses en la región en sectores tan diversos como automotor, hidrocarburos y comercio. Lo siguen en importancia Alemania, Reino Unido y España con dos compañías cada uno.

El sector hidrocarburos mantiene una enorme importancia con cinco empresas entre las 20 primeras. De estas cinco sólo dos (Petrobras y Repsol/YPF) tienen capitales de la región, el resto lo constituyen dos norteamericanas (Esso y Texaco), y la angloholandesa Royal Duth / Shell. Sólo cuatro países de América Latina presentan empresas entre los primeros 50 lugares entre las grandes empresas: Brasil, México, Argentina y Chile. Aunque Brasil se ubica en el primer puesto de la nómina con Petrobras, no se lo vuelve a encontrar entre esos 50 lugares. Chile también cuenta con una sola empresa, Fallabella, una cadena de tiendas comerciales, pero mucho más cerca del final de esta lista, ocupando la posición 46. Argentina aparece en dos ocasiones, con la petrolera Repsol YPF y con la compañía de acero Tenaris en la posición 32. El caso de México es el más significativo, ya que cuenta con siete empresas entre las 50 primeras translatinas. Los sectores en que se especializan las compañías mexicanas son variados e incluyen comunicaciones, bebidas/cerveza, cemento, alimentos, autopartes y medios. Los recursos naturales, seguramente la mayor riqueza de que dispone la región, ocupan un papel fundamental entre las mayores empresas del continente.

Entre las 50 mayores transnacionales y translatinas hay 21 cuya base productiva se sustenta fuertemente en recursos naturales. La gama de sectores incluye el gas y petróleo, acero, alimentos, cemento, bebidas, agroindustria, celulosa y papel, y tabaco. En la industria alimenticia, por ejemplo, se registran cinco representantes, es decir el diez por ciento de las 50 primeras compañías, igualando en número a las petroleras. En forma coincidente, en el total de las 500 grandes empresas se observan 30 de hidrocarburos y también 30 productoras de alimentos. Sin embargo, mientras las ventas consolidadas de las primeras alcanzan prácticamente los 250.000 millones de dólares, las últimas no llegan a 40.000 millones.

Las empresas del sector comercio, por su parte, suman 73, constituyendo el sector con más representantes. Las ventas consolidadas del total de estas empresas se ubican en el segundo lugar de la lista, luego de las de hidrocarburos, con más de 110.000 millones de dólares. En el tercer lugar se ubican las empresas de telecomunicaciones, que suman 33 y más de 71.000 millones de dólares en ventas. Le siguen los sectores de electricidad y automotor en cuarto y quinto nivel. Las 38 empresas de electricidad muestran ventas por 57.000 millones de dólares, mientras las 22 de producción automotriz suman ventas por 54.250 millones. Si se comparan las ventas de las empresas con fuerte utilización de recursos naturales con el PIB de algunos países, se confirma su importancia para las economías nacionales. Si se toman las cinco primeras empresas de cada uno de los sectores basados en recursos naturales, el volumen de ventas consolidado es de 368.247 millones de dólares, lo que representa por ejemplo el 75 por ciento del PIB de Brasil, y 100.000 millones más que el PIB de toda la Comunidad Andina de Naciones. Esto certifica el enorme nivel de la venta de bienes primarios y commodities, manejado por empresas transnacionales que se instalan en nuestros países logrando altas ganancias. En efecto, no es casualidad encontrar que entre las 20 empresas que más ganaron en el período, 14 se basan en recursos naturales. El sector de hidrocarburos suma ventas que equivalen a más del 11 por ciento del PIB de toda la región, y contribuye con más de la mitad de las ventas entre las más grandes empresas de recursos naturales. De esta manera, las economías nacionales parecen seguir atrapadas en apropiarse y comercializar bienes primarios, con enormes dificultades para adentrarse en otros campos, y por lo tanto sufriendo las condiciones impuestas por compradores desde otras regiones.

Paola Visca*

7 de octubre de 2005