Cosas de la modernidad
“Allí donde estén nuestros consumidores, nosotros intentaremos
hacer algo interesante con la marca” le espetó Marlena
Peleo-Lazar, directora creativa de McDonald’s USA, al
redactor de la publicación Chicago Business. “Esperamos
que todo lleve a mayores ventas y buenas sensaciones con la
marca”, agregó.
Motivaba las declaraciones de la señora Marlena un cartel
publicitario instalado en plena ciudad de Chicago en el
que puede leerse “FRESH SALADS” (ensaladas frescas) y lo que
convierte en especial esta publicidad al aire libre es que las
letras están formadas con plantas de lechuga. El cartel en
cuestión reemplaza al reloj solar que la empresa colocó el año
pasado y que llegó a obtener un premio en el Festival de
Publicidad de Cannes.
Los creativos de Leo Burnett, la agencia responsable del
cartel-huerta, lograron que las lechugas queden a salvo de los
pájaros al no tener éstos lugar donde sujetarse para comer. Al
parecer se inspiraron en la situación que aflige a los
trabajadores de McDonald’s cuando pretenden constituir su
sindicato.
Por otra parte, yo que nací en el siglo pasado y siempre viví en
una zona suburbana, guardo dentro de mis más entrañables
recuerdos aquellas noches de verano en las que, junto a otros
muchachos de mi edad, incursionábamos en alguna quinta cercana
para hurtar sandías. Las elegíamos golpeándolas con la mano
abierta, atentos al sonido y al “temblor interior” que
denunciaban su madurez, para que luego las disfrutáramos
convertidas en medialunas rojas cuyo jugo nos escurría pescuezo
abajo.
Para bien o para
mal mis nietos ya no podrán vivir una aventura similar. En Icapuí, un
municipio del estado brasileño de Ceará, los agricultores están
exportando desde el año pasado sandías cuadradas. Las sandías son adquiridas por
la red de supermercados Tesco de Inglaterra, la tercera mayor
cadena internacional en su sector, con unidades en Europa, Asia y
Estados Unidos. La fruta es vendida en Europa hasta en 20 dólares
la unidad y la empresa agrícola brasileña Formosa, que importó la
fórmula de Corea del Sur hace dos años, exporta 12 mil sandías cuadradas
por año.
Un
flemático Mr. Emmett Lunny, representante del
supermercado inglés Marks & Spencer, argumentó que “la
sandía cuadrada resulta más fácil de acomodar en el
refrigerador, facilitando la vida del consumidor inglés”. O los
consumidores ingleses son felices con muy poco, o yo soy
demasiado exigente. En lo que a mi respecta no sabría por donde
entrarle a un trozo de sandía cuadrada.
En
Montevideo,
Enildo Iglesias
© Rel-UITA
11 de octubre 2007 |
|
|
|
|