El pasado jueves 5 se
realizó la proyección del documental “El Mundo según Monsanto”, basado en el
libro homónimo de la periodista francesa Marie-Monique Robin. Organizado por la
Rel-UITA y RAPAL Uruguay, el evento tuvo lugar en el edificio anexo al Palacio
Legislativo y contó con una importante participación de público. Legisladores,
productores orgánicos, trabajadores, estudiantes y activistas asistieron a la
película que fue comentada al final.
“El mundo según Monsanto” se cuestiona el desarrollo de los
alimentos transgénicos. Se trata de una crítica aplastante hacia la empresa
biotecnológica Monsanto y las actividades que desarrolla y que ha
desarrollado desde su fundación en Estados Unidos, hace más de 100 años.
El filme está fundamentado en el testimonio de agricultores,
científicos, políticos y documentación inédita, todo ello sumado a la evolución
y desarrollo de Monsanto, la primera empresa del mundo productora de
semillas transgénicas.
Abriendo la actividad, Enildo Iglesias, en representación de la Secretaría Regional de la Unión Internacional
de Trabajadores de la Alimentación, la Agricultura y Afines (Rel-UITA),
resaltó el hecho de que actualmente existen doce investigaciones que demuestran
fehacientemente que las promesas de incremento de productividad de los
transgénicos que pregonó las transnacional Monsanto alrededor del mundo,
han sido un engaño. La cantidad de alimentos en el mundo no será resuelta por
los transgénicos.
Enildo
comentó también que “en 2008, año de crisis mundial,
Monsanto vio trepar sus ganancias a 1.400
millones de dólares y fue capaz de pronosticar que para 2012 obtendrá ganancias
de 4.000 millones de dólares.
¿Cómo es posible que una compañía que vende productos que, como se ha
demostrado, no sirven para nada, alcance estos niveles de ganancia? La
respuesta, o parte de ella, la podremos ver en la película de Mari-Monique
Robin”.
Trasladando la escena a Uruguay, el representante de
la Rel-UITA cuestionó el proyecto “Uruguay Natural”, ya que el país se ha
convertido en el cuarto productor mundial de soja transgénica.
“En el periodo enero–octubre
se exportaron 473 millones de dólares de soja
que partieron desde el puerto de Nueva Palmira. Es el segundo producto de
exportación después de la carne vacuna. ¿Qué queda en el Uruguay de esto?
–se preguntó Enildo-; para mí queda basura, deterioro ambiental”,
concluyó.
En su intervención, María Isabel Cárcamo, coordinadora
de RAPAL-Uruguay, realizó una reseña histórica de los transgénicos en el
país
“Quisiera enmarcar Monsanto en Uruguay. Esta
compañía fue la que introdujo la soja transgénica al país en 1996, autorizada
por el gobierno de entonces y nadie se enteró, y con nadie me
refiero a la sociedad civil, a los consumidores. Hasta que se introdujo el maíz
transgénico.
La situación actual del Uruguay es que tenemos dos
tipos de cultivo transgénicos, la soja y el maíz. De este último tenemos dos
variedades: una de Monsanto y otra de Syngenta.
El modelo de Monsanto trae aparejado apropiación de
semillas, extranjerización de la tierra, destrucción de los recursos naturales,
expulsión de los campesinos de sus tierras; el modelo de Monsanto es el
de una agricultura sin agricultores…”.
Asimismo, Cárcamo destacó las cifras de ingreso de
glifosato -agrotóxico que se utiliza en el cultivo de soja transgénica- al
Uruguay el último año. Entre enero
y junio de 2009, ingresaron al país 4.724 toneladas de glifosato formulado.
“Este agrotóxico tarda 28 días en degradarse en el agua, pero
solamente se degrada un 2 por ciento, lo que hace pensar que nuestras aguas
pueden estar contaminadas”, concluyó.
Luego de la exhibición de la película que tuvo una duración
de 105 minutos, Sirel recogió el testimonio de algunos espectadores.
Luciano Liguori,
estudiante de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, resaltó
que este tipo de información (la brindada en el documental) llega a muy pocas
personas, “deberíamos insistir en tres ejes: investigación, divulgación y
legislación, sobre todo esta última. Deberíamos acercar este material a nuestros
legisladores para presionar a una discusión más amplia de este tema que es
preocupante y requiere de una regulación inmediata”.
Esta empresa
controla actualmente más del 90 por ciento del mercado mundial de
las semillas transgénicas, así como un importante volumen de la
producción de la alimentación mundial, extendiendo cada vez más su
poder. |
Tomás Angeloro
participó como consumidor independiente y fue enfático en que la ignorancia
sobre los transgénicos alcanza a la mayoría de los consumidores, y que difundir
este tipo de material será la única forma de dar luz a un “modelo agrícola
asesino”, como definió al modelo Monsanto.
El productor orgánico Francisco García manifestó su
preocupación por la posible contaminación de la cuenca hídrica de la Laguna del
Sauce, que está rodeada por plantaciones de soja transgénica. “El agua potable
de Laguna del Sauce abastece a toda la zona balnearia y su contaminación es un
peligro inminente para los pobladores de la región y para la producción
orgánica. Se utiliza glifosato a mansalva y sin ningún criterio, no sólo en las
plantaciones de soja sino también en las granjas turísticas para que todo el
entorno luzca paradisíaco, sin malezas, cuando en realidad el daño es tremendo”.
Finalizando su intervención, García dio un mensaje de lucha para los
productores orgánicos: “No nos vamos a rendir”, concluyó.
Para Germán González, secretario general de la Unión
de Trabajadores Rurales y Afines del Sur del País (UTRASURPA), “Este tipo
de actividades son muy importantes. Nuestro sindicato apoya estas iniciativas
porque esto permite que los trabajadores estemos informados en temas que nos
involucran directamente. El modelo que Monsanto viene desarrollando ha
desplazado a los campesinos y a la agricultura familiar, y como trabajadores
tenemos que ser conscientes de ello para afrontar esta nueva realidad que ya
afecta a nuestro país. El monocultivo de soja emplea muy poca mano de obra; como
trabajadores debemos defender no solo la salud sino también el empleo genuino
para los trabajadores rurales”.
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