El tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito rechazó en
parte un dictamen judicial de 2003 en el que se desestimó la
reclamación porque los litigantes no establecieron un
vínculo específico entre la información publicitaria de la
empresa y los problemas físicos supuestamente causados por
el consumo de sus productos.
El tribunal de apelaciones señala que dichas evidencias
podrían ser presentadas en otras fases del proceso y no
necesariamente al tramitar inicialmente la demanda, por lo
que esta puede seguir adelante.
Los padres de Jazlyn Bradley y Ashley Pelman argumentaron en
su reclamación contra McDonald's, presentada en 2002, que la
empresa no revelaba de forma clara y visible los
ingredientes y efectos del tipo de comida que ofrecía, entre
otros argumentos.
También alegaron que como consecuencia de las prácticas
supuestamente engañosas que usaba, sus hijos adolescentes,
que consumieron comida en locales de la cadena entre tres y
cinco veces por semana durante años, desarrollaron diabetes,
obesidad, problemas cardiacos y altos niveles de colesterol,
entre otros problemas.
La compañía ha reiterado en un comunicado que este caso en
particular "no tiene sentido" y que confía en que la demanda
sea desestimada de nuevo.
EFE
27 de enero de 2005