En los días pasados, la
Federación de Trabajadores de la Agroindustria (FLAI-CGIL) de Modena, Italia, se
solidarizó con la lucha emprendida por los trabajadores organizados de la planta
de JBS-Friboi en Campo Grande, Brasil. La organización sindical italiana,
afiliada a la UITA, emitió también un comunicado de prensa en el que denunció el
doble discurso del coloso brasileño, y las analogías entre los conflictos
laborales que se han desatado en Brasil y en la planta de JBS en Castelvetro de
Modena, Italia.
Para ahondar sobre el significado de esta decisión, Sirel
conversó con Umberto Franciosi, secretario general de la FLAI-CGIL
de Modena.
-¿A qué se debe la decisión de
la FLAI-CGIL de solidarizarse públicamente con la lucha de los trabajadores del
Grupo JBS-Friboi en Brasil?
-Nuestra organización cree que cuando una compañía invierte
en campañas publicitarias para presentarse como diferente a las demás,
comprometidas con las personas, el ambiente, con sus clientes y colaboradores,
debe también ser coherente con lo que pregona.
Cuando nos enteramos de lo que estaba ocurriendo en la planta
de JBS-Friboi en Campo Grande, nos dimos cuenta que lo que JBS
estaba publicando en los periódicos italianos era pura propaganda.
Además, quedó evidente que la estrategia de esta compañía en
el mundo, apunta a nivelar hacia el punto más bajo posible la temática del
respeto a los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras.
Ante esta situación, nuestro análisis es que las
transnacionales son todas iguales. No les importa las personas y para asegurar
su ganancia atropellan cualquier derecho.
En este sentido, lo mínimo que podíamos hacer era
solidarizarnos con los compañeros brasileños, denunciar públicamente lo que
estaba ocurriendo y evidenciar la incoherencia de JBS entre lo que dice y
lo que hace.
-¿Qué analogías hay entre la
lucha que están llevando adelante en la planta de JBS-Inalca (Grupo Cremonini)
de Castelvetro y la de Campo Grande en Brasil?
-Fundamentalmente es el irrespeto al convenio colectivo y a
las personas, y ésto es algo que podemos encontrar en todo el sector de la
producción bovina y porcina, en Italia, en Europa y en el mundo.
La actitud es similar. Hay mucha explotación,
irregularidades, extensas jornadas de trabajo y ritmos insostenibles. En este
sector creo que ya no hay muchas diferencias entre lo que ocurre en los países
desarrollados y los en vía de desarrollo.
-¿Cuál es la importancia de la
solidaridad internacional, en situaciones como las que se están viviendo en las
plantas de JBS en Italia y Brasil?
-Nos enfrentamos a compañías poderosas, con un poder
económico y político enorme. La posibilidad de poder contar con organizaciones
como la UITA, que facilitan la comunicación, la información y el contacto
inmediato con situaciones que ocurren del otro lado del mundo, es fundamental.
Hay que seguir invirtiendo y fortaleciendo estos espacios,
para conocer más a fondo nuestras fortalezas y debilidades, profundizar nuestros
conocimientos para poder enfrentar con más instrumentos a estas transnacionales.
-¿A qué punto está el conflicto
laboral en Inalca-JBS?
-La FLAI-CGIL y la FAI-CISL han demandado a la
compañía en la sección del Trabajo del Tribunal de Modena.
Los trabajadores acusamos a la empresa por
su postura
antisindical en el desarrollo del referendum interno a la planta de Castelvetro, y por haber violado el
convenio colectivo nacional
italiano para el sector agroalimentario.
Hoy, 21 de octubre, se va a
realizar la segunda audiencia y el juez tendrá que tomar una decisión al
respecto.
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