Un estudio
recientemente publicado en la revista International Journal of Biological
Sciences demuestra la toxicidad de tres semillas genéticamente modificadas
de maíz de Monsanto, anunció el Comité de Investigación e Información
Independiente sobre Ingeniería Genética (CRIIGEN, con base en Caen), que
participó en este estudio.
“Hemos demostrado por primera vez en el mundo que los OGM
no son saludables, ni lo suficientemente correctos para ser comercializados.
(...) Cada vez que se consume cualquiera de los tres maíces transgénicos (MON810,
MON863 y NK603), los riñones y el hígado, que son los principales
órganos que reaccionan ante una intoxicación química, tienen problemas”, dijo
Gilles-Eric Séralini, experto miembro de la Comisión para la Revalorización
de la Biotecnología, establecida en 2008 por la Unión Europea (UE).
Los universitarios de Caen y Rouen y los investigadores del
CRIIGEN se basaron en documentación que
Monsanto
proporcionó a las autoridades sanitarias para obtener la autorización para la
comercialización, pero sacaron conclusiones diferentes después de profundizar el
análisis de los cálculos estadísticos. Según el profesor Séralini, las
autoridades de salud se basaron en la lectura de las conclusiones presentadas
por Monsanto pero
no analizaron todas las cifras. Los investigadores pudieron obtener toda la
documentación gracias a una decisión judicial.
“Las pruebas de
Monsanto, realizadas en apenas 90 días, obviamente no fueron lo
suficientemente prolongadas como para decir si esos cultivos desencadenan
enfermedades crónicas. Por lo tanto, solicitamos que se realice una prueba de al
menos dos años”, dijo el investigador. En virtud de estos datos, los científicos
llaman a establecer una “prohibición fuerte” contra la importación y el cultivo
de estos transgénicos en la UE.
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